Las cartas proyectivas asociativas son usadas en terapia como vía psicológica para explorar el inconsciente. De alguna manera, mediante combinaciones de imágenes y palabras asociamos un significado que es relevante para uno mismo, proyectando de ese modo “fuera” lo que está en el interior y tomando conciencia al contemplarlo.

Las cartas OH están compuestas por 2 barajas de 88 cartas cada una. En una se reflejan imágenes de la vida cotidiana y en la otra aparecen palabras y, mediante las posibles asociaciones que brotan de las dinámicas sugeridas por el terapeuta, surge la comunicación dinámica entre lo consciente y lo inconsciente.

Las cartas suponen un método para ayudar a encontrar las respuestas de una manera muy sencilla y estimulante a través del juego, la palabra, los dibujos, la imaginación, la creatividad, así como de las vinculaciones entre los elementos y lo que estas asociaciones mueven a nivel mental y emocional en la persona. Facilitan el acceso a la sabiduría interior inherente que cada ser humano posee.

Las más conocidas son las cartas OH, -conocidas por este nombre, por la sorpresa que producen- si bien hay diferentes tipos (traumas, relaciones de pareja, sistémicas…) y muchas de ellas son combinables.

En posición de observador la persona va encontrando el sentido a aquello que despierta en uno mismo la contemplación de las combinaciones que el propio inconsciente desvela, así como va dándole la propia interpretación a la asociación que se establece entre dibujos y palabras, desvelándose un fértil campo de información referente a lo emocional y a lo mental llegando a íntimos registros de la psique humana.

Son, por tanto, una buena herramienta que fomenta la autoconciencia, la expresión y la comunicación.

En terapia hacen las sesiones amenas y el paciente se relaja pues la mirada al interior se convierte en un “juego” desde una posición de disociación que poco a poco va llegando hasta recovecos más íntimos vinculados con el área de conflicto de manera muy sutil y poco invasiva.

Ayudan a poder definir situaciones vitales, desentrañar traumas, despejar dudas y lograr orientación interna del Ser, ya que es la propia persona la que interpreta lo que ve en sus tiradas.

Son un estupendo modo de obtener información que está bloqueada o sepultada en la mente profunda y que conviene atender en ese instante.

Un buen diálogo paralelo con el terapeuta que acompaña la tirada e interpretación es importante para hacer aún más intenso el trabajo personal, ya que hace que nos reconozcamos a nosotros mismos y tomemos conciencia de los problemas que verdaderamente están afectándonos pues las cartas despliegan todo un elenco de respuestas inconscientes.

Estas cartas como herramienta de terapia en procesos psicológicos, no están dirigidas ni a la adivinación ni al esoterismo, ni pueden considerarse en la misma línea del tarot. Más bien van enfocadas a establecer conexión profunda, detectando así bloqueos y conflictos que a veces se consideran ya superados y otros que incluso son desconocidos. Muchos de estos bloqueos se movilizan en la sesión. Hay bloqueos que al pasar al consciente y poder ser expresados, se van desvaneciendo agilizando los procesos y tiempos de terapia.

Un terapeuta formado puede sentir cuáles son los mejores recursos y las alianzas entre ellas para ofrecer una buena sesión en consulta sacando todo el partido posible.

 

 

Mayla J. Escalera

Terapeuta Transpersonal

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