En la calma del lago, como un espejo todo se refleja, las montañas, los pájaros, el cielo…
La vida en movimiento descansa en silencio… Y yo aquí…
El tercero de los tres principios (1- Consciencia del cuerpo, 2- Manejo de la respiración, 3- Presencia), lo ejercitamos desde el inicio y se encuentra implícito en los otros dos.
Entendiendo la Presencia
Cuando somos conscientes de que estamos realizando una acción, comenzamos a despertar nuestra presencia con respecto a eso que hacemos, así que inicialmente LA PRESENCIA tiene que ver con el hecho de reconocer a un sujeto que actúa y una acción.
La presencia como facultad de la consciencia tiene diferentes cualidades y se manifiesta en grados de atención, concentración, discernimiento, intención y vigilia, hasta alcanzar un estado de despertar que va más allá del YO y lo que hago.
El Desafío de Mantener la Presencia
Esta acción aparentemente simple es verdaderamente compleja, pues en ella interviene la mente y el pensamiento en niveles más o menos conscientes y sobre todo inconscientes. Los pensamientos como: ¿lo estaré haciendo bien?, ¿será esto lo más adecuado?, o ¡me gusta!, ¡no me gusta!, pueden desconectarnos de la esencia de la práctica, creando un tira y afloja entre Presencia-Consciente y Ausencia-Inconsciente.
Esta situación tan común puede hacernos sentir que nos falta la