Entrevista con Helena López-Casares

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¿Y a ti también te han roto el corazón?
Todo lo que debes saber y hacer para superar una ruptura.

El desamor es una situación dolorosa que experimentamos en algún momento de nuestras vidas. En este libro de Editorial Alienta, la periodista, coach, y terapeuta transpersonal, Helena López Casares, nos da herramientas prácticas para ayudarnos a atravesar este proceso con éxito, extrayendo el mayor aprendizaje sobre uno mismo y sobre las relaciones para recuperar la serenidad y la alegría de vivir.

Helena López-Casares, es formadora, experta en psicología positiva y ha dirigido y presentado el programa Escuela de Padres en Vaughan Radio y TV. Colabora en el Huffington Post.

– Las separaciones y divorcios son el 2º y el 3º evento vital más estresante según la Organización Mundial de la Salud, tras la muerte del cónyuge. ¿Por qué lo vivimos así?

El origen de ese dolor es que lo vivimos como una fracaso cuando en realidad hay que vivirlo como una experiencia de vida. No hemos sido educados en el error y en el fracaso, sino en el éxito. Hay que ser exitoso en los estudios, en el ámbito laboral,…
No tenemos garantía de nada en esta vida. La vida es un riesgo y asumir un riesgo es abrirme y entregarme. En una relación yo tengo que entregarme al 100%.

A partir de ahí pasan cosas. Puede haber un cambio de valores, puede haber proyectos de vida que se van desviando,… Lo que pasa es que lo vivimos como una gran fracaso. Nos decimos: “Ya tengo 45 años y ahora ¿qué voy a hacer?”. ¿Cómo que qué vas a hacer? Asumirlo, integrarlo, pasar el duelo y seguir viviendo abierto a las cosas que la vida nos ofrece.
Hay una parte emocional que se queda muy herida. Cuando nos separamos, independientemente de que seamos o no la persona que toma la decisión, hay un sufrimiento porque es como si nos abandonáramos de alguna manera. Es como dejar nuestra zona de confort, e ir a una zona de incertidumbre, donde no sabemos qué va a pasar.

Nos sentimos como un niñ@ desvalido que no sabe qué hacer. Hay que apelar al adulto dentro de un@ mism@, para que dé cobijo a esa parte nuestra de niñ@ que se despierta en una ruptura, para trabajar el duelo desde el adulto, no desde el niñ@.

– ¿Cuál serían las fases de un duelo sano?

El duelo tiene 3 fases. La primera fase es la de incredulidad y el shock. Incluso cuando has tomado tú la decisión de separarte el día que estás sacando las cosas de casa o firmando estás en shock: “¿Cómo es posible que me haya atrevido a dar este paso”

Si te han dejado, en esta primera fase puedes estar en negación y pensar que es solo una rabieta y que todo volverá a la normalidad dentro de nada. La realidad no es esa; la realidad es que esa persona te ha dicho que quiere romper la relación.

Después de ese shock viene el “tomate”, la fase aguda: toda la montaña rusa emocional que va a pasar en tu mundo interior. En esa fase se van a desatar todas las emociones. Algunas van a venir mezcladas con lo cual no sabes si tienes rabia, si tienes tristeza, o una mezcla, y hay días que estás realmente abatido de dolor.

Para atravesar esta fase correctamente tienes que entrar en la emoción porque si no se desata la cara más destructiva de la emoción. Por ejemplo la cara destructiva de la ira es la rabia, y la rabia lleva al rencor y al resentimiento y desde ahí no se puede vivir. La cara más destructiva de la tristeza es la depresión.

En cambio la cara constructiva de la tristeza es la aceptación. Cuando yo lo acepto me voy sintiendo mejor, voy integrando más cosas y voy recuperándome. La cara positiva de la ira es la valentía, el arrojo; toda esa fuerza que yo tengo la utilizo para salir adelante, para defenderme a mí mism@, no para atacar al otro. Hay que utilizar la energía “para”, nunca “contra”.

– ¿Cómo manejamos los sentimientos hacia el “ex”?

En el duelo a veces utilizamos la energía “contra”; tenemos pensamientos destructivos hacia la otra persona. Encima si ha rehecho su vida le deseamos que le vaya mal y sufra. Ese “contra” puede verse en el espionaje a través de las Redes Sociales, de hacer falsas llamadas perdidas, la venganza utilizando a los hijos… Todo eso es energía “contra”. La energía “para” es la energía que vas a utilizar para ti.

En esa fase el control de la respiración es fundamental. Tenemos que dedicar espacios a técnicas respiratorias, que se utilizan para las prácticas contemplativas, meditativas y de relajación. Esa respiración serena y controlada, tiene una propiedad desde el punto de vista neurocientífico, y es que ayuda a que el pensamiento circular se desate; no el lineal (causa –efecto), sino el de la posibilidad, y llama a las puertas del hemisferio derecho, con lo cual se despierta el pensamiento intuitivo, y empiezan a aparecer ideas de lo que puedes hacer por ti y para ti.

