En esta publicación Jim Morris nos introduce, de una forma muy personal, en el conocimiento de la Tensegridad, entrelazando conceptos más teóricos y abstractos con experiencias de su propia vida. Tensegrity® es la adaptación moderna de prácticas, originadas en el antiguo México, generadoras de bienestar e incluyen actividades de respiración, autoconocimiento, movimientos, estados de ensueños y silencio.
Tensegrity® es la adaptación contemporánea de prácticas antiguas originadas en México, y transmitidas por Don Juan Matus, un indio Yaqui heredero de un linaje de videntes, a sus estudiantes, Carlos Castaneda, Florinda Donner-Grau, Taisha Abelar y Carol Tiggs, quienes escribieron libros acerca de sus aprendizajes y compartieron su sabiduría a través de seminarios y entrenamientos de facilitadores en México, América Latina, Europa, Rusia, Ucrania y los EEUU.
La palabra fue acuñada por el visionario arquitecto R. Buckminster Fuller, este vio que en la naturaleza hay una equilibrada interacción de las partes sólidas de una estructura, las cuales se mantienen en una red flexible de tensiones, que le dan a la estructura su «integridad». Carlos Castaneda lo consideró como una descripción perfecta para la adaptación moderna de los movimientos y prácticas que le enseñó su maestro. La Tensegridad nos ayuda a cultivar esta flexible integridad de nuestro ser, potenciar relaciones más fluidas con los ritmos y ciclos del universo y tomar consciencia de la interconexión existente.
«Ver» es la capacidad de percibir esta interconexión, significa experimentar esta integración directamente – desde nuestro más profundo, y silencioso ser – sin estar nublado por miedos inoportunos, juicios o expectativas preconcebidas. Nuestros antepasados lo hicieron y experimentaron una conexión natural con el mundo. Tenían una sabiduría directa acerca de formar parte del universo y sabían que las estrellas, la tierra, las plantas, los árboles, incluso las piedras son seres que sienten. Desde este conocimiento ellos los apreciaron, amaron, respetaron y cuidaron.
Como civilización, nos hemos ido desconectando de nuestra capacidad natural de «ver», de sentir, experimentar o percibir esta conexión o «unidad» y nuestro lugar en ella. Hemos borrado de nuestra memoria la creencia en el orden cíclico de un mundo más grande, estrechando nuestro enfoque en creencias y preocupaciones propias de una humanidad encerrada en sí misma.
El año pasado, con la ayuda de los facilitadores en entrenamiento, tuvo lugar un Tour en diferentes ciudades de Europa, su intento fue limpiar el dialogo negativo asociado a nuestros sueños más profundos. Se utilizó una práctica llamada Teatro del Infinito (Theater of Infinity®) – ella nos permite revisar escenas pasadas de nuestra vida – y después, con la ejecución de ciertas series de movimientos o pases, conectarnos con nuestro profundo silencio y preguntar el infinito – al espíritu – lo que nos podría ayudar con esas escenas y así poder traer a nuestras vida un «sueño» más auténtico.
Este año, vamos a intentar dar un paso más abriendo la vía que nos conecte, desde el silencio, de nuevo con el espíritu, y en este efímero despertar percibir el mundo a nuestro alrededor, con la totalidad de nosotros mismos. Para llegar a conseguir esto vamos a emplear prácticas que nos ayudaran a descubrir algunos de nuestros miedos y a encontrarnos con nuestro vidente interior, es él quien nos guiará a reconectarnos con nuestro entorno y ciclos, con los distintos aspectos de nuestro ser y también con los más grandes que compartimos. Después llevaremos esta práctica a nuestras vidas diarias para que podamos, igual que nuestros antepasados, cuyo ADN llevamos dentro, «ver» de nuevo el significado de sentir, percibir y experimentar una vista más completa de la interconexión de todos nosotros en este mundo y de nuestro camino personal dentro de él.
