15 estímulos para crearnos la vida que queremos

¿Quieres más?

¿Te gustaría estar siempre al día con las últimas tendencias, consejos y secretos?  Suscríbete a nuestro boletín mensual y sé parte de una comunidad exclusiva.

¿En qué medida me estoy creando la vida que quiero vivir?

Cada persona tiene un inmenso abanico de facultades naturales para construir lo que quiere para sí y para el mundo. Y podemos sacarle mejor provecho.

La Biodanza nos ayuda a desplegarlo a través de la música, el movimiento corporal y las relaciones con las demás personas. Y sobre todo a llevarlo a nuestra vida.

CREATIVIDAD EXISTENCIAL: SER EL PROTAGONISTA DE MI PROPIA VIDA

La creatividad es un potencial que poseen todas las personas, grupos y pueblos. Y es también un derecho, como afirma Marga Iñiguez, pionera del desarrollo de la creatividad en España.

Un potencial muchas veces infrautilizado y un derecho, con frecuencia, gravemente reprimido. Pero con toda su energía para hacer patente todo lo que la humanidad puede aportar.

Un complejo fenómeno en el que se integran pensamientos, sentimientos, actos, instintos, movimientos, entornos, relaciones… y con una vertiente ineludible: la de construirnos nuestra propia vida e incluso reinventar nuestra existencia.

El tránsito entre el caos y el orden, está presente tanto en el surgimiento de un sistema solar como en la unión de varias células para crear un organismo pluricelular.

Rolando Toro Araneda, el psicólogo, antropólogo y artista que creó el sistema Biodanza, consideraba la creatividad humana como una extensión de las fuerzas «biocósmicas» expresadas a través de cada individuo.

En una entrevista que Rolando Toro concedió a Neuronilla nos comentaba: «Todo lo que nos rodea nos propone creatividad, pero para ello hay que tener coraje». […] «hay que hacer cambios difíciles que mejoran la calidad de vida, que aumentan la percepción, que permiten encontrar campos energéticos más ricos, amor, erotismo y formas de expresión personalísimas».

Mi vida es ya en sí un proyecto creativo. ¿Estoy dispuesto a crearme la vida que quiero vivir?

¿QUÉ OCURRE CUANDO LA CREATIVIDAD SE REPRIME?

Por desgracia, a lo largo de nuestra vida transitamos por experiencias que taponan la expresión de ese potencial. Represiones educativas, sociales, políticas, que contribuyen a empobrecernos.

La obstrucción del impulso creador, provoca, según Rolando Toro:

Disociación afectivo-práxica: no hacemos aquello que es coherente con lo que sentimos.

Mecanización: actuar desde patrones repitiendo secuencias sin sentido ni vínculo con nuestra vida.

Descompensación y pérdida de la homeostasis: al quebrarse la conexión en feed-back con nuestro mundo se obstruyen nuestros sistemas de regulación.

Despersonalización: lo creativo tiene que ver con la expresión de mi identidad, al verse coaccionado, pierdo mi singularidad.

Apagamiento de la exaltación de la vida: al bloquear los impulsos innatos, disminuye la calidad de vida y su sentido epifánico.

«La creatividad es una función que depende de la capacidad de percepción de la abundancia y de lo maravilloso. Quien no tiene experiencia de lo maravilloso difícilmente puede organizar una obra creativa, permanece en los rituales de cada día sin agregar belleza y sin posibilidad de cambiar la fealdad del mundo» (R. Toro).

CÓMO POTENCIA LA CREATIVIDAD LA BIODANZA

La Biodanza se practica una vez por semana y en cada sesión se da una secuencia integrada de unos 12 ejercicios-danza, cada uno de ellos con un objetivo determinado.

Todas son propuestas orgánicas que no requieren ninguna condición previa, ni saber bailar, ni cantar.

Actúa a través de vivencias que facilitan que lo que aprendamos lo incorporemos a nuestra cotidianidad.

Rolando Toro consideró que la creatividad crecía con la práctica de la Biodanza según cuatro fases:

Expresión primal: se facilita que se manifiesten las primeras expresiones que quizá fueron bloqueadas en la infancia. Se realiza mediante danzas que pretenden evitar la disociación entre lo que sentimos y lo que hacemos. Algunas de ellas son enérgicas e incluyen desplazamiento, saltos, giros con una base rítmica importante. Otras se realizan sin desplazamiento o en el suelo extendiéndonos corporalmente. También se usa el canto o los sonidos orgánicos.

