“Desde que entré en Biodanza, a finales de los años 70, comprendí sus posibilidades chamánicas en cuanto el sistema propone la danza como un medio de expansión de conciencia y transformación”, explica Maite Bernardelle, Directora de la Escuela Hispánica de Madrid. A través de ceremonias y ritos en grupo, el chamanismo establece la unión entre el cielo y la tierra, formando un verdadero matrimonio cósmico. En la danza sufi, practicada en países como Turquía, Marruecos e Irán, el iniciado gira en sentido antihorario, elevando el brazo derecho hacia el cielo y bajando el izquierdo hacia la tierra. Este movimiento, que aumenta en velocidad, lleva a los participantes a estados de trance, donde surge el eje conocido como axis Mundi, simbolizando el descenso al mundo oscuro y el ascenso a los cielos.
El tambor: Ritmo de la transformación
El tambor, un elemento vital en la danza, tiene el poder de desencadenar diferentes **expresiones emocionales**: desde lo **depresivo**, cargado de colores oscuros, hasta lo **eufórico** y **erótico**, donde el rojo predomina. Las máscaras que se utilizan en este contexto no son meros adornos, sino herramientas que pueden combinar múltiples emociones, desde el erotismo con la agresividad, hasta la depresión con la angustia.
La experiencia de la máscara blanca
En la experiencia de la máscara blanca, los participantes cubren su rostro con una capa de arcilla blanca, dejando visibles solo los ojos y la boca. Este acto de anonimato, que elimina la identidad cultural, fomenta una comunicación genuina a través de la mirada y crea un entorno donde se sienten más libres. Sin la carga de su identidad, los participantes liberan su espontaneidad, disminuyendo sus mecanismos de defensa.
Bebidas embriagantes: El elixir de la celebración
Desde tiempos antiguos, los chamanes han utilizado diversas bebidas para inducir estados de trance. En la antigua Grecia, en Eleusis, se consumían bebidas enteógenas, mientras en diversas culturas actuales, se emplean el Yagé, la Ayahuasca y otros licores. En nuestros encuentros de Biodanza, utilizamos simbólicamente una copa de vino dulce, que busca celebrar el placer de vivir y evocar un estado propicio para la danza.
Viajes oníricos: Nuevas dimensiones de la conciencia
Durante los **viajes oníricos**, que se experimentan en un estado de semi-sueño hipnótico, el chamán puede visualizar situaciones inconscientes tanto de su vida como de aquellos que consultan, permitiendo descubrir incluso **animales de poder** como guías espirituales.
Ceremonia del fuego: Un símbolo de transformación
El trance rítmico alrededor de la hoguera permite al chamán alcanzar estados expandidos de conciencia, mientras que la ceremonia del fuego es un momento culminante de iniciación. Con un simbolismo sagrado, el fuego implica vida, curación y amor, siendo una fuerza natural esencial.
Biodanza y Neochamanismo: La danza de los místicos modernos
La Biodanza, creada por Rolando Toro, no solo busca la conexión con nosotros mismos, sino también, con los demás, la naturaleza y el cosmos. Este sistema invita a participar de experiencias vivenciales que llevan a estados de expansión de conciencia y sanación, convirtiendo a los practicantes en modernos místicos de la naturaleza. A través del descubrimiento de esta conexión, cada danza se transforma en un hechizo de alegría y una invitación a dialogar con el mundo sutil.
María Miret
Periodista
Escuela y Centro Hispánico de Biodanza Sistema Rolando Toro de Madrid
www.escuelahispanicabiodanza.org