Reconociendo algunos de nuestros miedos, tendremos la posibilidad de movernos más allá de ellos, y cada uno podrá saber por sí mismo la diferencia entre nuestra capacidad de «ver», cuando estamos aferrados a nuestros hábitos de sentirnos aislados, y nuestra capacidad de «ver», cuando soltamos estos hábitos y abrazamos el ritmo y los ciclos de nuestro precioso mundo.
Hablando de mí mismo, como adolescente era producto de nuestra cultura occidental y estaba totalmente desconectado de estos ciclos más grandes o de mi propia conexión con el espíritu. Estaba relativamente aislado, con mi mente ocupada constantemente en juzgar a los otros y a mí mismo.
Fue en estos tiempos, cuando me llegó la obra de Carlos Castaneda, él fue un sociólogo que estuvo intentando entender, tal como lo expresó en sus escritos, un mundo cognitivo al que don Juan Matus, su mentor, le introdujo. Los relatos de Castaneda- hablando a las plantas, «hablando» con un Coyote, viendo, durante la recapitulación de su vida, la huella del espíritu moviéndose por sus experiencias – son relatos acerca de cómo una mente occidental puede encontrar y finalmente ser cambiada por antiguas maneras de ser.
A través de estos relatos empecé a reconectarme con mi vidente interior y con mi sentimiento de estar conectado con un orden más grande de cosas. Participé en seminarios y eventos de Tensegrity® y perseveré en la práctica movimientos que mezclan la respiración y la circulación de la energía en mi propio ser. Reuní la energía suficiente para empezar a recapitular mi vida y mis patrones de conducta mediante ejercicios de rastreo de energía, haciéndome consciente de mis propias creencias, rutinas y juicios. De este modo fui viendo mis propios hábitos y creencias inconscientes y empecé a moverme poco a poco más allá de ciertos patrones e ideas limitantes, conectándome con otros y viviendo una vida más feliz.
Con esto no quiero decir que mis viejos miedos han desaparecido completamente. Vuelven, especialmente, cuando estoy cansado o temporalmente no encuentro opciones claras para mi trabajo, o cuando las cosas no salen «como quisiera», pero estos miedos ya no me frenan. Ahora sé que vienen de mi lado inseguro que cree que estoy solo, aislado y para cambiarlos, puedo parar y respirar, mirar alrededor y hacerme consciente de mi propio nivel de energía – y aplicar una de las muchas herramientas que tengo – puedo practicar una respiración, dar un paseo, hablar amablemente con esa parte insegura de mí mismo, hacerme consciente que parte del día o de la semana es. Puedo mirar arriba a la luna o a las estrellas o simplemente practicar la gratitud – y conectarme nuevamente con mi vidente interno y con su punto de vista mucho más amplio e incluyente.
Esta noche les invito a que salgan fuera y miren el cielo. Ahora, al inicio de la primavera, en el hemisferio norte podrán ver todavía la constelación de Orión saliendo, divisaran la estrella Sirio abajo a la izquierda y la luminosa estrella Aldebarán arriba a la derecha, más hacía la derecha, distinguirán a «Las Pléyades», una agrupación de estrellas muy jóvenes. Atrévanse a sentir qué pasa dentro de ustedes, con solo mirar a estas estrellas y sean capaces de reconocerlas y conectarse con ellas… Quizás, incluso puedan hablarles… pregúntenles acerca de sus vidas… pregúntenles si se encuentran en un camino con corazón… pregúntenles si están haciendo lo que el espíritu tiene previsto para ustedes… y después de las preguntas, instalados aún en el silencio, permítanse sentir, percibir y escuchar qué les contestan.
Nuestra capacidad de conectar y «ver» se encuentra dentro de nosotros mismos, esperando a ser despertada.
Jim Morris (Guilhem Morera)
Instructor Asociado de Tensegrity®
y co-patrocinador de los eventos de Cleargreen en Europa.