La juventud está en la calle de la vida

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Cuando nacemos venimos con un cuerpo joven y una piel suave. Pero cuando ese cuerpo empieza a interactuar con las palabras (que están anexadas a conceptos emocionales) nos “perdemos” y cogemos palabras negativas que disminuyen nuestro impulso vital, la autovaloración y confianza necesaria para mantener alta la energía de nuestro cuerpo joven y así no caer en la vejez y en la enfermedad.

Este proceso de deterioro nuestra sociedad lo ve como natural y consecuencia de los años vividos: eres más viejo cuantos más años tienes. Nosotros asumimos esa verdad social con nuestras actitudes e ideas y le vamos dando la razón. A veces desarrollamos una enfermedad grave para abrir la puerta de lo que llamamos muerte.

Pero podemos elegir vivir jóvenes y activos hasta que llegue el día del desenlace y para eso tenemos que situarnos en “la calle de la vida”.

La juventud

¿Qué necesitamos para mantener nuestro cuerpo en juventud real?

La clave es lograr una sobreoxigenación corporal puesto que el proceso de envejecimiento y enfermedad es consecuencia de la falta de oxigenación celular. Para ello tenemos que mantener alta la energía de los tres elementos base de la naturaleza que también están en nuestro cuerpo: Tierra, Agua y Oxígeno.

  • La Tierra abarca las piernas y la espalda. Color marrón. La tierra nos da el aplomo para andar por la vida desde la calma y el relax. La entrada a nuestro cuerpo es el ombligo. Alimento: pollo.
  • El Agua está en las costillas flotantes y de ahí sube al cuello. Color azul marino. El agua está presente en todas las relaciones. Nos ayuda a limpiar las palabras del “diccionario” que hemos ido asumiendo a lo largo de nuestra vida y que por su carga emocional nos llevan a la vejez. La entrada a nuestro cuerpo son los oídos. Alimento: pescado.
  • El Oxígeno ocupa los brazos y la mente. Color: amarillo. La entrada a nuestro cuerpo son los orificios de la nariz y al respirar lo subimos a la mente. Alimento: huevos. Necesitamos lograr el máximo de oxígeno sobrante de cada uno de los elementos para ir rejuveneciendo sus zonas. Empezaremos por el Agua porque es el comodín equilibrador de la Tierra y el Oxígeno.

Sacar los conflictos emocionales y quedarnos con la oxigenación

Visiona la situación conflictiva delante de ti con los ojos abiertos, anéxala automáticamente a una imagen cualquiera (objetos similares). Explota esa imagen. Los trocitos se irán haciendo transparentes y entran por tus oídos junto con el oxígeno resultante de la explosión. Notarás inmediatamente que el conflicto con su carga emocional desaparece.

¿Cómo vamos a trabajar el agua?

La calle de la vida” es en realidad una calle transparente, estrecha, que tiene por debajo el agua cristalina de los océanos en la que vemos piedras de colores, algas y peces globo de colores. Todos los días al levantarnos, visualizaremos con los ojos abiertos que estamos pisando ese suelo transparente. Debajo veremos el agua cristalina y cada día elegimos uno de los elementos del agua: las algas si queremos que nuestra mente esté lúcida ese día, los peces globo si queremos buenas relaciones y las piedras si necesitamos enraizamiento.

Todos los colores son translúcidos porque los colores opacos pertenecen a la calle de la muerte que es la calle de asfalto que transitamos habitualmente donde habitan la dureza, los obstáculos y el no. A lo largo del día, cuando sintamos que nos caemos a la calle de la muerte nos veremos de nuevo pisando la calle transparente de la vida.

Educadora y Terapeuta Corporal

Rosa Briones

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3,2 minutos de lecturaActualizado: 05/07/2024Publicado: 29/04/2019Categorías: Desarrollo PersonalEtiquetas: , , , ,