La astrología es la sabiduría de las estrellas.
Es una ciencia mística y antigua, una herramienta poderosa para descubrir nuestro verdadero ser en este mundo salvaje.
Interpretar nuestra carta natal nos permite aprovechar nuestros dones y conciliarnos con nuestras debilidades. Podemos entender mejor nuestra forma de pensar, de actuar, cómo nos relacionamos y cómo amamos.
Nuestro Sol nos aclara lo que nos aporta felicidad y vitalidad, nuestra Luna desvela nuestra naturaleza emocional más profunda y lo que nos satisface, nuestro Venus nos cuenta cómo son nuestros valores y nuestras relaciones, y nuestro Marte señala lo que nos impulsa y las energías que nos estimulan. La astrología nos ayuda a conectar de lleno con todo nuestro potencial.
Sean cuales sean nuestros motivos para explorar la astrología, ésta se puede convertir en una herramienta poderosa para la autoconciencia. A medida que aprendamos este arte cósmico, este lenguaje, podremos convertirnos en nuestros propios guías y desarrollar nuestra verdadera naturaleza.
“La astrología es un lenguaje. Si entiendes este lenguaje, el cielo te hablará.” Dane Rudhyar
La mitología es fundamental para el ser humano. Hace que los sentimientos dispares, los pensamientos erráticos y los sucesos fortuitos cobren sentido. Sin estas historias nos desviaríamos de nuestro propósito vital, deambulando por la vida a trompicones de forma irracional. La astrología es una práctica antigua de mitología sistematizada que está conectada con las estrellas. Como tal, nos proporciona un mapa para navegar mejor por nuestras vidas, infundiéndoles magia, sentido y mayor autoconciencia.
La astrología también es un lenguaje. Al aprender el lenguaje del cielo, podemos estar en comunión con los planetas y las estrellas, y así descifrar mensajes importantes acerca de quienes somos.
Las estrellas nos hablan y la astrología nos enseña a escuchar.
En numerosas ocasiones me he preguntado cómo pueden los sincronismos cósmicos revelar nuestra naturaleza de forma tan exacta. Después de leer innumerables cartas planetarias he comprobado, una y otra vez, el poder y la utilidad de esta práctica. La astrología nos proporciona una continuidad dentro de lo impredecible que es la vida. Expande nuestra consciencia, mejora nuestras relaciones y revela los talentos que podemos ofrecer al mundo.
La astrología es mucho más que nuestro signo solar. Muchos de nosotros sólo nos hemos acercado a la astrología al leer nuestro horóscopo en periódicos y revistas, donde se nos dice, por ejemplo, que los Escorpio somos intensos y manipuladores, los Virgo, tensos y neuróticos, y los Cáncer, malhumorados y excesivamente sensibles.
¿Cómo no vamos a sentirnos limitados si nos creemos estas descripciones reduccionistas y simples de quiénes somos? La astrología tiene muchas más dimensiones.
Cuando miramos nuestra carta natal –el mapa del cielo en el momento en el que respiramos por primera vez– descubrimos que aparecen múltiples planetas además de nuestro Sol y nuestra Luna. Cada planeta representa una faceta distinta de nuestro carácter, nuestras tendencias y nuestro potencial. Al ir aprendiendo sobre nuestros planetas vamos descubriéndonos continuamente y desvelamos cómo podemos vivir de forma más plena.
¿Cuáles son nuestros talentos naturales?
¿Dónde nos encontramos obstáculos continuamente?
¿Cuáles son las claves para nuestro crecimiento espiritual?
La astrología nos ayuda a responder estas y más preguntas. Los mitos, los arquetipos y las historias conectadas a nuestras posiciones planetarias nos ayudan a dibujar nuestra alma, tejiendo un profundo e intenso tapiz con nuestra personalidad y nuestras predisposiciones.
Leyendo nuestra carta natal podemos aprender a aprovechar nuestros dones y conciliarnos con nuestras debilidades. Podemos entender mejor nuestra forma de pensar, de actuar, cómo nos relacionamos y cómo amamos. En resumen, la lectura de cartas revela cómo lograr la comprensión, la satisfacción, la aceptación y la alegría. Nuestro Sol nos aclara lo que nos aporta felicidad y vitalidad, nuestra Luna desvela nuestra naturaleza emocional más profunda y lo que nos satisface, nuestro Venus nos cuenta cómo son nuestros valores y nuestras relaciones, y nuestro Marte señala lo que nos impulsa y las energías que nos estimulan. En resumen, la astrología nos ayuda a conectar de lleno con todo nuestro potencial.
Conocer nuestros planetas nos ayuda a alimentarlos de forma consciente y a acercarnos más a nuestra esencia, sin descuidar ninguna faceta de nosotros mismos. Si sabemos, por ejemplo, que nuestro Sol cae en Libra, reconoceremos nuestra necesidad de perseguir cualidades de Libra como la belleza, el amor y la paz para sentirnos alegres y vivos. Si nuestra Luna cae en Leo, sabemos que debemos alimentar periódicamente nuestros deseos leoninos de afecto y adulación para sentirnos realizados. Y si nuestro Marte está en Géminis, sabemos que nos sentiremos enérgicos si nos dedicamos a actividades sociales e intelectuales.
Sean cuales sean nuestros motivos para explorar la astrología, ésta puede constituir una poderosa herramienta para la autoconciencia.
A medida que aprendamos este arte cósmico, este lenguaje, podremos convertirnos en nuestros propios guías y desarrollar nuestra verdadera naturaleza. La astrología nos proporciona un nexo entre el mundo terrestre y el astral, el poético y el científico. Jugar con este sistema astral antiguo y lógico nos abre portales a la sabiduría y al alma, entrelazando de una manera preciosa los mitos, los cuentos, la magia y el poder de la adivinación.
Juliana McCarthy
Autora de Somos estrellas