Esto es una experiencia mía, de aprendizaje, que debo vivir desde mi equilibrio y desde mi eje. Cuando estoy obsesionado con el otro no lo vivo “desde” mí, sino lo vivo “contra” mí.
La respiración me ayuda a entrar en armonía, en equilibrio y me ayuda a atravesar las emociones puras: la tristeza pura, la ira pura… Cuando la ira se ha vaciado y has aceptado todo lo tiene que decir, integras ese mensaje tranquilamente y a partir de ahí surgen alternativas de vida. Si no lo haces estarás reprimiendo la emoción, y eso toma forma en una gran sombra que nubla nuestra vida.

Esa fase puede durar desde 3 meses hasta 3 años; depende mucho de la intensidad con la que has vivido esa ruptura, de lo que signifique en tu vida, de cómo estés y cómo seas capaz de trabajarte.

A partir de ahí, en la tercera fase, comienzas a ver cada vez más claros: disfrutas de pasear de la ciudad o por el bosque, de una reunión con amig@s, de nuevos proyectos que te ilusionan… Vas progresivamente entrando en la fase de apertura y de reorganización de tu vida.

– Un buen duelo lleva su tiempo ¿no?

Si. Pero queremos pasar del shock a la reapertura sin pasar por el duelo. Por eso es desconcertante y perturbador ver como hay gente que después de años de separación sigue hablando de la persona con la que convivió de una manera rencorosa y resentida. Esa persona no está viviendo.
El pasado está dominando su presente, por lo tanto no tiene futuro. ¿Qué tiene que hacer? Atravesar el duelo. Hay que revivir todas las emociones aunque hayan pasado años.

– Una de tus recomendaciones en la ruptura es cortar todo contacto con la “ex” pareja y dejarse de excusas…

La pregunta que tenemos que hacernos es ¿Qué estás alimentando? ¿Para qué lo llamas? ¿Con qué parte de ti no quieres estar? ¿Qué te produce tanto desasosiego? Yo recomiendo cortar de verdad la relación, porque de otra manera te estás negando tu presente. Hay que cerrar ciclos para que se pueda abrir otra cosa en tu vida.

Y la segunda recomendación que doy es no comenzar una nueva relación sentimental inmediatamente porque es una huida hacia delante y vas a cometer los mismo errores y excesos; va a ser más de lo mismo, no habrás aprendido nada… Esa ruptura está ahí en tu vida para algo aunque no lo quieras ver.

– Tras una ruptura tendemos a verlo todo negro y pensamos que nunca volveremos a enamorarnos pero como dices todo pasará…

Nuestro cerebro tiende al pesimismo para sobrevivir. Es la parte del cerebro reptiliano donde están los mecanismo de huida y de lucha. Sabiendo eso podemos desactivarlo. Si sé que estoy en modo drama o tragedia griega, entonces me reconduzco. Es un trabajo de esfuerzo que podemos hacer con técnicas específicas y con el acompañamiento de alguien si es necesario.

Y eso de “no me volveré a enamorar” es nuestra parte víctima, que no soporta una humillación, una promesa incumplida, que se siente estafad@ o defraudad@.

El trabajo no tiene que ver con lo que le pase a los demás; el trabajo es tuyo siempre, y hasta que no lo entendamos pocos avances vamos a hacer en nuestra vida.

– ¿Cuando sería recomendable ir a un psicólogo?

Cuando el pensamiento es obsesivo y sé que es obsesivo porque me impide hacer otras cosas: haciendo peligrar otras áreas de mi vida como el trabajo o la estabilidad en el hogar con los niños.

En cualquier caso no vendría nada mal acudir a 2 o 3 sesiones con un especialista que te ayude a tener varias técnicas de apoyo que te puedan aliviar en los momentos en los que no sepas que hacer con tu emociones.

Cuando la tristeza llama a nuestra puerta ¿qué hacemos?. Llamas a un amig@ y te vas por ahí. ¡Error! Porque no estás aceptando y cuando vuelvas a casa te encontrarás peor todavía. Necesitas técnicas para saber qué hacer con tus emociones.

– ¿Qué es el amor? ¿Desde donde amamos?

Si tu amas desde el vacío evidentemente estás esperando que otro te rellene algo que te tienes que rellenar tu. Para mí no existe el concepto de la media naranja, porque entonces quiere decir que hasta que llegue tu media naranja soy un ser incompleto y no es así. Tengo que intentar ser un ser completo para darme yo todo y a partir de ahí buscar quien me complete y no que me anule.

No sabemos amar si mi identidad depende de otro. ¿Y cuándo depende de otro? Cuando cedes y te amoldas a todo. Eso se ve muy bien en las relaciones de pareja donde hay alguien que elude siempre el conflicto y se amolda siempre a lo que el otr@ quiera. Son relaciones donde el compromiso no es paritario, y la colaboración no se da mucho. El que cede siempre anula sus preferencias, deseos, y sus necesidades internas siempre están en función de otro, o bien espera que se las cubra otr@. Se está agrediendo a sí mism@. Es un amor codependiente, que genera vacío; una relación más de padre-niño que una relación de pareja sana de adulto a adulto.

Cristina Garcia Castro
Fotos. C. Garcia Castro

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9,2 minutos de lecturaActualizado: 04/01/2018Publicado: 07/12/2015Categorías: Desarrollo PersonalEtiquetas: , , , , , , , , , , , ,

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