‘Hay un supermercado espiritual con los peores mercaderes’
Hijo de un rico agente inmobiliario, Ramiro Calle, a sus 80 años, ha dedicado su vida al yoga y la búsqueda del autoconocimiento. En esta entrevista, reflexiona sobre la intervención de la meditación en la corrupción de nuestro entorno y el papel del consumismo espiritual en la sociedad contemporánea.
Conocido por ser el introductor del yoga en España, ha tenido entre sus enseñanzas a personalidades como Rodrigo Rato, Gabino Diego, y se estima que ha influido en más de 500.000 personas desde que fundó su centro Shadak en 1971. Calle, un prolífico autor de 250 libros, continúa compartiendo su sabiduría mientras aboga por una profunda conexión con uno mismo y una crítica a los valores consumistas que imperan en la espiritualidad contemporánea.
¿La meditación y el yoga pueden cambiar nuestra sociedad?
La corrupción es inevitable si no cambia la mente del ser humano, afirma Ramiro Calle. Resalta que las reformas externas no serán efectivas si quienes las implementan no han experimentado un cambio interno. Calle critica la manipulación política y la falta de crítica en una sociedad que sigue a “ciegos conducidos por otros ciegos”.
Las raíces de la corrupción y el egoísmo
La ostentación en nuestra sociedad es una afrenta constante, expone Calle. Un problema que, según él, ha empeorado desde que abrió su centro de yoga en 1971. Su visión crítica se extiende también a la búsqueda del éxito material que deja a muchos “vacíos de sí mismos”, a pesar de haber alcanzado altos puestos en la sociedad.
El auge del consumismo espiritual
Hoy en día, el yoga ha sido comercializado de tal manera que ha derivado en un supermercado espiritual, donde lo superficial predomina. Calle se siente inquieto ante las prácticas de yoga que se han desnaturalizado y criticados por haber perdido su esencia. A menudo, las personas buscan prácticas que aborden su búsqueda personal sin un entendimiento real de la profundidad que estas enseñanzas pueden ofrecer.
La explotación en el mundo del yoga
Ramiro Calle habla de la explotación que sufren muchos nuevos profesores de yoga, quienes reciben salarios bajos en comparación con su tiempo y dedicación. Él asegura pagar una remuneración justa a sus profesores, manteniéndose alejado de la situación precaria que caracteriza a muchos en este sector.
Reflexiones sobre el amor, la vida y la educación
En este diálogo profundo, Calle también comparte su perspectiva sobre el matrimonio, la naturaleza de la educación y lo que significa realmente ser feliz. Un colegio debería ser humano, enfatiza, criticando el sistema educativo actual en el que los niños se ven presionados a competir desde edad temprana.
En definitiva, Ramiro Calle es un ferviente defensor de un cambio de concepto del éxito, en el que el amor, la compasión y la generosidad sean las normas. Al recorrer nuestro camino de autoconocimiento con valentía, podemos abrirle paso a esa “dicha del alma” que tanto anhelamos.