La Sinfonía de la Acción: Meditación en Cada Movimiento

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2,3 minutos de lecturaActualizado: 26/12/2024Publicado: 26/12/2024Categorías: Ramiro CalleEtiquetas: , , , , , ,

La acción no tiene por qué ser solo agitación; puede ser meditación. Mantener una actitud meditativa en nuestras actividades diarias implica estar centrados y concentrados en el presente. Esto significa encauzar nuestra energía de manera consciente, desplegar la atención plena, fomentar la ecuanimidad y encontrar un profundo sosiego interior. Es imperativo aprender a recuperar la calma cada vez que nos distraemos y esforzarnos por desarrollar lucidez y compasión.

Cada actividad puede convertirse en una práctica meditativa si abordamos cada tarea con la mente alerta y serena. Así, acciones que normalmente se llevarían a cabo de forma mecánica se transforman en oportunidades para un profundo ejercicio de conciencia, sin dejarnos llevar por la ansiedad por los resultados. Esto, como bien dijo Kipling, nos permite “mantener la cabeza tranquila cuando todo alrededor es cabeza perdida”. Debemos esforzarnos por realizar nuestras actividades con interés, pero sin aferrarnos a los resultados, evitando así el aborrecimiento y el odio. La clave está en mantener la tranquila atención serena en cada instante.

Las poderosas reflexiones de Vivekananda aportan aún más profundidad a nuestra práctica: “Trabajad como si fuérais en esta tierra un viajero. Actuad incessantemente, pero no os ligueis; la ligadura es terrible. Este mundo no es nuestra morada; es solamente uno de los escenarios por los que vamos pasando”. Esta actitud de desapego nos lleva a la verdadera meditación en la acción: contemplar cada movimiento sin encadenar el presente al pasado o al futuro, asumiendo los acontecimientos con una actitud ecuánime, evitando reacciones desproporcionadas.

Existen dos formas de meditación: la sentada y la acción. Cuando practicamos la atención plena, podemos aprender de todo lo que hacemos, utilizando cada tarea como soporte para entrenar nuestra concentración, ecuanimidad y lucidez. La atención nos brinda precisión y profundidad, lo que nos permite estar en un estado meditativo ya sea preparando una simple ensalada o disfrutando de un paseo.

Vivekananda, un gran karma-yogui, dijo: “Actúa, actúa, pero no dejes que ni una sola onda de inquietud alcance tu cerebro”. Conozco a Antonio García Martinez, un amigo y practicante de yoga, que representa este equilibrio. A pesar de su vida como ejecutivo, su interior resplandece con el espíritu de un yogui, siempre tratando de recuperar su calma en momentos de agitación.

Cada trabajo y actividad pueden ser realizados de manera robótica o con un enfoque consciente y meditativo. Así, los frutos de la meditación sentada se trasladan a la vida cotidiana, permitiendo que la tranquilidad predomine, incluso en tiempos de frenética actividad.

Ramiro Calle

Director del Centro de Yoga Shadak y escritor

 

Autoridad del Yoga y Escritor. Director del Centro Sadhak

Ramiro Calle

Autoridad del Yoga y Escritor. Director del Centro Sadhak

Ramiro Calle

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