… en estos tiempos.
Ya es diciembre… ¡qué poder tiene la palabra “diciembre”!
Sin querer, sin proponerlo, evocamos un torbellino de ideas, imágenes, sentimientos, sensaciones… agradables o no.
Sí, diciembre ejerce su poder sobre nuestra vida: un mes más en nuestro calendario, un mes más aunque especial, queramos aceptarlo no; un mes más de ¿Vida, Luz y Conciencia?
Y aquí comienza nuestro diálogo de Ser a Ser ¡diálogo en estos tiempos!
La Maestra Damarle, Maestra del Amor, expresa que “somos espejos de Luz y Conciencia, para irradiarlas al mundo”.
“Es maravilloso vivir de manera Consciente en la Luz”, dice un Maestro de la Mística y la Compasión, el Maestro Dévaran.
Luz, somos seres de Luz. Ya “sabemos” algo. Por ejemplo, el maestro Dévaran nos habla de diferentes formas de manifestación de nuestra Luz:
- El Conocimiento, a través de las experiencias que vamos teniendo en la vida, que nos va Iluminando. Está relacionado con el Saber pero también con la Sabiduría del Ser, que está más allá del simple conocimiento intelectual. Es la experiencia acumulada de manera positiva en nosotros que nos permite compartirla y ayudar a mejorar la vida de los demás.
- La Sabiduría, que nos lleva a actuar de manera recta en todos los momentos de nuestra vida.
- La luz en nuestro corazón, que se expresa como Amor consciente e incondicional, como virtudes divinas que, encarnadas en un ser humano, le convierten en un Iluminado, un portal de luz para todos los demás.
“Luz es la capacidad de vivir con un estilo de vida armonioso, pacífico, como portadores de paz y soluciones, donde quiera que estemos”.
Así es ¡en estos tiempos!
De la Conciencia, siento como excelentes y sabias las definiciones que de ella nos hace la Maestra Damarle cuando en su libro, “Diálogos de Ser a Ser”, escribe sobre la Nueva Conciencia, la Conciencia divina individual, la Conciencia ecológica, la Conciencia del vehículo físico, vital y emocional; la Conciencia de eternidad; la Conciencia familiar, la Conciencia de plenitud y abundancia; la Conciencia de relaciones de aprendizajes y vidas pasadas; la Conciencia de vida presente y despierta; las Conciencias divinas, Maestros y seres de luz; la Conciencia de realización del Ser…
Unimos estas dos palabras, Luz y Conciencia, y toman Vida cuando se expresan continuamente en los actos, el comportamiento, las reacciones, las palabras, los propósitos de almas grandes, como son los Maestros.
Maestros de Luz y de Conciencia ¡y más aún en diciembre y navidad! ¡Yo quiero ser como ellos!
De hecho, le preguntaron una vez a la Maestra Damarle: “¿qué hay que hacer para ser como tú?”
Su respuesta: “¡No pienses ni anheles eso! Cada uno tiene un Ser dentro de sí mismo y ese Ser es único. ¡Es único, es maravilloso y no tienes que ser como nadie más! Y cada persona, con sus características divinas manifestándose, ha de expresar lo que es y no ser como nadie más.
Podemos aprender valores de los demás con su ejemplo, pero ser como otra persona no es recomendable. Pues cada uno es una pieza de ese gran puzle divino, es una hebra hermosa en el telar cósmico. Cada uno tiene un color, una misión, una forma y eso nunca ha de perderse. Si hay dos piezas iguales ¡entonces el puzle no se completa! ¡Quedará faltando el aporte único de esa alma!”.
Para una persona como yo, sería maravilloso vivir cada día de manera consciente en la luz, ser un espejo de Luz y de Conciencia, para irradiarlas al mundo.
Por ello, una vez más en diciembre, hago Conciencia de que mirarse en el espejo de una Maestra y de un Maestro es un privilegio, una dádiva, un obsequio divino que quiero aceptar, no solo en navidad, sino cada día… sobre todo, en estos tiempos.
María Emperatriz Pulido Valle
Socia de ADASEC-España