Según los entendidos, el ego es la idea que cada uno tiene de sí mismo. En realidad, sería solo una idea, porque nadie lo ha visto; es más bien un fantasma mental que controla nuestra vida, dando lugar, a veces, a una autovaloración excesiva que puede traducirse en problemas emocionales e incluso físicos. La línea que separa estos dos últimos aspectos (físico-emocional) suele estar entrelazada sin límites claros.
Teniendo en cuenta que la enfermedad aparece cuando tu alma o la vida te está hablando, el ego (la imagen del Yo debido a su arrogancia, orgullo o soberbia) se puede negar a reconocer este lenguaje cuyo objetivo sería sanar y conectar de una forma humilde con algo más grande que nosotros mismos, es decir, ponernos de rodillas ante “algo”: doblegarnos.
Este gesto corporal es universal y en muchas religiones o culturas se utiliza para pedir ayuda. Cuando nos arrodillamos, experimentamos una sensación diferente que al estar de pie o sentado; es una actitud mucho más humilde y abierta. En definitiva, es conectarse con lo que uno es, sin distorsiones del Ego, al servicio de un dios o algo más grande que tu persona.
La rodilla es una articulación puente entre la pelvis (que en osteopatía incluye la cadera) y el tobillo-pie; está sometida a una gran vulnerabilidad corporal, debido a que está muy solicitada por nuestra posición bípeda.
Patologías Comunes en la Rodilla
A continuación, exploraremos algunos conocimientos de anatomía para comprender las patologías o lesiones más frecuentes que pueden afectar a esta articulación desde la perspectiva holística de la Osteopatía.
La rodilla es una articulación intermedia del miembro inferior, encargada de unir el muslo a la pierna. Ofrece una dualidad fisiológica: por un lado, su gran movilidad permite la marcha, y por otro, su solidez y rigidez le permiten soportar el peso del cuerpo. Está constituida por cuatro huesos: el fémur (el más largo del cuerpo humano), la tibia, el peroné y la rótula, un hueso que se superpone a estos tres últimos.
Existen otros tres elementos muy importantes en la rodilla; la cápsula articular, que recubre la articulación y cuyo componente principal es el líquido sinovial, los meniscos, que son dos láminas de cartílago en forma de croissant, y los ligamentos, que dan solidez y estabilidad a la articulación.
Entre las patologías más comunes y relevantes que se presentan, la Osteopatía ofrece soluciones efectivas. Aquí destacamos:
- Pinzamientos o bloqueos de los meniscos: Estos pueden dificultar la extensión o flexión de la pierna.
- Artrosis: Caracterizada por una degeneración de las superficies óseas, provoca incapacidad funcional.
- Artritis: Inflamaciones crónicas, a menudo relacionadas con la acumulación de ácido úrico.
- Distensiones o esguinces de ligamentos: Frecuentes en actividades deportivas, como esquí o fútbol.
- Osgood-Schlatter: Inflamación de la parte antero-superior de la tibia, común entre los jóvenes.
- Tendinitis: Alteraciones en el equilibrio músculo-tendinoso que pueden generar condromalacias.
Desde un enfoque global, muchas lesiones pueden tener su origen en una zona corporal distante del síntoma, enfatizando que el dolor no siempre es el punto de referencia.
Estudio de Caso: La Sanación de Ismael
Ismael, de 52 años, profesor de Hatha Yoga, llegó a mí preocupado porque llevaba dos meses con una rodilla inflamada y una sensación de inestabilidad al caminar. Movimientos simples, como subir escaleras, se volvían difíciles.
Después de varias pruebas, se diagnóstico una condromalacia rotuliana, es decir, se había reblandecido el cartílago de su rótula. Aparte de este problema físico, Ismael lidiaba con un conflicto emocional que complicaba aún más su recuperación.
Observé que su lesión no era repentina sino el resultado de desequilibrios posturales acumulados. A través de un tratamiento holístico, liberamos la tensión de las cadenas articulares, y trabajamos en sus implicaciones posturales.
Lo más revelador fue que su visión de sí mismo como un salvador y su resistencia a ser flexible habían intensificado su situación. Ismael tuvo que aprender a “doblarse”, tanto física como emocionalmente, y reconectar con la humildad que su cuerpo le exigía.
La Osteopatía, al ser practicada de forma global, permite abordar problemas físicos desde una perspectiva más amplia, estableciendo un puente entre cuerpo y mente. Así podemos encontrar un camino hacia la sanación integral.
Cierro este artículo con una cita que me conmueve: “Nos elevamos arrodillándonos, conquistamos entregándonos, ganamos renunciando”.
Eutiquiano Endje
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