¡Vivir de la Reflexoterapia es posible!
Me llamo Isabel Pérez Broncano y soy terapeuta. En mi vida he conseguido algo increíblemente valioso para mí, como es aunar mi vocación de ayudar a las personas en sus procesos de enfermedad-curación, mi pasión por aprender y compartir conocimientos de terapias naturales integrales como didacta y hacer de ambas cosas mi profesión, aquello con lo que me gano muy bien la vida. He llegado a este punto después de un intenso camino de autoconocimiento, escucha activa de mis deseos, fortalezas y debilidades, formación continua y mucha práctica.
En este artículo me gustaría hablar de la Reflexología desde el enfoque del terapeuta, de la persona que quiere aunar su pasión-vocación y su profesión. Mi concepto de lo que es un terapeuta no es el de aquel que sólo ayuda a sanar, sino la persona que acompaña a otras en sus procesos, les da herramientas para encontrar el equilibrio y el bienestar, se centra en la prevención, y cuando la dolencia o enfermedad ha hecho su aparición ayuda al cuerpo del paciente a autosanarse. Todas estas poderosas herramientas las encontré en la Reflexología Podal Integral, que es la terapia que practico y que aúna lo mejor de varias disciplinas de medicina complementaria.
Tu vocación es tu misión
Seguro que alguno de los que estáis leyendo este artículo también sentís esa voz interior, algo que os dice que ser terapeuta es vuestro camino vital y aquello a lo que queréis dedicaros profesionalmente. Si esa llamada es lo suficientemente fuerte haréis todo lo que esté en vuestra mano para seguirla, os formaréis, reflexionaréis sobre vuestra propia vida, mejoraréis vuestros hábitos y caminaréis por la senda de esa transformación interior que hará que os convirtáis en verdaderos terapeutas. Si esto es así habréis encontrado vuestra misión.
Encontrar la propia misión personal, aquello que mejor sé hacer y que, por lo tanto, es lo que he venido a hacer en el mundo, no es algo sencillo. Muchas personas se pasan la vida ejerciendo una profesión que no les llena, en la que no pueden dar todo su potencial, y soñando con una vida más plena en la que se sientan realizados. Encontrar el propósito o misión personal de cada uno de nosotros es muy posible que sea lo que marque la diferencia entre ser feliz o ser desgraciado.
No le des alas al miedo
Pero en este punto es muy posible que te ataque el miedo, que su voz se haga fuerte dentro de ti y te recuerde todo lo que puede salir mal. ¿Podré ser terapeuta de forma profesional y ganar dinero con ello? ¿No me sentiré raro pidiendo una retribución económica por algo que amo hacer? ¿Habrá demanda suficiente de aquello que ofrezco? ¿Podré abrirme un hueco en el mundo laboral con una “profesión minoritaria” como esta?
Estas preguntas forman parte del ruido mental que nos ataca constantemente, pero si cabe duelen más porque cuestionan nuestra misión (una vez que la hemos identificado). Estos pensamientos están guiados por el miedo. El miedo es una emoción como otra cualquiera, no es ni mejor ni peor, pero es importante que sepamos identificarla, que la dejemos llegar a nuestra mente si así ocurre, y con la misma naturalidad la dejemos partir y no le demos el poder de tomar decisiones por nosotros.
Te lo digo alto y claro: “Tú misión y tu pasión, pueden ser tu profesión”, no hay ninguna contradicción en ello, y cuando comprendas esto tampoco sentirás ninguna contradicción con el hecho de pedir o ganar dinero con ella, ya que por una parte es tu regalo al mundo, y por otra es el regalo de la vida hacia ti para que puedas trabajar en aquello que te apasiona. Las contradicciones se disuelven y se llega al equilibrio.
Ser consciente de las oportunidades
En vez de ver sólo todos esos condicionantes o dificultades que son potenciados por tu miedo, te animo a que veas las inmensas posibilidades que se abren ante ti.
Este momento histórico de nuestra sociedad es ideal para formarse y trabajar como terapeuta ya que se está produciendo un despertar colectivo de una parte cada vez más grande de la población que busca (buscamos) relacionarse de forma diferente con la salud y la enfermedad, y que entiende al ser humano como un ser integral. Esto tiene que ver con un planteamiento holístico de la vida, y terapias como la Reflexología Podal Integral inciden en este aspecto.
Si respondes a tu vocecita interior y te dejas llevar por tu intuición profunda te vas a ayudar a ti mismo, y también vas a ayudar a muchísimas personas.
¿Y por qué la Reflexoterapia?
Hay infinidad de motivos por los que formarse como reflexólogo, y para mí es una de las terapias más efectivas y transformadoras que hay. Aquí van algunas razones:
• Porque es una terapia milenaria que provoca cambios reales y mejoras sustanciales en las personas que se tratan con ella.
• Porque es una terapia no agresiva que despierta el poder de autosanación del propio cuerpo.
• Porque es una terapia que incide en las causas más que en los síntomas de las enfermedades.
• Porque es una terapia que ayuda a la relajación y contribuye al bienestar profundo. Es de gran ayuda en problemas de insomnio, estrés, ansiedad, etc.
• Porque es una terapia que funciona como un tratamiento integral de todo el cuerpo aunque sólo se trabaje sobre los pies.
• Porque tiene similitudes con la acupuntura y otras terapias reflejas, y ofrece muchos beneficios de la Medicina Tradicional China.
• Porque es una terapia que ayuda a desbloquear los meridianos de energía y a dejar fluir el Chi.
• Porque es necesario difundir esta terapia y formar a profesionales íntegros que ayuden a otras personas con sus problemas de salud.
En mi propio camino como terapeuta he desarrollado la Reflexología Podal Integral basándome en la Reflexoterapia e integrando en ella otras terapias y tratamientos: como la Técnica Metamórfica, el Reiki, la Psicoanalogía de la Enfermedad o la Hipnosis, etc. Y así, tomando los pies como mapa del cuerpo físico y reflejo, además, de nuestro ser espiritual y emocional, trato a las personas como entes completos, desde diferentes ángulos y partiendo de un planteamiento holístico de la salud y de la persona.
Esta terapia integrativa y mejorada que he desarrollado a lo largo de toda mi carrera la he adaptado, junto con un equipo inmejorable de profesionales, para formar a los nuevos terapeutas reflexólogos en una terapia que a la vez son muchas terapias, que toma lo mejor de cada uno de esos micromundos y que los adapta al momento vital en el que estamos, lo cual la hace mucho más efectiva.
Tu camino de desarrollo personal y de crecimiento interno puede pasar por ser reflexólogo. Si es así sé valiente, mira hacia delante e inicia la marcha.
Isabel Pérez Broncano
Reflexóloga
Autora del libro Reflexología Integral
Directora de Ranvvai Escuela de Reflexologías y
Centro de Terapias Naturales
www.reflexologiaranvvai.es