Hun Yuan Tai Chi Chuan, una puerta para retornar al origen

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El taoísmo, es una escuela de pensamiento que va unida de manera inseparable a Lao Tse, porque fue éste el autor de la obra «Tao Te King», el libro del camino y la virtud, que es el primer documento escrito del que se tiene noticia dentro de esta escuela de pensamiento. No podemos hablar de Lao Tse como el creador del Taoísmo, sino más bien, como el primer compilador que recogió en su obra los principios de esta doctrina». Se puede decir que el taoísmo es la base de la filosofía china. Esta filosofía, es conocida como la de los contrarios complementarios, del Yin y del Yang y es reconocida coloquialmente por el símbolo del Tai Chi, que representa a las dos fuerzas en continuo movimiento y cambio. Representan cualidades opuestas pero complementarias. Cada cosa o fenómeno puede ser a la vez el mismo y su contrario.

Para el taoísmo, las dos fuerzas forman parte de una misma naturaleza y ninguna es superior a la otra. El taoísmo defiende los valores de la suavidad, la flexibilidad, la adaptabilidad y lo que perdura; frente a la dureza, la fortaleza, lo inflexible y lo que muere. La naturaleza es el orden que deben de seguir los taoístas y deben buscarla en el interior de cada uno.

Según Lao Tse, en el Hua Hu Ching, (al parecer sus últimas enseñanzas), toda la verdad está contenida en el Tai Chi, y el Tai Chi es todo; no hay nada más allá de él. La verdad de cultivar la mente, es equilibrar las polaridades. La misma verdad también se aplica para el cultivo del cuerpo y el espíritu.

Seguir el Sendero Universal, significa practicar el desinterés y extender la virtud al mundo, incondicionalmente. De esta manera, uno no sólo elimina la pesada contaminación acumulada a lo largo de las diversas vidas, sino que también puede procurarse la posibilidad de restablecer la propia naturaleza divina original y convertirse en un ser integral del multiuniverso. Esta es la única manera de disolver la agonía creada por nosotros mismos, la miseria y la tragedia que experimentamos en nuestras vidas.

Toda expresión de vida, es la realidad de la vida misma. Cada uno de nuestros movimientos y nuestra actividad, evoca una respuesta desde la sutil energía del universo. Cuando uno no se limita imponiéndose condiciones al brindar un servicio a los demás, las bendiciones evocadas también serán infinitas.

Tai Chi, pues, es un concepto primordial de la filosofía Taoísta, y el nombre de Tai Chi Chuan, denomina al estilo de arte marcial cuyos principios surgen de esta filosofía. Desde su mítico creador, Zhang San Feng, hasta hoy, han florecido muchos linajes como la Escuela Chen ( la más antigua), la Escuela Yang, la Escuela Wu, etc.

El Maestro Feng Zhi Qian, era discípulo directo de Chen Fake (décimo séptima generación del linaje Chen y uno de los maestros más legendarios por su destreza marcial), y del maestro Hu Yiao Zhen, que poseía conocimientos muy profundos sobre las prácticas taoístas del cultivo de la energía, y definió a estos trabajos energéticos con el nombre de Qi Qong. El fusionó en el estilo originario Chen, todas las prácticas taoístas del maestro Hu, y creó el estilo Chen Xi Yi Hun Yuan Tai Chi Chuan (abreviado Hun Yuan), el estilo que se imparte en nuestra Escuela (Wutang Madrid)

El estilo Hun Yuan de Tai Chi Chuan, engloba varios sistemas de ejercicios de Qi Qong, formas de manos libres, formas de armas y prácticas meditativas, todo ello enfocado para cultivar el aspecto terapéutico, marcial y meditativo. Cada uno de los ejercicios lleva en sí estos tres sentidos, de ese modo, cuando estamos practicando,ya sea Qi Qong,ya sean formas, estamos constantemente cultivando el Qi, inmersos en un estado de meditación consciente».

Hace 18 años, llegué a la Fundación Hun Yuan de Tai Chi Chuan , presidida en España por el Maestro Pedro Valencia, y desde mi mayoría de edad en esta Escuela, quiero compartir una pequeña reflexión y un gran agradecimiento.

