¿Quieres cambiar tu mundo?

Si quieres cambiar tu mundo tienes que cambiarte primero a ti mismo…

“Siembra un acto y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás un carácter. Siembra un carácter y cosecharás un destino”

Qué sabio el autor de esta reflexión, Charles Reade. Curiosamente muchos de nosotros no solemos pensar que somos los “creadores” de nuestro destino. En lugar de esto, buscamos un culpable de lo que pasa en nuestra vida, tanto personal como profesional: ¡Ay! mi jefe, el gobierno, mi pareja, mi estatus social, etcétera. Pocos nos damos cuenta de que todo lo que tenemos en la actualidad, nuestro éxito o fracaso, nuestras circunstancias, lo hemos creado o atraído nosotros mismos. ¿Cómo? Con nuestra manera de pensar, de ver el mundo, de actuar… Con todas las pequeñas decisiones que tomamos en nuestro día a día… ¿No estas conforme con lo que tienes? Bien. ¡Cambia ya! Es posible y me gustaría enseñarte cómo hacerlo.

¿Te sientes feliz llevando las riendas de tu vida?
¿Sueles conseguir lo que te propones?
¿Tienes la capacidad de expresar lo que verdaderamente sientes?
¿Tienes relaciones fuertes con los demás?
¿Tienes un trabajo que te aporta satisfacción personal y crecimiento económico?

Si has respondido “sí” a las 5 preguntas, ¡te felicito!. Has conseguido encontrar el equilibrio en tu vida. Sabes lo que quieres y tienes la autoconfianza y la fuerza suficiente para seguir tu propio camino a pesar de lo que puedan opinar los demás. Actúas en coherencia con lo que sientes y tienes hábitos diarios que te ayudan a conseguir tus metas.

Si no ha sido así, tal vez te sientes frustrado, incomprendido o fracasado. Te entiendo. Todos hemos pasado por ahí en algún momento de nuestra vida. No te preocupes. Si estás dispuesto a salir de tu zona confort, cambiar tu perspectiva de la vida y aprender a utilizar el poder de tu mente, te aseguro que podrás diseñar una vida personal y profesional mejor para ti y para tu familia.

Todo comienza por entender tu propia “programación interna”

Ya hemos comentado que tu forma de actuar, tus hábitos y las decisiones que tomas cada día son los responsables de tu situación actual. Ahora, ¿qué podemos hacer para crear una vida que realmente valga la pena ser vivida? Hay que entender primero que tu forma de pensar, hablar y actuar es el resultado de tu “programación” interna. Para ello haré un símil:

Imagínate un ordenador. Un ordenador tiene su hardware (los componentes físicos), su software y su sistema operativo, que es la parte intangible que hace posible la realización de una tarea específica. El software funciona a base de su programación y de los datos almacenados en él y cuando está bien programado, con datos de calidad y se actualiza periódicamente, obtenemos resultados satisfactorios. Si no, el software genera respuestas erróneas o la realización de la tarea solicitada no se hará de forma eficaz.

Las personas funcionamos de forma similar. Nuestro cuerpo es el hardware y nuestra manera de pensar, hablar y actuar está controlada por nuestra “programación interna”, nuestro propio software y éste trabaja de forma automática, basándose en todas las experiencias vitales que has acumulado a lo largo de la vida: recuerdos, vivencias, experiencias o creencias. El software contiene tus patrones de aprendizaje y de conducta, abarca hasta tu propio “mapa de la realidad” y tus representaciones de lo que percibes. Si tu “software” está bien programado y lo mantienes “actualizado” es muy probable que estés muy contento con tu vida, la vivas de forma plena, te sientas feliz, afortunado, agradecido y contento contigo mismo. Y eso, quedará reflejado en los resultados.

Sin embargo, si el software está basado en “malos datos” – creencias limitantes, una forma de ver la vida pesimista, pensamientos inútiles y poco constructivos, te sentirás descontento, frustrado, infeliz y preguntándote continuamente ¿por qué me pasa todo esto a mí?

