La Búsqueda del Bienestar: Reflexiones sobre la Sanación y la Honestidad en la Terapia

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3,3 minutos de lecturaActualizado: 09/02/2025Publicado: 09/02/2025Categorías: Desarrollo PersonalEtiquetas:

Cada vez me estoy encontrando más casos de personas que se sienten desahuciadas, tanto por la medicina tradicional, que a menudo está limitada en su enfoque, como por la medicina alternativa, donde muchos buscan respuestas sin encontrar ayuda real. Estas experiencias suelen ser frustrantes, y como seres humanos, todos tenemos un cuerpo físico, emocional y energético que merece atención adecuada.

Es cada vez más común que lleguen a mí personas que lucen hundidas y tristes, peso de un trato que dejaron en manos de terapeutas alternativos o energéticos. A menudo, me cuentan que les han dicho que su falta de curación proviene de una falta de voluntad por su parte, que están bajo la influencia de entidades o parásitos, o que simplemente no están dispuestos a soltar sus problemas. Sin embargo, al investigar sus casos, me doy cuenta de que muchos de estos “terapeutas” no poseen el conocimiento necesario para abordar enfermedades complejas, ya sean físicas o energéticas. Para ello, es crucial contar con una base sólida que incluya Anatomía Física, Somática, Anatomía Energética y Psicología Básica.

Lo irónico es que, mientras criticamos a los médicos por sus limitaciones, muchos en la medicina alternativa caen en el mismo error. Aquellos que practican técnicas energéticas suelen carecer de formación exhaustiva en anatomía, creyendo que transferir energía es la solución, cuando en realidad, no lo es siempre.

Por ejemplo, las enfermedades genéticas, como el cáncer, no pueden ser tratadas simplemente con el enfoque de “trabajar en la energía”. Antes de tratar a cualquier persona, es vital entender lo que significa ser humano: un ser físico, emocional y energético. Si no poseemos esta formación, debemos ser humildes y honestos para reconocer nuestras limitaciones y no recurrir a explicaciones simplistas como: “te lo estás buscando” o “tienes un mal de ojo”. Estas afirmaciones son irresponsables y, en ocasiones, perjudiciales.

¿Toda enfermedad tiene solución? Si se aborda de manera efectiva, sí.

¿Pueden todos los terapeutas curarlo todo? NO, y debemos dejar de pensar que sí. Cada uno de nosotros está preparado para particularidades, enfoques y técnicas específicas, y es esencial ser honestos sobre nuestras capacidades.

La razón detrás de esta reflexión es el creciente número de personas confundidas, desilusionadas y asustadas que acuden a mí después de recibir tratamientos medicos o terapéuticos, a menudo llenos de expectativas no cumplidas. Lo que realmente importa es el bienestar de la persona que busca nuestra ayuda. Cuando llegan, pueden necesitar nuestro acompañamiento en el arduo camino de la sanación, y no debemos ser el motivo que los hunda más.

En mi experiencia, he visto casos similares que me han llevado a realizar esta llamada a la honestidad. No somos infalibles; reconocer nuestras limitaciones en la terapia es vital para el bienestar de nuestros pacientes. Llamar a las cosas por su nombre, alejarse de mitos y autoengaños, es esencial. A veces, lo más responsable es redirigir a la persona a otro terapeuta que pueda ayudarla de forma efectiva.

Estas reflexiones son un recordatorio para mí y todos los terapeutas: somos guías, no salvadores. En este viaje de sanación, cada persona tiene su propio proceso, y debemos respetar eso. Si la terapia no cumple con las expectativas, la culpa no reside en ninguna de las partes; simplemente, debemos aceptar que no todas las combinaciones son efectivas.

Para finalizar, la sanación va más allá de la terapia; requiere voluntad, apertura y, sobre todo, una conexión honesta entre el terapeuta y la persona que busca ayuda. Cada uno debe asumir la responsabilidad por su parte y, si no resulta, lo mejor es buscar otras alternativas.

Sol Ahimsa
Face – Sol Ahimsa Escuela
www.solahimsa.org

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