Las olas son como el alma del mar con su movimiento ondulatorio; cuando las contemplamos desde la orilla nos inducen a un estado de relajación, activando el recuerdo subconsciente de nuestro desarrollo en el agua dentro del vientre materno.
Cuando estudiamos el sistema linfático, vemos las diferentes relaciones que tiene con los movimientos del oleaje. Cuando el terapeuta de drenaje conecta bien con la persona consigue crear olas dentro del cuerpo y la induce a un estado profundo de relajación.
El sistema linfático se abre paso a través de nuestros tejidos formando primero agrupaciones de células que tienen unos filamentos que se cierran recuperando el líquido intersticial en su interior, de ahí lo trasladan a unos pequeños capilares linfáticos conectados con vasos más grandes que se denominan, según su tamaño: precolectores, colectores, troncos y conductos.
A medida que recorren nuestro cuerpo van atravesando zonas donde la linfa va a ser filtrada. Si transporta elementos que nos puedan dañar serán neutralizados ya sean virus, bacterias o toxinas; los encargados de ello son los ganglios linfáticos. Es importante saber que cuando un ganglio se inflama es porque está tratando de librarnos de una infección; si masajeamos sobre él lo que podemos conseguir es un rosario de ganglios inflamados ya que habremos liberado el agente infeccioso al sistema linfático adyacente y el siguiente ganglio se inflamará para tratar de detenerle.
Es un sistema abierto, al contrario que el circulatorio que es cerrado. No tiene una bomba que impulse la linfa. El circulatorio sí: el corazón. La linfa para impulsarse necesita del movimiento de las venas y arterias cercanas y de los músculos, por tanto el efecto de la gravedad es un problema. Para resolverlo nuestro cuerpo ha desarrollado un sistema de válvulas dentro de los vasos linfáticos que los delimitan en segmentos denominados angiones. Cuando la linfa pasa de un segmento a otro si trata de volver hacia atrás tienen una válvula que se cierra impidiéndolo. Cuando un segmento se vacía atrae por succión la del segmento que está por debajo de él.
Al hacer el drenaje linfático primero tenemos que bombear los ganglios suavemente y después empujar la linfa hacia ellos: primero la de los angiones cercanos para que se vacíen y se atraiga la de los vasos más alejados. Es como si caminásemos hacia atrás.
La linfa se compone principalmente de agua, proteínas, sales minerales, moléculas de grasa de alto peso molecular y de células como los leucocitos, principalmente linfocitos y macrófagos encargados de eliminar las bacterias que nos puedan infectar. También pueden aparecer glóbulos rojos pues cuando nos hacemos un hematoma es el sistema que se encarga de recuperar los elementos de la sangre que no pueden atravesar capilares sanguíneos por su gran tamaño.
La función más importante del sistema linfático es devolver las proteínas al torrente circulatorio evitando que se acumulen en los tejidos y así mantener en equilibrio la presión coloidosmótica. Si no regresaran al torrente circulatorio la presión de la sangre caería por disminución del volumen sanguíneo y esto podría acarrear la muerte ya que los tejidos se hincharían como un globo.
Los ganglios se encargan principalmente de filtrar la linfa antes de que vuelva al torrente circulatorio, eliminando las toxinas y produciendo anticuerpos y linfocitos para combatir los agentes patógenos que nos invadan. Para ello se sitúan en zonas estratégicas del cuerpo: Hueco poplíteo de la rodilla, ingles, zonas pélvica y abdominal principalmente alrededor de los intestinos, en el tórax, axilas, codos y alrededor de los vasos sanguíneos del cuello.
Es importante conocer cómo drena el cuerpo para hacer el masaje correctamente, pues el lado izquierdo y el derecho no lo hacen por igual. La pierna derecha junto con la izquierda, la pelvis y toda la linfa abdominal lo hacen por el conducto torácico izquierdo. El brazo izquierdo y lado izquierdo de la cabeza se unen junto con este conducto para verter la linfa al torrente circulatorio a la altura de la fosa clavicular izquierda, en el arco que forman las venas subclavia y yugular interna de ese lado a través del denominado “Término Profundo”. El lado derecho del tronco, el brazo derecho, y el lado derecho de la cabeza drenan hacia la gran “vena linfática derecha” que se une por el “Término Profundo” a las venas subclavia y yugular interna de ese lado.
El drenaje linfático se hace de forma muy suave, como si fuéramos tirando de la piel, sabiendo hacia donde discurre la linfa para transportarla correctamente. Las presiones son suaves, lentas y rítmicas para impulsarla sin colapsar los vasos que son muy estrechos. Lejos de producir dolor, induce a una relajación profunda.
Recuerdo el caso de una clienta que vino a tratamiento de espalda porque tenía muchos dolores. Cuando iba a tumbarse en la camilla me dijo que estaba tan mal que cualquier cosa que le rozara la espalda le producía mucho dolor, incluso notaba zonas inflamadas. Le propuse hacerle drenaje linfático en lugar de Quiromasaje y fue impresionante: cuando terminé la terapia le había desaparecido el dolor y se sentía muy relajada y feliz.
Este resultado me ha llevado a pensar que el complemento ideal en el tratamiento de la fibromialgia sería este masaje.
También tuve a otra clienta con Lupus que cuando recibía el masaje me comentaba que sentía su cuerpo mucho más ligero y activo.
Cuando la persona recibe el drenaje siempre me comenta que es como si un oleaje empezara a moverse por dentro. Donde más lo perciben es en las piernas. Cuando están muy pesadas o con problemas circulatorios lo ideal es hacer drenaje; también es muy conveniente después de una cirugía de varices ya que ayuda a recuperar a los tejidos.
En el tratamiento postoperatorio de la liposucción es el masaje recomendado por los médicos ya que reconocen que es la base para una recuperación más rápida y menos dolorosa.
Hacer la terapia en un ambiente agradable y con música relajante ayuda a conseguir una relajación más profunda, a que mejore el sistema inmunológico y se reduzca el estrés.
Carmen Benito
Directora del Centro de Bioestética Carmen Benito