Cuando eres capaz de comprender cuál es tu “programación” interna, llevando los contenidos del inconsciente al consciente, empiezas a descubrir tus propios patrones de comportamiento. El autoconocimiento es el primer paso al cambio…

PNL, la técnica para autoconocerse y relacionarse mejor

La Programación Neurolingüística (PNL) es un conjunto de técnicas para educar a las personas en la autoconciencia y la comunicación efectiva, así como para cambiar sus modelos de conducta mental y emocional. La PNL te da herramientas para decidir qué es lo que quieres para tu vida, cómo lo quieres, en cuanto tiempo y de qué manera lo quieres. Te hace responsable del rumbo elegido para tu vida, en lugar de ser un simple espectador.

La PNL te da un manual y unas estrategias de cómo usar el celebro para ser mejor persona, sentirte realizado y te aporta una serie de estrategias para modificar tu conducta, tus capacidades, emociones, creencias y valores. Además, desarrollarás la capacidad de descubrir cómo te perciben los demás y aprenderás cómo comunicarte mejor utilizando tu lenguaje verbal, no-verbal (gestos, movimientos, expresión corporal, facial etcétera) y para-verbal (el tono y ritmo de tu voz, sonidos, silencios etcétera).

Todas las conductas tienen una intención positiva incluso las aparentemente nocivas y agresivas. Nos ayudan a sobrevivir, perpetuarnos, a ser felices. Por ejemplo CHILLAR puede ser una estrategia para ser reconocido, GOLPEAR para alejarnos del peligro, ESCONDERSE para sentirnos seguros. Con PNL entendemos nuestros propios patrones de conducta para después reconducirles a una conducta más productiva.

En todos los ámbitos de tu vida…

La PNL tiene muchas aplicaciones que van mucho más allá de conocernos mejor, aumentar nuestra autoestima y pensar de manera positiva y constructiva. Los terapeutas la utilizamos para conocer mejor al paciente, detectar sus creencias limitantes, su autoimagen y su manera de interactuar con el entorno. En los negocios se utiliza en las ventas y para mejorar el rendimiento del personal. Nos ayuda a mejorar la salud, manejando el estrés o combatiendo la depresión, fobias, miedos, adicción u otras disfunciones. En el sistema educativo para aumentar la capacidad de aprendizaje y gestionar el fracaso escolar; en el sistema jurídico, es utilizada para detectar un perfil de personalidad o de comportamiento del sujeto. Y por supuesto en la comunicación, cómo una técnica vital para presentadores, escritores, periodistas o políticos que necesitan comunicarse con el público de manera poderosa e influyente.

Una premisa para saber en qué lenguaje habla el paciente

La PNL nos permite a los terapeutas escuchar el lenguaje de los pacientes con muchos matices, ya que el lenguaje del paciente, encierra grandes claves para que la intervención pueda ser terapéutica. Al paciente hay que acompañarle, modelarle y acompasarle, con su propio lenguaje, y posteriormente, tener la habilidad de cambiar la forma de expresarnos logrando adelantarle y que él nos siga, nos modele y nos acompase, sin darse ni cuenta. De este modo el terapeuta ayuda al paciente a desprogramarse y a reprogramarse.

Si el lenguaje del paciente es visual hablará rápido. La tendencia de sus ojos será la de mirar hacia arriba y, mientras habla, su lenguaje estará formado por frases que contengan palabras o cualidades visuales: “¡Lo veo! ¡Ahora lo veo claro! ¡No lo veo! ¡Eso es brillante! ¡Claro! En este caso el terapeuta al comienzo de tratarle le acompaña/acompasa discretamente. Basta con repetir oportunamente sus frases: Claro, ¿lo ves? Y tú, ¿en qué eres brillante? Puede hacerle notar alguna necesidad asociada a una palabra visual diciéndole: ¿qué necesitarías para ver con claridad ese problema? El paciente empieza a estar más confiado, se fija en su percepción, en su cuerpo, con un lenguaje visual propio y con el lenguaje kinestésico del terapeuta, dentro del marco de una pregunta que le conectará con una necesidad propia.

Si eres de los que quieren cambiar, mejorar y comenzar a disfrutar una nueva vida, ¡comienza a tomar acción! Sé que lo puedes hacer y te animo.

¡Te mereces una vida plena y feliz!

Isabel Pérez Broncano.
Reflexóloga – Autora del libro Reflexología Integral.
Directora de Ranvvai Escuela de Reflexologías y Centro de Terapias Naturales
www.ranvvai.com