Resumen:
La sociedad cambiará cuando un número suficiente de personas cambie. Esa puede ser la oportunidad que nos da cualquier crisis. Los grupos dispuestos a llevar a cabo cambios personales generan una energía expansiva que afecta a cada individuo que los compone y al entorno.
Entre las ventajas del trabajo grupal con Arteterapia Humanista está el entrenamiento en la mirada fenomenológica como forma de observar la realidad con mirada objetiva, eliminando el comportamiento dual y abriendo la posibilidad a soluciones creativas.
Una especie cambia cuando las modificaciones dentro de ella se manifiestan en un número determinado de individuos. El biólogo Rupert Sheldrake en su Teoría de la Resonancia Mórfica, nos habla sobre este fenómeno.
Cada año, tengo el placer de contemplar este efecto multiplicador con las nuevas promociones que llegan a formarse, donde es clara su mayor comprensión y rapidez para entrar en el proceso de desarrollo, como si contasen con una predisposición o sabiduría innata cada vez más notoria.
Las habilidades aprendidas por un individuo se transmiten a su entorno inmediato. El desarrollo personal afecta y modifica nuestro círculo de relaciones, y el efecto de multiplicación de ondas va mucho más allá del círculo inmediato. Este es el concepto que explica Sheldrake, donde los cambios que se producen crecen en proporción geométrica, incluso sin contacto directo. Esta es mi esperanza y mi ilusión para nuestra sociedad.
Estoy harta de oír hablar de crisis, preferiría hablar de oportunidad. Cuando algo va mal es la oportunidad para cambiarlo. Ojalá fuésemos valientes para hacerlo, eso sería aprovechar la crisis en favor de nuestro proceso. Esto es igualmente aplicable a lo institucional, social o personal.
Voy a hablar de lo que sé, de los efectos concretos que el trabajo grupal nos ofrece para convertir cualquier crisis en una oportunidad. Veamos algunas ventajas fundamentales de la arteterapia grupal.
1. El Laboratorio de Investigación
En la terapia grupal, el alumno o cliente se encuentra inmerso en un entorno en el que, como en la vida, las relaciones interpersonales se producen constantemente. Aquí, el grupo permite al individuo darse cuenta de cuándo deja de ser él mismo buscando la aprobación de los demás y aprender a relacionarse de un modo más auténtico, aceptando sus particularidades y diferencias.
2. La Perspectiva del Espectador
Cuando otros muestran sus conflictos similares a los nuestros, nos brindan la oportunidad de verlos desde fuera. Este proceso de reflejo ayuda a ver lo propio con mayor claridad, haciendo que el aprendizaje se intensifique. A menudo, los momentos en los que no se participa activamente logran profundizar en la comprensión personal.
3. La Dinámica del Grupo
El grupo es algo que se construye entre todos y adquiere su propia energía y ritmo. Esta dinámica puede movilizar a los participantes, ayudándolos a conectar incluso en días en que no se sienten totalmente motivados. Cuando todos están dispuestos a mostrarse auténticos, se genera un contagio positivo que invita a la apertura.
4. La Aceptación de las Diferencias
Aceptar lo que hay, en uno mismo y en los demás, es esencial para el bienestar. En el grupo, donde cada persona es única, se genera una mirada compasiva hacia uno mismo, permitiendo reconocer y aceptar nuestras propias características.
5. La Mirada Fenomenológica
El arteterapeuta transmite la importancia de observar la realidad tal como es, sin juicios. Se fomenta un aprendizaje que resalta la observación objetiva y la descripción de hechos presentes, lo que facilita la salida de la dualidad que bloquea la creatividad y el hallazgo de soluciones.
La arteterapia grupal no solo es un espacio de crecimiento personal, sino una oportunidad colectiva para transformar crisis en oportunidades de desarrollo. A medida que aumentamos nuestra conciencia y aprendemos de los demás, no solo mejoramos nuestras vidas, sino que también contribuyen al cambio social en general.
Así que, en lugar de enfocarnos en la crisis, ¿por qué no vemos el potencial de cada cambio como una oportunidad para crecer juntos?
Bibliografía:
Elvira Gutiérrez. “Arteterapia Humanista. Proceso gestáltico a través de los chakras” (2011)
Ed. Mandala, Madrid
Elvira Gutiérrez
Dra. Bellas Artes, Psicoterapeuta Gestalt y Arteterapeuta
Directora de Formación en Arteterapia y Terapia Gestalt Integradas