Integración Yin-Yang: se allana el camino para integrar lo suave, sensible y receptivo (Yin) con lo enérgico, activo y penetrante (Yang). De esta forma nos ayuda a tomar iniciativas, pero también a adaptarnos a lo que nos rodea favoreciendo el equilibrio orgánico y previniendo la angustia, la ansiedad y la depresión. Se realizan danzas Yang con desplazamiento y movimientos enérgicos, direccionados y con un tono muscular alto, integrándolo con danzas yin con movimientos sensibles, suaves, receptivos, sin desplazamiento ni intención. También con danzas de fluidez con movimientos lentos, redondos y continuos.

Comunicación expresiva: las propuestas que favorecen que expresemos a otras personas nuestras emociones y vivencias, escapándonos de la mecanización, el conformismo y las conductas estereotipadas. Para ello realizamos juegos y danzas en pareja buscando el feed-back, la sincronización y la expresión afectiva tanto verbal como corporal. También recurrimos a posturas corporales que evocan un mensaje común en todas las culturas.

Elaboración creativa: la etapa más avanzada en la que se da una auténtica y plena expresión creativa, enriqueciendo todas nuestras manifestaciones vitales. Se realiza a través de danzas libres en las que buscamos nuestros movimientos más genuinos tanto individualmente como en grupos.

15 ESTÍMULOS PARA ENRIQUECER NUESTRA CREATIVIDAD

Aquí tenemos 15 sugerencias que fortalecen nuestra creatividad.

Todas ellas las vivirás en un grupo regular de Biodanza. Divirtiéndote.

Además las podemos llevar a nuestra propia vida.

Me muevo. Tal y como nos movemos así pensamos o nos sentimos. Si desbloqueo mi cuerpo me desbloqueo.

Reconozco mi singularidad. Soy único e irrepetible. Descubro y valoro mis cualidades y peculiaridades. Son el alimento para crear cosas originales.

Escucho mis deseos. La motivación es el principal motor de la creatividad. Cuando algo me ilusiona, todos mis recursos creativos se orientan de forma natural y sinérgica para alcanzarlo.

Me atrevo. Lo hago aunque me dé miedo. El temor, frecuentemente infundado, nos inmoviliza aún antes de empezar. Si valoramos sensatamente los riesgos, la mayoría de las veces encontraremos que la opción más ventajosa es, al menos, dar
el primer paso.

Tomo iniciativa. ¿Espero que me «saquen a bailar» o tomo el protagonismo de mi propia vida?

Me adapto. Reacciono ante los cambios en mi entorno. Si me encuentro con un escollo busco estrategias para superarlo. También soy capaz de cambiar de objetivo (si la vida me da limones, hago limonada).

Escucho a las demás personas. Descubro y valoro las cualidades y peculiaridades de los demás seres. Valoro «lo diferente».

Imito. El 80% de las cantatas de J.S. Bach estaban muy «inspiradas» en las obras de otros compositores, Picasso no inventó el cubismo aunque lo llevase a su máxima expresión. Imitando el hacer de otras personas enriquezco mi abanico de estilos.

Conecto. Descubro interrelaciones. Genero ideas cuando descubro relaciones novedosas. Juego buscando nuevas metáforas y combinaciones, mezclo.

Activo mi curiosidad. Investigo. Renuevo mi mirada y percibo el entorno libre de prejuicios.

Desaprendo. Cuestiono lo establecido. Me pregunto «¿Y por qué no…?» o «¿Qué pasará si…?». Estoy abierto a lo ambiguo, absurdo e incierto porque son contextos en los que alimento mi creatividad.

Me sorprendo. Huyo de la rutina. Cultivo más «lo que podría ser» y no tanto «lo que soy» o «lo que es». Me enriquezco y me diversifico cuando pienso, siento y actúo de forma no previsible en mí.

Transformo en positivo. Las cosas cambian mejor cuando me centro en las potencialidades más que en las dificultades. Reconozco y aprovecho mis propios recursos.

Quiero. Muchos grandes inventos han nacido de la afectividad. Beneficio al mundo con mis actos. Creatividad y ética han de ir unidas. Utilizo la creatividad con fines positivos para la humanidad.

Ahora. ¿A qué estoy esperando? Para empezar a tener la vida que quiero no necesito ninguna alineación planetaria ni que todo encaje a mi favor. Empiezo, y poco a poco las cosas irán encajando (o haré que encajen).

David Díez – Fundación Neuronilla

Entidad con más de 14 años de experiencia en formación y consultoría en Creatividad, Innovación y Gestión de la Felicidad.

Facilitadores Didactas de Biodanza Sistema Rolando Toro.

[email protected]

www.neuronilla.com

www.biodanzaya.com

www.biodanza.org

Haz tu buena obra del día ¡Compártelo!

7,1 minutos de lecturaActualizado: 20/08/2017Publicado: 02/01/2013Categorías: Salud NaturalEtiquetas: , ,

Comenta este artículo