Cola de Caballo
En el hueso se produce una constante osteogénesis (formación de hueso) y osteolisis (pérdida de hueso). Cuando somos niños predomina la osteogénesis, ya que estamos en época de crecimiento, mientras que en la ancianidad prevalece la osteolisis. Durante la etapa adulta, existe un delicado equilibrio entre ambas.
Los huesos son la base y el apoyo a toda nuestra estructura orgánica y vital. Al observar el proceso de generación y deterioro del tejido óseo, podemos ver un paralelismo con la manera en que vivimos en la Tierra. Al nacer, nuestra existencia es simple, pero a medida que crecemos, nos llenamos de proyectos y posesiones, solo para dejar ir esas ataduras conforme la vida avanza.
(Como una sinfonía, comenzamos con un solo instrumento, y a medida que la orquesta se ensancha, vamos soñando y creando. Pero al final, algunos instrumentos se silencian, dejando un eco nostálgico del pasado.)
Es intrigante cómo los astronautas, en estado de ingravidez, experimentan pérdida de masa ósea, una metáfora apta para nuestra propia vida en la Tierra. La comprensión de la salud de nuestros huesos es crucial, especialmente entre las mujeres, quienes temen las consecuencias de la osteoporosis. La vitalidad de nuestro sistema óseo depende de un buen equilibrio mineral.
Un aspecto poco conocido es que nuestro pH sanguíneo es ligeramente alcalino. Esto significa que seguir una dieta acidificante puede llevar a una mayor fragilidad ósea, pues para contrarrestar la acidificación, nuestro organismo recurre a las reservas minerales, especialmente el calcio. Esto puede resultar en diversos síntomas que van más allá de la salud ósea, incluyendo: cansancio, irritabilidad, depresión, e incluso afecciones más graves como el cáncer, que prospera en un ambiente ácida.
Hábitos Alimentarios y Pérdida de Minerales
Ciertos hábitos dietéticos poco saludables pueden contribuir a la pérdida de minerales. Un primer paso es evitar alimentos que fomenten la acidosis alimentaria, como:
- Carnes
- Azúcares refinados
- Bebidas azucaradas
- Harinas refinadas
- Alcohol
- Té y café
En la dieta actual de muchos países desarrollados, el consumo excesivo de productos cárnicos se aleja de las recomendaciones de la dieta mediterránea, que sugiere un consumo responsable y moderado (una o dos veces por semana).
Un alto consumo de proteínas puede aumentar la excreción de calcio, por lo cual es aconsejable limitar la ingesta a menos de 1 gramo por kilo de peso corporal al día. Sin embargo, muchas dietas modernas superan significativamente estas cifras.
Las bebidas artificiales, especialmente los refrescos, ricos en fosfatos, también pueden conducir a la pérdida de calcio, al igual que los productos elaborados con harinas y azúcares refinados. Estos alimentos a menudo tienen un bajo contenido en minerales y vitaminas.
Alimentos Alcalinizantes: Vitales para la Salud Ósea
Por tanto, además de reducir los alimentos acidificantes, es esencial aumentar la ingesta de alimentos ricos en minerales, como:
- Verduras
- Frutas
- Legumbres
- Frutos secos (como almendras y castañas)
Minerales como el silicio son cruciales para la formación del colágeno, clave para la salud ósea y otros tejidos. Este mineral se encuentra en los cereales integrales, especialmente en el mijo, y la vitamina C, presente en alimentos vegetales frescos, también son esenciales.
El calcio se encuentra en una variedad mayor de alimentos de lo que se podría pensar. La clave está en los frutos secos, semillas (como el sésamo), algas marinas y vegetales de hojas verdes. El magnesio y la vitamina D son necesarios para la absorción efectiva del calcio. Los vegetales de hoja verde son ricos en magnesio y, para obtener vitamina D, basta con exponerse al sol con prudencia.
Recetas y Sugerencias Prácticas
Una excelente adición a la dieta son los verdes de trigo y cebada, ricos en minerales, que se pueden incorporar en zumos o batidos. Para un aporte mineral adicional, opta por una sal marina de calidad o agua de mar, que contiene una variedad de minerales y oligoelementos útiles.
Plantas medicinales ricas en minerales como la Cola de Caballo, son reconocidas por su riqueza mineral (especialmente en silicio) y sus propiedades remineralizantes. Tradicionalmente, se utilizan para mejorar la salud ósea, ayudar en fracturas y contribuir a la salud de uñas y cabello.
La Ortiga Verde: Un Aliado Natural
La ortiga verde es otra planta rica en calcio y silicio, que puede servir como verdura común en ensaladas o purés. Esta planta puede ser consumida también como extracto o en forma de comprimidos.
Infusión remineralizante y depurativa: Mezcla a partes iguales cola de caballo y ortiga verde (una cucharada por cada 200 ml) y hierve durante 5 minutos. Reposa y consume por la noche y al levantarse.
Palmira Pozuelo
Farmacéutica Naturista
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