Pareja y Constelaciones Familiares

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Son muchos los clichés que hay acerca de cómo son los hombres y las mujeres, y estos clichés a veces nos separan, en vez de unirnos. No hay muchas canciones ni películas románticas, donde se apele a la igualdad, pero no a la igualdad de la que habla el feminismo, sino a la igualdad en cuanto a que ambos sexos en el fondo, buscan lo mismo, el Amor, y necesitan lo mismo, el Respeto.

Tanto a hombres como a mujeres les ha faltado el respeto a lo largo de los siglos, incluso dentro del mismo lugar geográfico, se ha pasado del patriarcado al matriarcado, y en ambos ha habido abuso de poder, tanto del hombre como de la mujer.

Es el momento de decidir si queremos y si elegimos de verdad, en un nivel profundo, mirarnos de igual a igual, sin ningún atisbo de superioridad, ni a nuestra pareja, ni al género masculino y femenino en su globalidad. Esta falta de respeto hacia lo masculino y lo femenino es algo por desgracia habitual, seamos conscientes o no de ello, y suele ser un elemento clave que se manifiesta en nuestras relaciones, en algunos casos de forma manifiesta y en otros de forma sutil.

Lo que no sabemos, son todos aquellos vínculos inconscientes que llevamos de nuestros antepasados/as, que nos hacen querer o despreciar, amar o tener miedo, a hombres y/o a mujeres. Son esos vínculos inconscientes con nuestros ancestros, los que pueden ser sanados a través de las Constelaciones Familiares. Es ese respeto por el otro, o no, lo que el movimiento de la constelación saca a la luz, y lo sana, a través de poder ver lo que hay, que en muchas ocasiones es diferente de lo que creemos que es.

Cuando en un sistema familiar ha habido abusos de poder por parte de las mujeres hacia los hombres o de los hombres hacia las mujeres, las siguientes generaciones van a repetir estos patrones de forma inconsciente porque lo anterior no ha sido sanado.

A veces una persona intenta sanar un patrón que se repite en su vida poniendo el enfoque sólo en ella, y puede llegar un momento en que vea que no es suficiente. Aquí es donde entra el enfoque de lo sistémico, donde la persona no sana sólo de forma individual sino que lo hace teniendo en cuenta de dónde viene, y al sistema familiar al que pertenece. Este enfoque es complementario con otros, y ayuda mucho a todo el trabajo terapeutico que la persona esté haciendo por otro lado, porque recibe el impulso de la sanación del sistema, que mientras siga sin resolver, seguirá viéndose reflejado en la vida de la persona. Para esto no es necesario saber lo que ocurrió en generaciones atrás, la constelación se encarga de mostrar lo que sea necesario ver, y desde el amor y el respeto a nuestros ancestros, irán aparenciendo las claves necesarias para que la energía del amor fluya en nuestras vidas.

Lo que se puede trabajar muy bien desde el enfoque de las Constelaciones, es la reconciliación de lo masculino con lo femenino dentro de uno mismo. Cuando se quiere y se acepta por igual las dos polaridades, ahí surge la fuerza para vivir la pareja. Esto incluye, el aceptar por igual al padre y a la madre, el no preferir a uno o a otro. Muchas personas se sienten divididas porque creen que si se ponen del lado de uno de los progenitores (consciente o inconscientemente) están traicionando al otro progenitor, y este ir y venir también se refleja en la pareja. Los movimientos de las Constelaciones Familiares han ido mostrando que la energía de la persona fluye más hacia su realización en toda su vida y también en la pareja, cuando el hijo renuncia a preferir a uno de los progenitores. La solución es tomar a los padres como padres, y por igual, dejando su vida privada con ellos, para uno poder tomar el lugar de hijo. Cuando no estamos en el lugar de hijo con nuestros padres, igualmente surgen interferencias en la pareja, porque no estamos disponibles para ella. Al hecho de no ocupar nuestro lugar, lo llamamos «desorden», el cuál se puede manifestar en otros aspectos de la vida, como son la economía, la realización profesional y la salud, entre otros. De manera, que al trabajar la pareja, más aspectos de nuestra vida pueden ser sanados, ya que desde el enfoque sistémico de las Constelaciones Familiares, todos los aspectos de nuestra vida están relacionados.

Lo que se ha podido observar a través de las Constelaciones Familiares, es que estamos unidos a todos nuestros antepasados a través de lo que C. Jung llamó el «inconsciente colectivo«, o lo que Bert Hellinger llamó, el «alma del sistema familiar«. Según esto, todo está conectado, hasta lo que no conocemos conscientemente, y precisamente es ese inconsciente, lo que gobierna nuestra vida y nuestra relaciones. La importancia de las Constelaciones Familiares radica precisamente en ver lo que en apariencia no vemos, para tomar conciencia, aceptarlo y que pueda darse la transformación.

Podemos estar repitiendo patrones de abandono, de miedo al compromiso, de abuso, de infidelidad, de no tener relación estable, de adoptar el papel de víctima o el del perpretador, etc., y al final del todo, lleve el nombre que lleve, es el patrón de «no ser felices en la pareja«. Y todo ello, a nivel inconsciente, para serle fiel a alguien de nuestros antepasados, o lo que llamamos «ancestros». Es como el niño pequeño que por amor haría cualquier cosa por sus padres, aunque vaya en contra de su propia vida; esto es lo que B. Hellinger llama «amor arcaico«. Pero cuando esto ocurre, esa energía de amor no fluye hacia la vida, sino sucede lo contrario, bloquea el fluir hacia la vida.


Cuando crecemos y nos relacionamos con los demás, llega el momento de tener pareja.


Y aquí decir, que incluso cuando no está el deseo de tener pareja, también es por una fidelidad a nivel inconsciente hacia alguien que no la tuvo o que fracasó en el amor. Muchas veces esa persona no está demasiado lejos, y esa fidelidad es hacia los propios padres, pero también puede ser hacia alguien de una generación pasada que ni siquiera conocimos, dado que todo está vinculado a través del inconsciente colectivo. El pensamiento inconsciente que subyace a esto puede ser «si tú estás solo, yo también y así te hago compañía», ó «si tú no has sido feliz en pareja, yo como tú, tampoco voy a ser feliz».

El trabajo consciente de las Constelaciones Familiares, no es sólo resolver un problema, es mucho más que eso, es estar al servicio del sistema, es querer reconocer el lugar de cada uno y ocupar sólo el lugar que nos pertece, respetando así el lugar de los demás. Es honrar la vida y la muerte y aceptar todo tal y como es, aunque no se entienda. Este trabajo, permite sanar las dinámicas sistémicas que puedan estar bloqueando nuestra vida, incluído el ámbito de la pareja.

    Psicóloga Especializada en Nuevas Constelaciones Familiares

    Cristina Cáceres

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    6,2 minutos de lecturaActualizado: 30/06/2024Publicado: 28/06/2013Categorías: Familia, Mujer SaludableEtiquetas: , , , , ,

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