Navegando por el Laberinto Neurológico: Estrategias para Proteger tu Cerebro

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4 minutos de lecturaActualizado: 17/01/2025Publicado: 17/01/2025Categorías: Salud NaturalEtiquetas: , ,

El cerebro y el sistema nervioso se comportan como una red de almacén de datos e integración de la información exterior con la interior. Sus funciones son vitales y sirven de conexión entre todas las células; la información es una cuestión de inteligencia y de supervivencia. Hoy en día vemos como aumentan las enfermedades neurodegenerativas y aparecen en edades cada vez más tempranas, lo que está muy relacionado con los hábitos de vida y la dieta de los países desarrollados.

Evitar tóxicos

Nuestro cerebro y tejidos nerviosos son para nuestro organismo una especie de santuario a proteger por lo que tenemos un sistema llamado Barrera hematoencefálica que evita la entrada de sustancias dañinas. Sin embargo, muchas partículas de carácter pequeño y liposoluble pueden atravesar esta barrera y acumularse en el cerebro: tal es el caso del mercurio, que es capaz de atravesar la barrera hematoencefálica y también la placentaria. Este mercurio puede provenir de varias fuentes: timerosal, conservador presente en algunas vacunas, pescados, especialmente los de gran tamaño, y amalgamas dentales. El acúmulo de mercurio en nuestro organismo se relaciona con enfermedades como el Alzheimer y el autismo, así como desórdenes de tipo nervioso.


Limita el consumo de productos precocinados


Aditivos tales como el aspartamo o el glutamato, muy presentes en la dieta occidental, son llamados excitotoxinas o neurotoxinas ya que excitan y matan neuronas, y producen alteraciones en el funcionamiento cerebral, tal como explica el Dr. Russell L. Baylock en su libro “Excitotoxinas: el sabor que mata”. En él, se documentan más de 500 referencias científicas que muestran como estos aminoácidos excitativos están causando desórdenes neurológicos serios. La exposición a largo plazo a estos aminoácidos va a dar lugar a muchas alteraciones crónicas, tales como la esclerosis múltiple, pérdida de memoria, problemas hormonales y desórdenes neuroendocrinos. Son especialmente vulnerables a estas sustancias los niños, las mujeres embarazadas y las personas mayores así como las personas con patologías crónicas.

  • El glutamato monosódico (E-691) se encuentra en numerosos alimentos procesados como salsas, sopas, snacks y muchos alimentos para niños.
  • El aspartamo (E-951) se usa para dar sabor dulce a productos “light” como refrescos y chicles.
  • Pesticidas y herbicidas también originan daños neurológicos, siendo relacionados con el Parkinson en varios estudios.

La alternativa pasa por evitar consumir productos precocinados y optar por alimentos frescos y sin alterar, evitando aditivos dañinos. Además, incluir alimentos de cultivo ecológico que, además de ser más nutritivos, son cultivados de forma respetuosa con el medio ambiente.

Cuidado con el alcohol

Según el Dr. Javier Aizpiri, neuropsiquiatra, el alcohol produce daños cognitivos y destruye parte del tejido cerebral, especialmente a nivel del lóbulo frontal, siendo particularmente dañino en jóvenes cuyo cerebro aún está en desarrollo. El consumo elevado y rápido, como en los “botellones”, incrementa este efecto neurotóxico, multiplicándose si se mezclan con otras sustancias. La dieta mediterránea aconseja el consumo moderado de vino tinto de calidad, preferiblemente ecológico, para evitar pesticidas y sulfitos dañinos.

quinoa

Alimentos que perjudican y alimentos que protegen

Es importante evitar el azúcar refinado y los alimentos procesados, pues producen elevaciones de glucosa en sangre seguidas de hipoglucemia. El cerebro necesita niveles estables de glucemia, por lo que se deben evitar alimentos dulces y refinados, utilizando en su lugar grano entero como el arroz integral, pan de espelta o quinoa. Estos no solo aportan energía sostenible, sino que también favorecen la salud cerebral.


La quinoa favorece nuestra actividad cerebral


Es recomendable evitar un desayuno dulce que cause un pico de glucosa. Optar por opciones ricas en grasas saludables y proteínas es ideal: pan integral, frutos secos, huevo, aguacate, proporcionando ácidos grasos esenciales y aminoácidos necesarios para la síntesis de neurotransmisores.

Grasas saludables:

  • Reducir grasas saturadas y optar por grasas poliinsaturadas más fluidas, como las presentes en pescados, aves y frutos secos, contribuye a un cerebro más funcional.
  • Antioxidantes y vitaminas: importa consumir frutas, verduras y hortalizas ricas en antioxidantes como vitaminas A, C y E, que protegen los nervios de la oxidación.

El apoyo de la fitoterapia:

  • Gingko biloba: Aumenta la microcirculación cerebral y es útil en problemas de memoria y concentración.
  • Hongo Yamabushitake o Melena de León: Favorece la regeneración neuronal y protege de la degeneración cerebral, mejorando la calidad de vida en la vejez.

Palmira Pozuelo
Farmacéutica
www.alkemila.com

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