UNA PEQUEÑA REFLEXIÓN. UN GRAN AGRADECIMIENTO.

Pensaba, que todo tenía un porqué….

Que todo era lógico….ordenado…

Que las cosas, sólo eran de una manera…

Y que todo, se podía explicar desde la razón!!

Estudié Ciencias Biológicas, quería saberlo todo!! , explicarme hasta el último mecanismo…del porqué esto…del porqué aquello… ¡ordenado!… ¡ordenado!

Durante un tiempo, investigué mecanismos finísimos de comportamientos de células neuronales y autoinmunes…¡Todo….muy lógico, muy estudiado, muy razonado, muy científico!

De repente, algo no tan lógico, ni razonado, ni ordenado…ocurrió en mi interior. Tuve una fuerte llamada de la Naturaleza, y lo único que me importaba en el mundo, era formar una familia.

Pues….en esas estaba…cuando un día, apareció ante mí la palabra TAI CHI, …¿Tai Chi?…pero…no, no es una proteína….ni una base nitrogenada……ni….¿que es esto?… Poco sospechaba entonces, que era la Puerta de mi Nuevo Universo.

Empecé a practicar.. y, a darme cuenta, de lo torpe que era. ¡¡Caramba!!, yo, que me había aprendido rutas bioquímicas infinitas… era incapaz de recordar movimientos, que vistos en mis Maestros, aparentemente, eran sencillos.

Pronto empecé a bombardear con preguntas…. Pero…¿entonces?…¿esto, que es?….¿Chi?… ¿Energía?…pero, cómo que Energía?. Es…¿Adenosin Tri Fosfato?…sí, si, claro, eso es…..y…pero…¡¿Cómo que sonría al Hígado?!… pero… ¿a los Hepatocitos?….Entonces…Tantien…¿Tantien?.. ¿Calderos?….Ah¡¡¡¡¡ ¡¡no entiendo nada!!…

Practica, María, practica…me decían…¡hay otras formas de conocimiento que se obtienen a través de la experiencia del corazón, más allá de la mente racional!

Pero…es que…sin saber que estoy haciendo…¡

Practica, María, practica… ¡Esa era la respuesta de mis Maestros!

No se que me ocurrió… no se que acontecía…Pero, esta Práctica me llevaba a algo, que, aún sin comprender desde la razón, no podía dejar escapar..

Sentía¡¡, me sentía parte de algo, no fuera, sino dentro, o no dentro, sino fuera… o, mejor aún..dentro y fuera a la vez,¡¡ ¡¡ inmersa!! ¡ no distinta de algo! y, siempre ¡dentro de un Todo!….

Pasarían muchas cosas… muchos aconteceres en mi vida.. y, como en el TAO, hubo yin y hubo yang. Todo un aprendizaje en el que tuve la inmensa fortuna, de contar con Maestros y compañeros de práctica que siempre me empujaron a continuar en esta maravillosa aventura llamada ¡Vida!, a través del Hun Yuan Tai Chi Chuan.

Quiero expresar mi agradecimiento, a mis queridos Maestros, Pedro Valencia y Cecilia Lam, a la Maestra Feng Xiu, al Maestro Chen Xiang… a mis Maestros más cercanos de Wutang Madrid, a los Discípulos, a mis compañeros de práctica, a mis alumnos…. Por todo lo que me enseñaron, por el inmenso cariño que, con tanta generosidad, siempre me dieron… ¡ Por hacerme reir!..

Y, quiero, hacer una mención especial al Gran Maestro Feng Zhi Quiang. Gracias a su generosidad y a su inmensa apertura, nos transmitió este magnífico estilo de Tai Chi Chuan, para ayudarnos a RETONAR AL ORIGEN (Hun Yuan).

¡Que el viento nos traiga siempre, como un precioso baile, este hermoso Legado! ¡Y, que como viento, vaya y venga para EL BENEFICIO DE TODA LA HUMANIDAD!

Gracias.

María Aparicio

Profesora de Wutang

(Wutang Madrid).

www.taichimadrid.com

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6,5 minutos de lecturaActualizado: 20/08/2017Publicado: 19/12/2012Categorías: Estilo de VidaEtiquetas: , ,

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