Los problemas visuales afectan a un alto porcentaje de la población española. Estos defectos no están producidos normalmente por deficiencias anatómicas del ojo, sino que tienen su origen habitual en nuestro modo de vida.

Al ser así, podemos revertir el proceso de deterioro visual recuperando hábitos saludables de visión. El Yoga Ocular nos ayuda a volver a una forma de mirar natural y sin tensiones.

Si paseando por la calle nos fijásemos en cuantas personas usan gafas, veríamos que su uso es muy frecuente. Si consideramos que muchos de los que no las usan llevan lentillas, comprenderíamos que su número es aún mayor.

Con motivo del Día Mundial de la Visión, el 14 de octubre de 2010, La Organización Mundial de la Salud (OMS), informaba de que el 75% de la población española padece algún tipo de problema visual, señalando que la mayoría tienen solución, y de que el 80% de los casos de ceguera que existen actualmente en el planeta, se pueden evitar.

¿Somos conscientes de que podemos mejorar nuestra visión evitando su degradación progresiva?

Preguntando a cualquier persona con deficiencias visuales si considera que su vista puede mejorar, nos contestará sin duda que no, y que probablemente empeorará con el tiempo.

Desconocemos que existen medios alternativos al uso de gafas, lentillas, o cirugía para mejorar nuestra visión. A fin de comprender la repercusión que tiene en nuestras vidas el deterioro general de nuestra capacidad visual, si considerásemos un porcentaje tan alto de incidencia (75%) en cualquier otra patología (cáncer, artrosis, dolencias cardiacas por citar sólo algunas), esta situación adquiriría un tinte dramático.

Pero ¿se puede hacer realmente algo?

Aunque nos cueste creerlo, sí. Hace un siglo, en EE UU, un oftalmólogo se planteó la posibilidad de mejorar la agudeza visual de los pacientes mediante una «gimnasia» que permitiera a los ojos recuperar la tonicidad y las funciones que habían prestado durante toda su vida. El doctor Bates (1860-1931), elaboró mediante investigaciones propias, un «Método de Entrenamiento Visual o Mejora Natural de la Visión». Fue un pionero en este campo y tras él, surgieron discípulos y seguidores que fueron haciendo este método cada vez más conocido y utilizado.

A partir de entonces surge un desarrollo que nos lleva a situarnos en nuestro país.

Desde hace más de 20 años, Manuel Palomar, profesor con gran experiencia en la enseñanza de yoga en Valencia, investiga todos los sistemas e ideas conocidos acerca de la recuperación visual. Ha viajado por distintos países, y hablado incluso con discípulos directos del Dr. Bates, indagando en los distintos métodos. Con su dilatada experiencia, ha elaborado un método que sistematiza y ordena los sistemas anteriores además de incorporar ideas propias. Este es el método bautizado como «Yoga Ocular» que actualmente se enseña en el Centro Aurobindo de Valencia, donde se forman sus monitores.

En qué consiste el método.

La oftalmología actual considera el globo ocular como un objeto rígido e indeformable. Muchas de las patologías más frecuentes se producen cuando este se deforma por excesiva extensión (miopía) o por excesiva contracción (hipermetropía), pero en personas que antes no padecían esta situación, ¿por qué se ha producido si el globo ocular es indeformable?

Desde la medicina oficial el cristalino sería el único método de acomodación de la visión a la distancia mediante los cambios de curvatura producidos por los minúsculos músculos ciliares. La única corrección posible a su descompensación es la utilización de lentes artificiales (gafas o lentillas) o la aplicación de incisiones que cambien la curvatura de la cornea. Del mismo modo se corrigen los problemas derivados de la deformación del globo ocular (miopía, hipermetropía y astigmatismo). Desde el Yoga Ocular se considera este como una estructura elástica y adaptable, configurada por la contracción y relajación de los músculos rectos y oblicuos que operan sobre el ojo. El globo ocular puede (y de hecho lo hace automáticamente) adaptar su forma para lograr la mejor acomodación posible a fin de alcanzar una visión correcta.

Si los ojos fueron perdiendo agudeza visual, ¿no será posible revertir el proceso?

Sí. Al igual que rehabilitamos un miembro que ha sufrido una lesión, podemos trabajar para rehabilitar nuestros ojos y que recuperen la agudeza visual perdida. Esta, en la mayoría de los casos, se ha producido tras muchos años de hábitos de visión incorrectos.

¿Cuál es la causa de esta pérdida?

A lo largo de nuestro crecimiento, pasamos de «ver» nuestro entorno de manera natural, a «mirarlo» a través de nuestra mente; miramos conceptos, dejando de ver pasivamente.

Los ojos quedan ligados de manera irreversible al proceso mental. Serán la mayor fuente de búsqueda de información. Así, más que ver, intentamos «agarrar» el exterior, con lo que los ojos pasan a estar frecuentemente forzados. Son la principal diana a la que se dirigen nuestras tensiones inconscientes, con lo que ni siquiera nos damos cuenta de que existen. La tensión crónica producida, va debilitando y atrofiando los delicados músculos que producen los distintos movimientos y acomodación de nuestros ojos.

A todo esto hemos de sumar que habitualmente nos movemos en ámbitos de visión cercana (pasamos horas trabajando frente al ordenador, leyendo, o en ambientes que raramente alcanzan una gran profundidad). Esto hace que muestro órgano visual se encuentre forzado y carezca de la libertad de movimientos que necesita para encontrarse debidamente ejercitado y tonificado.

Finalmente, nuestra retina se halla sometida a largos periodos de exposición a luz artificial. Esto la agota.

Así pues la causa principal de la pérdida de visión es la tensión mental y física motivada por nuestro estilo de vida y las largas horas durante las que únicamente miramos objetos cercanos.

La experiencia nos lleva afirmar que, salvo algunos casos (cataratas, glaucoma, degeneración macular…) no hay ojos enfermos, sino excesiva tensión en los músculos oculares. Así el Yoga Ocular destaca porque es un método objetivo, con resultados cuantificables que los propios participantes comprueban por sí mismos, y por el énfasis puesto en la adquisición de buenos hábitos visuales con los que se garantiza que la agudeza visual recuperada no se pierda.

Eduardo Pérez y Mari Mar García

Monitores de Yoga Ocular formados por Manuel Palomar en el Centro Aurobindo (Valencia)

Centro Pachamama en Majadahonda (Madrid)

www.centropachamama.es