Los Rayos de Creación Universal son emanaciones primarias con capacidad creadora en estado puro y con las frecuencias correspondientes a cada nivel de intención y proyección esencial. Personifican el Divino Propósito, que son las Leyes que rigen el Universo y aportan la mismo el anhelo a evolucionar.
Son 7 los rayos, formando el septenario de la Unidad Original, como forma de diversificación creadora, necesaria para la completitud del ser. Son las 7 características predominantes de la vida en manifestación, la suma total de la Divina Conciencia o mente de Dios.
El Uno se disecciona en 3 partes, pero integrando en cada una de ellas su totalidad como 1, dando paso a una 4ª y de ahí se derivaron 3 más y de éstas 7 partes 5 más. Formando así una cadena de manifestación enfocada u orientada hacia su esencia primaria. De esta forma, las partes se potencian, enriquecen y mejoran, volviendo a la Unidad engrandecidas. Son la variedad en la unidad, de forma que, cada una de ellas, tenga una parte de la totalidad, así se experimenta desde cada modalidad energética, hasta poder ir completando las demás y completarnos de nuevo en la unidad.
Cuando la Unidad o Fuente creadora se proyectó en las 7 primeras llamas de existencia, dio forma a su vez a las 7 Fuentes Creadoras o Elohim de cada una de las llamas, de forma que éstas pudieran, como esencia pura de rayo, crear aquellas energías nuevas y con posibilidad de existencia que luego dieran forma en los distintos niveles de conciencia o planos de realidad posibles. La multidimensionalidad tuvo sentido y realidad.
Cada uno de estos 7 rayos, en realidad, como emanaciones creadoras del 1 y, por tanto, semejantes a él, posibilitan la existencia de una variedad de 7 familias energéticas formadas con la esencia de cada una de las 7 frecuencias de rayo.
Cada una de las 7 familias, conforman una unidad de almas con afinidades y evoluciones en similitud a su intención y vibración.
Cada grupo de almas, a lo largo de los tiempos, tendrán vidas de reconocimiento y ayuda mutua, con el fin de llegar al final de tiempo unidos a la fuente propia de su frecuencia original. Pero antes tendrán que pasar por tantas vidas y experiencias como sean necesarias para su evolución y completitud.
Asimismo habrá que experimentar en los otros 6 niveles frecuenciales de existencia, ya que en cada rayo anida la esencia de los otros 7.
Una vez conformada la cadena y cerrada ésta, las 7 familias se fusionarán en una sola y de ahí surgirá el regreso a la Fuente Creadora Primigenia.
Cada una de estas llamas poseen unas cualidades específicas, su energía se proyecta hacia determinados aspectos de la totalidad, de la Unidad.
Igualmente estas 7 llamas, tienen una relación entre ellas, se dividen en 3 bloques que son los que confirman como símbolo a la Flor de Lys blanca.
Los 7 rayos tienen diferentes frecuencias, traducidas en color que es, como desde nuestros planos densos de 3D, los identificamos. Así, los rayos tienen las siguientes frecuencias: azul, amarillo dorado, magenta, blanco, verde, oro-rubí y violeta. Los colores son las representaciones en nuestro plano de 3D, como decía, de lo que son y representan en sus planos superiores de existencia. Pero es fácil ver que en los rayos existen niveles dentro de ellos, lo que nos habla de un nivel trascendido o superior, de uno medio y de uno propio de nuestro plano de 3D. En los planos superiores no existe este tipo de separación, cada uno cumple con un propósito sin más, pero en nuestros planos, los rayos no pueden expresarse en toda su plenitud por las características de lo que representa la 3D. Asimismo, dependiendo de cada persona, se percibirá una frecuencia u otra de ellos, cuanto más puros y en sintonía con su frecuencia original, más capaces de identificarlos tal cual son.
Por otro lado, cada uno de ellos, representa una cualidad de la totalidad de tal forma que:
.- Rayo 1: Azul – Voluntad divina – Acción
.- Rayo 2: Amarillo Dorado – Amor
.- Rayo 4: Blanco – Pureza
.- Rayo 5: Verde – Sanación
.- Rayo 6: Oro Rubí – Espiritualidad
.- Rayo 7: Violeta – Transformación
Cada rayo creador, posee unas cualidades y características específicas que son recogidas por aquellos seres que fueron creados por ellos, pero en realidad, al final todos formaban parte de esa mente primera y, por tanto, al final, estos 7 rayos, serán reunidos de nuevo en la unidad, así como todos los seres creados a través de ellos.
