“La gran mayoría desconocemos cuál es esa intención y actuamos lo mejor que sabemos y que hemos aprendido. La buena noticia es que podemos hacerlo de forma más eficaz y de acuerdo a nuestros valores fundamentales. La programación neuro-lingüística nos enseña las estrategias adecuadas para lograr lo que nos propongamos teniendo en cuenta su intención. De ahí que un Coach que trabaje con PNL será inmensamente más eficaz con sus clientes…”
Estaba leyendo un artículo sobre “la Intención” cuando me vino a la mente una increíble anécdota. Todo ocurrió un día cualquiera, en el café enfrente del trabajo, donde una simple decisión sobre un bollo me llevó a un inesperado encuentro.
Mientras esperaba mi café solo, largo y sin azúcar, me debatía entre un croissant o unas irresistibles cookies de chocolate. En medio de esta decisión, el camarero apareció con un pincho de tortilla, y al girarme para preguntar por mi bebida, me topé con una mujer. El café ardiente voló por el aire, y mientras me disculpaba, la escena me hizo reflexionar sobre la reunión que me esperaba con el nuevo director de RRHH.
El destino, a veces caprichoso, me tenía preparado un shock aún mayor. Mi amigo Joaquín, quien también había estado lidiando con sus propios desafíos de comunicación laboral, aparecía en la misma cola del café. Todo parecía un torbellino emocional. La conversación fluía, con Joaquín compartiendo su recién obtenido ascenso, seguido de la alegre noticia de que también sería mi nuevo jefe.
Y así, entre risas, recuerdos universitarios y una promesa de mejora personal, el verdadero hilo conductor de toda esta experiencia se volvió más claro. ¿Qué lecciones escondería esta serie de eventos aparentemente insignificantes?
La Intención es fundamental. Joaquín me recordó que el enfoque que tomamos en la vida, y especialmente en el trabajo, repercute en nuestras relaciones y nuestro bienestar. A menudo, cargamos demasiadas expectativas sobre nosotros mismos, y nuestra visión se ve nublada por el estrés, las responsabilidades y las exigencias del día a día.
Al rememorar aquella jornada, me di cuenta de que la intención detrás de cada acción es lo que realmente puede guiarnos hacia una vida satisfactoria y equilibrada. No se trata solo de trabajar duro, sino de actuar con propósito.
Con el eco de Joaquín en mis pensamientos, decidí actuar en consecuencia. Es hora de hacer un cambio. Contactaría a un coach de PNL, no solo para mejorar mis habilidades laborales, sino para reconectar con mi familia y valorar los momentos que realmente importan.
Una pregunta resonó en mi mente durante toda la tarde: ¿Alguna vez te has detenido a pensar en la intención detrás de tus acciones? Volver a reevaluar nuestras decisiones puede llevarnos por caminos sorprendentes. Y así, tras salir del cajero, cené con mi esposa, disfrutando el simple placer de esta conexión. El postre fue un suplemento a otro día de despertar, un pequeño gran paso hacia el cambio emocional que tanto necesitaba.
Ángela Tejero
Directora de PNLMadrid
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