Dentro de las técnicas que utilizo en los tratamientos corporales hay una muy específica, no muy conocida y sin embargo extremadamente eficaz, que es el masaje profundo de tejido conectivo.
Se trata de un masaje muy intenso que se realiza profundizando mucho, pero de una forma muy lenta y gradual. Puede aplicarse en cualquier zona del cuerpo donde encontremos una contractura o una tensión que esté afectando a la movilidad del organismo.
El tejido conectivo es un tejido de sostén que se encuentra distribuido por el cuerpo recubriendo todas y cada una de sus partes: fibrillas musculares, paquetes musculares y órganos. Este tejido forma capas que por un lado hacen la función de envolver, y por otro separan (unos órganos de otros, unas fibras musculares de otras, unos paquetes musculares de otros) y a la vez uniendo todo. Rellena espacios y sirve como lugar donde se intercambian sustancias.
En condiciones ideales es blando y flexible, pero, debido entre otras cosas a que también acumula toxinas, es fácil que se endurezca y pierda la flexibilidad que debe tener para que el funcionamiento del organismo sea correcto.
En condiciones normales, permite que los distintos paquetes musculares se desplacen unos sobre otros con suavidad y lo mismo con los órganos. Sin embargo, si se endurece impide este mismo movimiento.
En el caso de los músculos, como envuelve cada una de las fibrillas musculares y luego el paquete muscular completo, es fácil entender que si se endurece impida que el músculo funcione con normalidad, pues actúa en este caso casi como una coraza que limita el movimiento. El tejido conectivo endurecido es el causante, muchas veces, de que no podamos librarnos de una contractura, ya que un masaje que no sea lo suficientemente profundo no le devuelve la flexibilidad.
El trabajo profundo de tejido conectivo es un masaje destinado a devolver la flexibilidad al mismo y con ello eliminar contracturas y tensiones que no desaparecen con un masaje normal. Se realiza utilizando puños, codo o antebrazo, profundizando mucho, con mucha lentitud y gradualmente, siempre teniendo en cuenta a la persona que recibe el tratamiento y adaptando la presión a las necesidades individuales de cada paciente.
Este masaje, que inicialmente puede resultar algo doloroso, es sin embargo una de las pocas técnicas que conozco capaz de llegar a eliminar una contractura que está instalada muy profundamente en el tejido. A medida que se va recibiendo se va sintiendo como la contractura literalmente se deshace.
La sensación posterior es de relax y liberación de la tensión. Al día siguiente del tratamiento es normal sentir el cuerpo dolorido, con una sensación como de agujetas, pero con una movilidad y ligereza que hacía tiempo que no se experimentaba.
Además de aliviar tensiones musculares, es muy eficaz para resolver problemas viscerales ya que, como decía, también envuelve los órganos y si está endurecido puede impedir el correcto deslizamiento de unos órganos sobre otros y contribuir a problemas como estreñimiento o malas digestiones.
Este masaje junto con estiramientos, técnicas más suaves de masaje convencional y manipulaciones osteopáticas constituye la base del tratamiento corporal global que realizo, junto con la acupuntura, para aliviar todo tipo de problemas de origen estructural u orgánico.
Belén Benito
Licenciada en Ciencias Biológicas Acupuntura, Osteópata
acupuntuaymas.com
