Los sentidos son nuestras ventanas a la vida. A través de ellos cogemos o desechamos las oportunidades que la vida nos ofrece diariamente. Con la información que ellos nos aportan construimos nuestra visión del mundo.
Los sentidos y el rostro son indicadores de nuestro equilibrio y armonía emocional y, por lo tanto, de nuestra belleza y juventud.
Al despertar, abrimos nuestros sentidos para iniciar la relación con un nuevo día. Estos son los encargados de recoger la infinidad de informaciones emocionales y estímulos energéticos del exterior. Y, a su vez, emiten la información emocional que queremos transmitir a través de la mirada, la palabra y los gestos.
La información que recogen los sentidos llega a la mente automáticamente, pero la mayoría de esa información es inconsciente. Con ella, elaboramos nuestras ideas y pensamientos, por lo que es crucial que nuestros sentidos estén limpios, abiertos y alineados energéticamente. Solo así evitaremos enredarnos con la confusión que provoca la información externa. Unos sentidos equilibrados seleccionan de forma automática lo positivo y descartan lo negativo.
Las funciones emocionales de los ojos, la nariz, la boca y las orejas.
Cada sentido lleva inscritas tres palabras que indican su función emocional, situándose en lugares específicos de cada uno. Cada palabra se vincula con una de las tres energías base de nuestro cuerpo: 1ª, la Energía Masculina que ancla en la realidad; 2ª, la Energía Femenina que nos vincula con el entorno; y 3ª, la Energía Expansiva que concreta nuestros proyectos e ilusiones.
En este artículo me enfocaré en los ojos y la nariz, proporcionando herramientas para mantener su máxima capacidad y belleza día a día.
Las funciones emocionales de los OJOS:
1ª. VER. Se localiza en el globo ocular y su color es marrón. Al ver, nuestra atención se centra en una información concreta que tenemos delante. Si algo no nos gusta, podemos caer en la trampa de negarlo o deformarlo, lo que nos impide actuar en consecuencia.
2ª. OBSERVAR. A través de las pestañas, que funcionan como antenas minúsculas, captamos información relevante, almacenando muchas percepciones sutiles que, aunque no siempre son evidentes, afectan nuestro estado emocional. Un picor en los ojos puede ser una señal de haber observado en exceso.
3ª. MIRAR. Este acto se ejecuta cuando hemos seleccionado lo que nos interesa y decidimos conocerlo en profundidad. Al establecer relaciones auténticas, miramos a los ojos con confianza. Esta función se manifiesta en los párpados, que vibran en color lila.
Las funciones emocionales de la NARIZ:
La nariz, en su totalidad, vibra en color rojo y nuestro olfato nos permite “intuir” la verdad de lo que tenemos delante.
1.ª OLER. El olfato capta un olor dominante que asociamos automáticamente a una emoción, reflejándose en el tabique de la nariz.
2ª. OLFATEAR. Esta función se sitúa en las aletas de la nariz y nos permite captar múltiples olores, llevando a una saturación emocional que puede originar congestión nasal.
3ª. RESPIRAR. La respiratory está relacionada con la energía expansiva, situada entre los ojos. Situaciones o personas pueden “quitarnos el aire”, dificultando nuestra expresión emocional.
Cómo mantener nuestros sentidos jóvenes, bellos y saludables.
Para mantener nuestros sentidos en óptimas condiciones, existen dos tipos de herramientas: los ejercicios que desbloquean y armonizan los sentidos, y el “maquillaje emocional” que garantiza su máxima capacidad energética y nos permite proyectar una imagen renovada para ser receptivos ante las oportunidades que la vida nos ofrece.
Para los OJOS:
Ejercicio. Utiliza un temporizador para programar 5 minutos. Siéntate en posición yóguica sobre una manta, cierra los ojos y visualiza los párpados en color lila. Toca suavemente el globo ocular con los dedos índices y verbaliza: “¿Qué es lo que me da miedo mirar de mí mismo o del entorno?” Durante el ejercicio, verbaliza lo que surja en tu mente sin analizarlo. Al finalizar, notarás frescor y relajación, y tu visión mejorará si repites el ejercicio durante 30 días.
Maquillaje. Durante esos 30 días, aplica un maquillaje específico para los ojos tres veces por semana: sombra amarilla suave, línea superior marrón y línea interna lila en la parte inferior. Usa un rimel lila fuerte para activar una mirada relajada y sutil, y capturar solo lo que potencia tus ilusiones.
Para la NARIZ:
Ejercicio. En la misma postura, visualiza tu nariz en rojo y utiliza los dedos índice y pulgar para pellizcar suavemente la zona expansiva de la nariz entre los ojos durante 5 minutos. Pregúntate: “¿Quién o qué me quita la respiración y por qué lo permito?” Realiza este ejercicio durante 30 días el mes siguiente al ejercicio de los ojos.
Maquillaje. Comienza aplicando base en la nariz y extiende por tu rostro, aplicando además un poco en las orejas mientras afirmas: “Las situaciones del entorno no alteran mi equilibrio emocional”. A continuación, usa colorete terracota para mantenerte centrado y equilibrado emocionalmente desde la tranquilidad.