Hace aproximadamente un año publiqué un artículo sobre el tratamiento que había realizado a una clienta después de una cirugía de nariz bastante agresiva.
En su caso la cirugía fue abierta ya que tenían que corregir muchos problemas: una obstrucción del tabique nasal debida a un crecimiento óseo anómalo, el caballete y realizar un injerto en las aletas de la nariz ya que las tenía muy débiles y se le cerraban impidiéndole que respirara correctamente.
Cuando llegó a mi consulta hacía una semana que había sido operada y todavía presentaba una inflamación importante y hematomas en la zona de la bolsa de los ojos y en la propia nariz. No podía respirar y había perdido en gran medida el gusto y el olfato, ya que ambos sentidos están íntimamente unidos y sin olfato se pierde el gusto.
Fue su propio médico quien le sugirió el tratamiento con drenaje linfático para ayudarla a reducir la inflamación, vino para eso, aunque después de drenarle la cara le hice reflexoterapia podal para aliviar el dolor que tenía en toda la zona.
En la segunda sesión además de hacerle drenaje facial le realicé los pasos de terapia cráneo-sacral que podían ayudar a liberar toda la zona implicada.
El tratamiento fue bien, pero debido a un rechazo del injerto en las aletas de la nariz, tuvo que pasar de nuevo por quirófano. Después de la segunda operación regresó a tratamiento hasta que se encontró recuperada.
No era la primera vez que tenía contacto con alguien operado de nariz, ya que en el año 2007 operaron a mi marido del tabique nasal desviado y drenaje de toda la zona de senos. En su caso la cirugía fue con láser y sin abrir, por lo que le mandaron a casa transcurridas solo tres horas de la operación. El problema vino por la noche, cuando se le presentó una hemorragia muy fuerte que no se detenía con el taponamiento que le habían puesto. Antes de volver al hospital decidí intentar pararla desde el punto reflejo de nariz en el pie presionándolo muy fuerte; lo mantuve así un par de minutos y conseguí que la hemorragia frenara. Aunque ya había tratado casos de rinitis debida a alergias o a problemas hormonales, consiguiendo que la nariz se despejara ya durante la sesión, nunca había tenido un caso de hemorragia nasal y me sorprendió porque no esperaba que fuera tan rápido y efectivo. El caso es que no tuvimos que ir al hospital y además no volvió a sangrarle en ningún momento.
Los huesos de tabique nasal y los propios de la nariz se reflejan en el dedo primero del pie justo debajo de la matriz de la uña, en el centro de la segunda falange; ahí es donde se debe actuar principalmente en el tratamiento de estos casos.
Durante las navidades me llamó una clienta para que le hiciera drenaje facial, había leído el artículo de hacía un año y a ella la acababan de operar de nariz, concretamente el 23 de diciembre. Llevaba una escayola y se la iban a quitar el día 30 por la mañana y quería que esa misma tarde comenzara a tratarla. Le dije que no había ningún problema por mi parte, pero le recomendé que se lo dijera a su médico para que se lo autorizara. También le sugerí hacerle reflexoterapia podal como en el caso de la otra clienta.
En eso quedamos, y el mismo día 30 me llamó a la una de la tarde. Estaba un poco preocupada porque su médico le había dicho que no la tocara nadie la cara y que no se hiciera drenaje, que no lo necesitaba, pero ella se sentía muy agobiada porque tenía toda la zona nasal inflamada y no podía respirar, además le dolía mucho la nariz a la más mínima presión debido a la inflamación. Le dije que si su médico no lo autorizaba no le haría drenaje, que sólo le haría reflexoterapia podal.
Esa misma tarde empezamos el tratamiento y después de la cirugía que le habían practicado fue impresionante ver como ya desde el primer momento empezó a sentir que se le despejaba la nariz y que pequeñas corrientes eléctricas le recorrían la zona donde le habían practicado la cirugía. Poco a poco, se empezó a desinflamar la zona.
Le practicaron cirugía endoscópica por tanto no había necesitado levantamiento de nariz como en el otro caso. Le habían cortado parte del hueso y de la mucosa de ambos cornetes, le habían practicado una septoplastia y una rinoplastia con corrección del caballete y de las asimetrías del dorso de la nariz.
Había llegado a cirugía no porque tuviera problemas con su caballete sino porque llevaba desde que podía recordar sin poder respirar por la nariz ya que tenía una rinosinusitis crónica con hipertrofia de los cornetes (cerrándole la posibilidad de respirar correctamente).
Durante la hora que estuve con ella incidí mucho en todas las zonas reflejas de nariz, las linfáticas asociadas al sistema respiratorio, las nerviosas y la articulación Témporo-Mandibular.
A medida que realizaba el tratamiento su nariz se despejaba y por primera vez en muchos años podía respirar por ella. Fue muy bonito ver los resultados ya durante la sesión.
Al día siguiente volvimos a quedar y cuando vino me comentó que al salir, su novio que la estaba esperando, había notado que se le había reducido la inflamación. Estaba muy contenta sobre todo porque sentía por primera vez lo que era poder respirar por la nariz incluso dormir con la boca cerrada.
Hemos seguido el tratamiento y va mejorando cada vez más. Al ver que todo va muy bien, dicho incluso por su propio médico en la revisión, hemos decidido hacer drenaje linfático facial, y ya ha perdido la hipersensibilidad que tenía cuando algo le rozaba la nariz.
Poco a poco va asumiendo su nuevo aspecto ya que cuando se hace una cirugía nasal con corrección de caballete lógicamente la cara cambia y al principio cuesta integrar la nueva imagen; esto les ha pasado tanto a la primera clienta que tuve como a ella, y produce mucha inseguridad. La verdad es que el cirujano que la ha operado ha realizado un trabajo impresionante pues al corregir el caballete ha tenido presente sus proporciones faciales y le ha quedado muy bien.
A medida que pase el tiempo se verá mucho mejor. Los médicos dan normalmente un plazo de unos seis meses después de la cirugía para que todo vuelva a la normalidad.
El tratamiento sólo con reflexoterapia podal ha sido tan impactante que su novio que es masajista se ha apuntado al próximo curso que impartiré.
Sé que todos los casos no son iguales y que cada persona tiene una capacidad de recuperación, pero la reflexoterapia podal no deja de sorprenderme.
Carmen Benito
Licenciada en Biología.
Directora del Centro de Bioestética Carmen Benito.
www.carmenbenitobioestetica.com