Antes de dedicarme plenamente a transmitir el Tao Yin, mi vida era muy diferente. Trabajaba como directivo de una gran empresa multinacional; socialmente era un modelo de éxito.
Afortunadamente, me envié un mensaje alto y claro diciéndome que ese no era mi camino: me cree un cáncer. Y digo me cree, porque soy consciente de que fue mi pensamiento negativo hacia una parte de mi cuerpo el que lo creo. Hasta el punto de que había veces que internamente me decía: “si sigues pensando negativamente en ese punto te vas a crear un cáncer” y así sucedió.
Una vez sanado, fue el miedo a volver a crearlo el que me ha asistido para hacer cambios profundos en mi vida. En realidad, me di cuenta de que yo mismo había activado el botón de autodestrucción y que sólo yo era el que podía crear otra realidad para mí.
Con esa fuerza interna de querer cambiar mi vida, conocí a varios maestros Taoístas hasta que di con Mantak Chia, y su “Universal Healing Tao Sistem UHT” (Sistema Universal de Sanación Taoísta). Lo que descubrí con él es que el Tao puede ser una forma de vida con la que puedes transformarte de dentro hacia fuera.
Fue en el “Tao Garden” en Tailandia donde tuve mi primer contacto con el Tao Yin, esta joya taoísta que tanto me ha ayudado a cambiar mi vida. Allí fue dónde me hablaron de Mª Stella Murias, Instructora certificada del UHT que se dedicaba a transmitir el Tao por España. La conocí durante la charla de presentación de su formación de “Maestros de la Energía de Tao Yin K.Y.”. Me llegaron tan profundo sus palabras y su energía. Sentí que estaba hablando para mí, para el proceso vital que estaba viviendo, y que claramente ese era mi camino. Así que decidí apuntarme a su formación.
Los tres años que duró el curso los recuerdo como una verdadera metamorfosis. Una profunda transformación se dio dentro de mí gracias a poder mover y llevar mi energía donde realmente tenía que estar. En ese proceso, lloré, reí, me quité de encima energías nocivas que había atraído a mi vida y rellené mi cuenco sagrado que es mi cuerpo de una frecuencia energética más elevada.
El Tao Yin o el “Arte de canalizar la energía”
Es una técnica basada en movimientos en el suelo acompañados a la respiración. Nos movemos desde nuestro centro, el “Tan Tien” inferior. A través de una basculación pélvica activamos la bomba sacro-craneal y hacemos que la energía suba por nuestra columna vertebral canalizando nuestra energía por los distintos meridianos o circuitos del cuerpo.
Al mover la energía por nuestro cuerpo, liberamos bloqueos que pueda haber, llenamos carencias energéticas que puedan faltar y ayudamos a equilibrar nuestros órganos.
Para el Taoísmo, nuestros órganos son los responsables de crear las emociones.
Si están en equilibrio, la emocionalidad que emitiremos será beneficiosa. Si están en desequilibrio, seremos más propensos a sentir emociones nocivas. Y aunque para el Tao no hay nada bueno ni malo, sino que todo es relativo, hay emociones o energías que sostenidas en el tiempo pueden dañar mi cuerpo físico, mental y emocional.
Algo que conseguimos al movernos desde nuestro centro es a llevar la energía a nuestro “Segundo Cerebro” situado en nuestro intestino delgado e intestino grueso. Es un lugar donde literalmente podemos acumular y transformar la energía. El Tao nos dice que es la batería principal de nuestro cuerpo. Si llevamos la energía a ese lugar en vez de sobre estimular nuestra cabeza conseguiremos tener una mente más Yin, más calmada, más eficiente.
Con la práctica de Tao Yin K.Y. conseguimos además entrenar los tendones, les damos más fuerza y elasticidad, volviendo a unificar nuestro cuerpo como cuando éramos niños. Realmente todo nuestro cuerpo está lleno de tejido conjuntivo pues nuestros huesos, músculos, órganos, etc. están recubiertos de fascias o bolsas. Cuando las entrenamos, conseguimos que estén más fuertes y unificadas, permitiendo que la energía fluya más libremente por ellas a todo mi cuerpo, dando una estructura energética más adecuada.
Al entrenar los tendones, conseguimos recuperar nuestra estructura interna pues liberamos muchos acortamientos internos. Es por eso por lo que su práctica es tremendamente beneficiosa para mejorar lesiones de espalda y de articulaciones.
Al moverme y respirar desde mi centro como cuando era niño, vuelvo a ser esa dinamo energética que alimenta desde lo más profundo de mi, cada célula de mi cuerpo.
El Tao Yin tiene más de 6.500 años. Mª Stella Murias no es su creadora, aunque si es la persona que lo introdujo en España y la que ha creado el sistema pedagógico de “Maestros de la Energía de Tao Yin K.Y.”, que lleva 15 años enseñando. Le ha puesto las siglas de K.Y. en relación a “Kuan Yin”, la diosa o el arquetipo de la “Compasión” o “Amor Consciente”, para diferenciar su sistema de aquellas personas que se lo han copiado.
Algo que me ocurría con las prácticas que había aprendido con Mantak Chia era que me costaba introducirlas en la vida. Fue con esta formación, en la que tenía un contacto mensual, cuando recibí un impulso energético que me ayudaba a practicar con regularidad.
Experimenté profundamente cómo nos interesa cultivar nuestra energía regularmente pues es la diferencia entre vivir en equilibrio o en desequilibrio. Esa es la verdadera manera de coger las riendas de nuestra energía, de nuestra vida.
Javier Manrique de Lara
Instructor de Tao certificado por Mantak Chia.
Coordinador de la escuela Tao Center