Sabemos por la Nueva Medicina que cada enfermedad se desencadena a partir de una situación de conflicto. Y que el contenido del conflicto determina el tipo de patología que, a su vez, suele provocar un estado de ánimo más o menos alterado. Resolver el conflicto se convierte, en la medicina moderna, en el punto de partida no sólo para curar la enfermedad, sino también para transformar la emoción y Aceptarlo.
Los conflictos que enfrentamos son el origen de muchos de nuestros males. Al comprender y resolver estos conflictos, no solo tratamos la sintomatología física, sino que también sanamos nuestro ser interior. El enfoque integral se manifiesta en una reacción en cadena que impacta a tres niveles en el ser humano: psique, cerebro y órganos. Sin duda, es la solución más completa, ya que se pone en marcha la armonización del estado de ánimo, la función cerebral y la recuperación de los tejidos y órganos, que son los que manifiestan los signos y síntomas. Veamos algunos ejemplos:
Ejemplos prácticos de conflictos y sus soluciones
- Problemas de tiroides: La glándula tiroides responde a conflictos de impotencia. Para sanar, es esencial aprender a delegar y no sobrecargarse. Este órgano, que regula el metabolismo, se ve afectado por la incapacidad de actuar. En la fase de solución, la glándula se activa, generando mayor producción hormonal, permitiéndonos adaptarnos más rápidamente a los retos de la vida.
- Afecciones de la vejiga: Las infecciones y problemas en la vejiga a menudo surgen de la dificultad para establecer límites adecuados. La asertividad es clave; si no se expresan adecuadamente las necesidades, la vejiga se ve obligada a acumular tensión, lo cual se puede manifestar en forma de inflamación.
- Dolores en la cadera: Problemas en esta área pueden ser un reflejo de la resistencia a enfrentar situaciones clave en la vida. Si hay una decisión importante que se evita, la cadera puede verse afectada. La solución radica en reconocer la necesidad de avanzar, en lugar de dejarse arrastrar por el miedo.
El poder de la aceptación y la liberación emocional
-Aceptarlo: Cuando la resolución del conflicto no es posible, la aceptación emerge como una herramienta poderosa. Frases como “Integro todo lo que mi cuerpo hace por mí y acepto las consecuencias” fortalecen nuestra conexión con el organismo. Este reconocimiento, junto con el agradecimiento hacia nuestro cuerpo, actúa como una forma de mantener la salud.
-Liberar el foco de Hamer y el quiste energético: Tanto el foco como el quiste son manifestaciones de desorganización celular que pueden ser liberadas a través de la liberación emocional y física. La Terapia Cráneo-Sacral es una herramienta eficaz en estos procesos, favoreciendo la sanación de las emociones reprimidas.
La liberación psicosomática como camino hacia la sanación
-Liberación Psicosomática: Este método permite explorar emociones atadas a experiencias pasadas durante sesiones terapéuticas. A través del diálogo entre el terapeuta y el paciente, es posible reconectar con situaciones de conflicto, reinterpretarlas desde una nueva perspectiva que promueva el perdón y la sanación. Muchos que han pasado por traumas en su infancia pueden beneficiarse enormemente de este tipo de terapia.
Las soluciones son variadas y estas son solo algunas de las más efectivas que he encontrado en mi experiencia. Liberarnos de viejos patrones emocionales aligera nuestra carga en la vida y permite que nuestro estado de ánimo se estabilice, lo cual es vital para el manejo de nuestra salud.
Recuerda, los problemas no son lo que representan, sino como te los tomas, como los interpretas.
Tu visión determina tu realidad. Disfruta de la vida, no te olvides.
Michael Laloux Kodaewa
Diplomado en Osteopatía, Naturopatía, Terapia Cráneo-Sacral y terapeuta de La Nueva Medicina y de la THC.
Director del Centro Terapiasalus en Madrid.
www.terapiasalus.com