Kundalini Yoga: Despertando a la Bella Durmiente Interior

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Hay varias modalidades o ramas del yoga que han sufrido un gran falseamiento en Occidente e incluso en la India de nuestros días. Son, especialmente, el hatha-yoga, el tantra yoga y el kundalini yoga.

En éste último se han vertido toda suerte de imaginaciones paranoides, insensatas elucubraciones y absurdas fantasías, y todo ello porque muchas personas, más dadas a la fenomenología oculta que al verdadero sentimiento de autorrealización, han interpretado negligente o equivocadamente lo que hay de simbólico, metafórico o mitológico en las enseñanzas del kundalini-yoga. No debemos olvidar que muchas veces los maestros para poder referirse a experiencias que no son asequibles a las palabras, se tienen que servir de la analogía, el símil, la parábola o lo simbólico, pero que igual que la palabra no es la cosa, el mito apunta a lo que está más allá del mito y hay que tomarlo como una herramienta o vehículo, pero no como la esencia a lo que apunta.

Se han vertido toda clase de ideas equivocadas sobre el kundalini-yoga y muchas personas dejan tan suelta e incontrolada su imaginación que toman por fenoménos del despertar de Kundalini lo que no son más que fantasías neuróticas o simples y naturales procesos corporales o psicosomáticos. Una jaqueca, por ejemplo, es una jaqueca, y no que Kundalini se esté despertando; un escalofrío es un escalofrío y no una manifestación del despertar de la Bella Durmiente; una sofisticada ensoñación es una ensoñación y no que la energía kundalini esté eclosionando. Nada más peligroso que la imaginación febril e incontrolada.

El principio cósmico de energía es Chi o Conciencia. La Conciencia Cósmica o Fuente se manifiesta e individúa en el ser humano en dos maneras: fuerza vital o prana y potencial de iluminación o Sabiduría, que es Kundalini. Prana rige todos los procesos psicofísicos, desde los más burdos a los más sutiles. Por su parte Kundalini es el germen de sabiduría y Liberación que reside en todo ser humano, como una semilla de iluminación, que puede desenvolverse mediante el trabajo yóguico. Igual que si una semilla se riega y se cultiva, se desarrolla, esa simiente de iluminación que es Kundalini va desplegándose cuando se atiende yóguicamente y entonces comienza a brindar todos sus frutos místicos.

Prana es energía dinámica y Kundalini en principio es estática. Hay, por un lado, que aprender a acumular y reorientar prana, en tanto que hay que poner los medios y ejercitamientos para que Kundalini se active y vaya obsequiándonos con todas sus posibilidades.

Como una luz puede ir iluminando las oscuras habitaciones de una mansión, así Kundalini, al actualizarse, va iluminando los distintos centros del ser humano: el vital, el emocional, el intelectual y el espiritual. Pero nadie crea que uno tiene que ir dirigiendo Kundalini, pues es ella la que sabe qué centro debe iluminar y qué actitud debe despertar. Si uno se aplica seriamente al potencial cósmico que es Kundalini y reside en el ser humano, éste se despierta y ayuda a la transformación interior y el despertar de la Sabiduría.

A medida que uno actualiza Kundalini, se van consiguiendo dimensiones más sutiles de Conocimiento y la visión se clarifica y amplifica, como el que pasa del sótano de un edificio a la terraza del mismo. El conocimiento se «sutiliza» y pasa de ser denso (tierra) a ser etéreo. Los centros básicos de energía o chakras inferiores nos enlazan con lo telúrico y más primigenio, pero los centros más altos nos procuran la energía del amor consciente y el intelecto puro y que ve más allá de las apariencias.

Todas las formas de yoga y sus diferentes técnicas nos ayudan al despertar de la Bella Durmiente y a que ésta, en su ascensión hacia la cima de la Sabiduría, permita la apertura de ese llamado Tercer Ojo, que es la visión que alcanza lo Real y lo verdaderamente transformativo. Pero en último caso no podemos hablar del despertar de Kundalini, puesto que ella es lo único despierto y quien tiene que despertar la consciencia y ennoblecer al corazón.

El viaje interior va desde el chakra que nos conecta con lo telúrico, la tierra, al chakra que nos conecta con lo ultrasutil, el vacío primordial. Es el viaje hacia adentro y hacia arriba. Es el viaje hacia lo Pleno.

Ramiro Calle
Centro Shadak

Autoridad del Yoga y Escritor. Director del Centro Sadhak

Ramiro Calle

Autoridad del Yoga y Escritor. Director del Centro Sadhak

Ramiro Calle

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4 minutos de lecturaActualizado: 03/06/2024Publicado: 17/05/2016Categorías: Ramiro CalleEtiquetas: , , , , , , , , , , ,

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