Una Bioelectrografía o foto Kirlian es mucho más que una imagen del aura; representa la fotografía del campo electromagnético de los dedos de las manos, brindando una visión profunda sobre el estado físico y emocional de una persona. Este método se presenta como una herramienta innovadora para los terapeutas contemporáneos.
Explorando el Misterio de la Bioelectrografía
Tradicionalmente, el diagnóstico clínico se enfoca en enfermos en su fase bioquímica y física, dejando a un lado el aspecto emocional. Este enfoque limitada puede resultar en un diagnóstico tardío, ya que las raíces del desequilibrio físico pueden permanecer ocultas. Las alteraciones emocionales y energéticas, esenciales para un diagnóstico integral, quedan frecuentemente pasadas por alto en las metodologías médicas actuales.
La medicina convencional tiende a concentrarse exclusivamente en los síntomas, tratando de erradicarlos sin considerar la causa subyacente. Los médicos a menudo abordan al organismo como un conjunto de partes disociadas, ignorando la intrincada interconexión que permite una respuesta unificada a los estímulos desestabilizantes. Los organismos vivos notoriamente intercambian no solo información y fluidos, sino también energía, interactuando continuamente con su entorno.
La Bioelectrografía, como técnica diagnóstica, ofrece una visión holística del ser humano, abordando su estado emocional, mental, físico y fisiológico. Este proceso implica captar imágenes de los dedos de ambas manos, generando una representación visual de cualquier desequilibrio energético, evidencia respaldada por estudios científicos. Esta técnica fue desarrollada en Brasil por Padre Landell de Moura en 1904 y ha evolucionado a lo largo de los años de manera impresionante.
El Legado del Padre Landell de Moura
El Padre Landell capturó lo que denominó “perianto”, una afirmación intrigante sobre la radiactividad humana. Décadas después, el matrimonio Kirlian exploró este fenómeno simplificándolo como el efecto o foto Kirlian, una terminología que ha perdurado en el ámbito médico y terapéutico.
La Bioelectrografía utiliza un campo eléctrico de alta frecuencia (75.200 ciclos por segundo) dirigido a un objeto en el instante de una descarga, generando una luminiscencia que se registra en la película fotográfica. A través de este proceso, los Kirlian descubrieron que estas imágenes reflejan energia vital. Este mecanismo permite observar el campo bioenergético de individuos u objetos, un fenómeno que ha sido utilizado en diversas áreas, incluyendo la medicina, botánica y veterinaria.
Desmitificando el Aura
A lo largo de la historia, numerosos místicos y esotéricos han afirmado que los seres humanos poseen un halo energético, o aura, que varía en color, intensidad y tamaño en respuesta a su estado emocional y físico. Sin embargo, la comunidad científica ha pretendido abordar el fenómeno desde un ángulo diferente, lo que ha llevado a malentendidos y críticas.
El siglo XIX comenzó a ver un resurgimiento del interés por el aura, particularmente a través del trabajo del Dr. Charles Leadbeater, que consideraba este tópico desde una perspectiva teosófica. Posteriormente, en los años 60, la investigación del matrimonio Kirlian afirmó la posibilidad de fotografiar este campo bioenergético, evento que generó tanto interés como escepticismo.
El Avance Científico del Profesor Newton Milhomens
En las décadas recientes, el investigador brasileño, Prof. Newton Milhomens, demostró que la foto Kirlian es un fenómeno físico, observable y medible, diferenciándolo de las connotaciones esotéricas del aura. A través de sus investigaciones, que cumplieron rigurosamente con el método científico, identificó que estas imágenes pueden ser herramientas efectivas para diagnosticar desequilibrios psíquicos, como la apatía y el estrés.
Su trabajo pionero ha establecido la Bioelectrografía como una herramienta valiosa en el disgnóstico médico, proporcionando un análisis notable y revelador de nuestra energía vital y salud global.
La Bioelectrografía en la Actualidad
Hoy en día, la Bioelectrografía ha sido reconocida como una disciplina médica seria, con aplicaciones en hospitales, psicología y diversas áreas de investigación, incluyendo agricultura y terapias holísticas. Esta técnica se ha convertido en un recurso esencial para terapeutas, que emplean bioelectrogramas para presentar evidencia clara de la mejora del paciente.
La IUMAB (Unión Internacional de Medicina y Bioelectrográfica Aplicada), establecida en 1987, ocupa un papel vital en la regulación y promoción de la Bioelectrografía a nivel mundial, buscando alejar la percepción de falta de profesionalismo que ha acompañado a esta práctica y reafirmando su seriedad en la investigación y tratamiento.
Carmen Cid
Profesora Autorizada por la IUMAB para España
Maestra y Terapeuta Profesional de Reiki
IEB – Instituto Español de Bioelectrografía y Reiki Terapéutico