Cola de Caballo
En el hueso se produce una constante osteogénesis (formación de hueso) y osteolisis (pérdida de hueso). Cuando somos niños predomina la osteogénesis, ya que estamos en época de crecimiento, mientras que cuando somos ancianos predomina la osteolisis. Cuando llegamos a la etapa adulta existe un equilibrio entre ambas.
Los huesos son la base y el apoyo a toda nuestra estructura orgánica y vital. Podríamos ver este proceso de generación de hueso y pérdida del mismo, paralelamente a cómo se va desarrollando nuestra vida en la Tierra.
Al nacer tenemos pocos cometidos, y según vamos creciendo hasta la madurez cada vez vamos desarrollando más proyectos, tenemos más posesiones, casa, hijos, trabajo, nos vamos consolidando y hacia el final de la vida vamos cediendo y abandonando poco a poco todas estas estructuras materiales. Podríamos decir que simbólicamente desde que nacemos hasta la mitad de la vida vamos encarnando, materializándonos cada vez más, y desde la mitad de la vida hasta el momento de la vejez y la muerte nos vamos desencarnando o desmaterializando, quizá espiritualizando. Es curioso relacionar esto con la situación de los astronautas en el espacio lejos de la Tierra, los cuales en ese estado de ingravidez también sufren pérdida de masa ósea.
Cada vez es más frecuente la preocupación por la salud de nuestros huesos, especialmente entre las mujeres por miedo a padecer la temida osteoporosis, pero la salud de nuestro sistema óseo depende de que nuestro organismo posea un buen equilibrio mineral y esto no solo lo vamos a conseguir con los aportes de ciertos minerales como el Calcio, sino que es muy importante evitar las pérdidas de los mismos.
Nuestro pH sanguíneo es ligeramente alcalino por lo que una dieta acidificante nos va a llevar a una mayor fragilidad ósea, ya que para combatir la acidificación nuestro organismo recurrirá a las reservas de tejidos que poseen mayor riqueza mineral afectando por ello al tejido óseo, del que se liberarán hacia sangre minerales alcalinos, principalmente el calcio.
Pero además pueden aparecer otros síntomas asociados a una desmineralización orgánica como: cansancio e irritabilidad, estados depresivos, estrés, caries dentales, caída de cabello, calambres, molestias articulares y tendinosas, fracturas, osteoporosis, e incluso enfermedades degenerativas como el cáncer que se desarrolla más favorablemente en un ambiente ácido, mientras que en un entorno alcalino se entorpecerá su desarrollo.
Ciertos hábitos dietéticos y formas de vida poco saludables pueden hacer que nuestro organismo pierda minerales. Por ello una primera propuesta sería corregir aquellos hábitos dietéticos que nos pueden llevar a la pérdida de nuestra reserva mineral.
Como primera pauta alimentaria sería evitar todos aquellos alimentos que nos conduzcan hacia la acidosis alimentaria y por tanto a la pérdida de minerales: Estos alimentos son: carnes, azúcar blanco, bebidas gaseosas azucaradas, harinas refinadas, alcohol, té y café.
En la dieta actual de los países desarrollados se produce un consumo muy elevado de alimentos cárnicos que se consumen diariamente en sus diversas formas (carnes de vaca, cerdo, pollo o en forma de embutidos) que lleva a alejarse de las pautas recomendadas por la dieta mediterránea, la cual aconseja su consumo solamente una o dos veces por semana.
Un consumo elevado de proteínas produce pérdida de Calcio vía renal. El consumo aconsejado de proteínas es de menos de 1 gramo por kilo de peso y día, o alrededor de un 10 a 12 % de la energía de la dieta ha de proceder de las proteínas y el consumo actual en países desarrollados supera estos valores ampliamente.
Las bebidas artificiales como cola y refrescos gaseosos con sabor a cítricos, se utilizan ampliamente y muchas personas jóvenes y niños las beben casi diariamente. Debido a su riqueza en fosfatos también conllevan pérdida de calcio.
Las harinas y el azúcar son también alimentos muy consumidos en forma de bollería, pasta, panes blancos refinados, helados y postres dulces. Son alimentos a los que se les ha privado en el proceso de descascarillado o refinado de los minerales y vitaminas que los acompañaban, produciendo también al digerirse y metabolizarse en el organismo pérdida de minerales.
Por tanto además de evitar o disminuir el consumo de estos alimentos y bebidas acidificantes, hemos de aportar mucho más de aquellos alimentos ricos en minerales y que por ello son alimentos alcalinizantes tales como: las verduras, frutas, hortalizas, legumbres, frutos secos especialmente la almendra y la castaña que es el fruto seco más alcalinizante.
Minerales como el silicio son importante para la génesis del colágeno, necesario para formar la trama ósea y demás estructuras orgánicas. Este está presente en la cubierta de los cereales integrales y especialmente en el mijo.
Así mismo es necesaria para este proceso la vitamina C: presente especialmente en alimentos vegetales crudos.
El calcio está en muchos más alimentos y en mayor cantidad que en los lácteos, especialmente en frutos secos y semillas como el sésamo, en las algas marinas y en las verduras de hoja verde.
El magnesio y la vitamina D favorecen la absorción del Calcio a nivel intestinal, para ello como fuentes de magnesio tenemos principalmente los vegetales de hoja verde, y la vitamina D la obtenemos exponiendo nuestra piel al sol al menos un 20% de su superficie y unos 20 minutos de tiempo, evitando en verano la exposición a horas centrales del día.
Son muy recomendables los verdes de trigo y cebada ricos en minerales y en magnesio que podemos tomar diariamente acompañando a zumos o a batidos verdes.
Como aporte de minerales utilizar una sal marina de calidad como la sal gris de Bretaña o el agua de mar que contiene todos los minerales y oligoelementos, tomada en pequeñas cantidades diluida junto con agua mineral.
Plantas medicinales ricas en minerales son la Cola de Caballo: es la planta de mayor riqueza en contenido mineral y la de mayor contenido en silicio. Es conocida por sus propiedades remineralizantes además de ayudar al mantenimiento del colágeno del tejido conjuntivo, aumentado la elasticidad de los tejidos. Es usada tradicionalmente para la salud de los huesos incluso en fracturas de huesos y ligamentos, distensiones de ligamentos, osteoporosis, además de contribuir a la salud de uñas, y cabello.
Ortiga verde
La ortiga verde es otra planta muy rica en Calcio y Silicio entre otros minerales. Puede ser consumida como alimento tipo verdura, ya que es muy común, en forma de ensalada o de purés o como cualquier otra verdura. Además de ser utilizada como planta medicinal en sus diversas formas de presentación: extracto, comprimidos, cápsulas, etc.
Infusión remineralizante y depurativa: una cucharada sopera de la mezcla a partes iguales de cola de caballo y ortiga verde por taza (200 ml), hervir 5 minutos dejar reposar y tomar por la noche y al levantarse.
Palmira Pozuelo
Farmacéutica Naturista
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