Pero aun así, podemos identificar dos bloques y un rayo que los unifica a los dos, de forma que la secuencia sería la siguiente:
• 1º Bloque: Rayos Primarios – 1º, 2º y 3º rayo, cuyos colores son el azul, el amarillo dorado y el magenta o rojo rosado. Estos 3 rayos vemos que están representados por los 3 colores primarios y básicos que dan el paso al resto de los colores del espectro.
• 2º Bloque: Rayos Secundarios – 5º, 6º y 7º rayo, cuyos colores son verde, oro-rubí o anaranjado y violeta. Estos 3 rayos vemos que se forman con la integración de 2 de los rayos del primer bloque, ya que son colores compuestos, de la siguiente forma:
5º rayo – verde: se compone de azul (1º rayo) y amarillo (2º rayo)
6º rayo – oro rubí: se compone de amarillo (2º rayo) y magenta o rubí (3º rayo)
7º rayo – violeta: se compone de azul (1º rayo) y magenta o rubí (3º Rayo)
Este hecho también implica que en cada uno de estos rayos, hay parte de las frecuencias de los 2 que lo forman, es decir, que en el 5º rayo hay parte del 1º y del 2º; en el 6º rayo, hay parte del 2º y del 3º rayo; en el 7º rayo, hay parte del 1º y del 3º rayo.
• Rayo Unificador: 4º rayo – rayo blanco. Este rayo, el 4º, es el que integra a todos los colores, de forma que el 4º es semejante o complemento del 1. En el blanco se integran todos los colores, pero como base, los 3 rayos primarios, traducido en los colores básicos, representativos de los demás, de forma que el blanco surge como integrados de los 3 primarios y que de él se derivan los 3 siguientes, para así posibilitar la existencia de los demás y formar la cadena 3-1-3.
Es el rayo integrador de la Llama Trina y el basamento para ella.
1º rayo – Azul 2º rayo – Amarillo Dorado 3º rayo – Rosa Magenta
4º rayo – Blanco 5º rayo – Verde 6º rayo – Oro Rubí 7º rayo – Violeta
El 1º, 2º y 3º rayo se unen para dar forma a una nueva existencia, el 4, que en realidad es el nuevo 1 del siguiente cuaternario. Toda Unidad se forma de una Trinidad y esta Unidad es una nueva existencia que da lugar a otra nueva Trinidad. Por lo que en realidad, sería la Trinidad más 1 o cuaternario, llamado Tetrakys por Pitágoras.
Igualmente, toda Unidad, es una Trinidad pues está formada por el polo masculino, el polo femenino y el neutro que integra y equilibra a los otros dos.
Si tomamos la figura en 2D, tendríamos un triángulo y el punto intersección de los 3 sería el 4º punto o principio nuevo. Pero si tomamos la figura en 3D, entonces sale el tetraedro o Tetrakys. Y en la
Por esto es por lo que es el 4º rayo el que actúa de puente entre la 1ª Trinidad y la 2ª, viendo la 1ª la Trinidad Básica y formadora de la 2ª y ésta la que se deriva de aquélla, cosa que podemos traducir a través de los colores, en la 1ª Trinidad con los colores básicos y en la 2ª los compuestos.
Volviendo a las propiedades de cada rayo y sabiendo que el segundo bloque se deriva del primero dos a dos, vemos que:
.- para que se produzca Sanación (rayo verde), han de unificarse la Voluntad del Ser Divino (rayo azul) con la Sabiduría (rayo amarillo);
.- para que se dé la Espiritualidad (rayo oro rubí), ha de integrarse la Sabiduría (rayo amarillo) con el Amor (rayo magenta);
.- para que se dé paso a la Transmutación (rayo violeta), ha de fusionarse la Voluntad Divina (rayo azul) con el Amor (rayo magenta).
Así es como se posibilitó la existencia en estos planos y cómo podemos entender que, en todo ser, hay una parte de divino y otra de humano, se sea como sea y quien sea.
Sol Hernández
Astróloga, terapeuta y directora de Etaci
www.etaci.org
