Al principio de mi trayectoria profesional en el campo de la osteopatía, me sorprendió que en los meses de enero acudieran a consulta numerosas personas con inflamación y dolores en las articulaciones de los pies, para los que mi trabajo no representaba ningún alivio. Un buen día descubrí que lo que esas personas tenían era un ataque de gota, consecuencia de los excesos navideños. Me despistó que se trataba en su mayoría de jóvenes delgados, a quienes era difícil suponer un ácido úrico elevado.
El verdadero desafío radica en discernir cuándo la osteopatía es realmente la solución y cuándo es hora de buscar ayuda en otras especialidades. Parte de mi tiempo en consulta se consume en investigar la causa subyacente de los síntomas. A veces, un dolor de espalda o cuello podría ocultar condiciones como un herpes latente; un dolor sacro puede ser un signo de infección, y una inflamación de rodilla podría ser un aviso de una rotura de ligamentos, casos donde la osteopatía carece de respuesta.
La Fundamento de una Salud Integral
La salud se asienta sobre cuatro pilares fundamentales: un medio ambiente no contaminado, una alimentación equilibrada, ejercicio regular y un bienestar emocional. Aunque el descanso y el ayuno son consecuencias naturales de estos pilares, no se deben menospreciar.
Cuando uno de estos pilares se ve alterado, la enfermedad puede asomar. Podríamos intentar compensar desequilibrios con dietas restrictivas o analgésicos, pero a la larga, ignorar la raíz del problema puede ser más perjudicial.
¿Estamos Realmente Cuidando Nuestro Cuerpo?
A veces, caemos enfermos a pesar de llevar estilos de vida relativamente saludables. Uno puede preguntarse: ¿Por qué, a pesar de alimentarme con productos orgánicos y hacer ejercicio ocasionalmente, sigo sintiéndome mal? Este cuestionamiento es común entre quienes buscan alivio en la osteopatía, sin darse cuenta de que los síntomas manifestados pueden estar conectados con hábitos de vida menos visibles.
—Mire, me duelen las rodillas y creo que es congénito, porque a mi tía le pasaba lo mismo. —¿Cómo? Me pregunta si tengo colon irritable y que estoy en el sofá viendo TV diez horas al día. —¡Oiga, lo que me duelen son las rodillas!
Un Enfoque Realista hacia la Salud
Estos diálogos reflejan la frustración de muchos. Si bien la osteopatía puede ser milagrosa para algunas personas sanas que han sufrido traumas, aquel que no se cuida podría no encontrar el alivio que busca.
La realidad es que la salud es un ecosistema en el que cada elemento es crucial. Curiosamente, aquellos que acuden en estado de ansiedad o con malestar emocional suelen requerir el apoyo de un profesional especializado, y no simplemente un osteópata.
Navegando en un Mar de Alternativas
Vivimos en una época en la que es fácil extraviarse en un mar de terapias y sus resultados. A menudo, nos encontramos con pacientes que, en realidad, necesitan algo diferente a lo que están buscando. Esto invita a pensar sobre nuestras decisiones en materia de salud y bienestar.
Andrew Taylor Still, creador de la osteopatía, imaginó un sistema de salud alternativo, alejado de la medicina tradicional. Y aunque muchas cosas han cambiado desde entonces, el aforismo de “encontrar la lesión, liberar y dejar que la naturaleza siga su curso” sigue teniendo relevancia hoy en día.
Como osteópatas, nos encontramos entre fracasos inexplicables y situaciones de recuperación sorprendente. La clave radica en entender cómo cada individuo interactúa con su cuerpo y su entorno.
Manuel Lombardía Gude www.escuelafuncional.es