La gran conquista es ser uno mismo, a pesar de las dificultades

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Entrevista a Ramiro Calle

Por Yasmina Collado, periodista y escritora

“La gran conquista es ser uno mismo, a pesar de las dificultades, pero ser uno mismo”

Ramiro Calle (Madrid 1943). Un gran número de individuos, hombres y mujeres caminan apresurados por la ciudad. Grandes avenidas, estaciones de metro colapsadas por la multitud, gentío con teléfono en mano contamina el ambiente de estrés, ansiedad, disgusto y énfasis. Escapan del trabajo, de la familia, del no trabajo… La metrópoli es arrolladora. En ese instante, a dos manzanas, un grupo reducido de personas se sitúa a los pies de una esterilla, permanece con los ojos cerrados y conecta con su interior. Paralelamente, el yoga está muy presente, instalado en el caótico mundo occidental. Y es que sus beneficios son impagables, infinitos. El artífice de semejante revelación tiene nombre propio: Ramiro Calle.

Alrededor de dos cientos libros publicados y la instauración del primer centro de yoga en España por el que han pasado más de 500.000 personas, Ramiro Calle es todo un referente. Desde que en 1971 fundara Shadak, han sido numerosos rostros conocidos los que han querido llegar hasta él. Acontecimiento que no da importancia. “Nunca he sido un cazador de personajes célebres para mi centro, me siento mucho más cómodo cuando son personas que no son célebres en el sentido popular” explica. Incluso, a pesar de este reconocido y logrado prestigio, se niega a que le llamen “guru”. “Me defino como un escritor que soy y como un simple profesor de yoga. En todo caso, un especialista en temas relacionados con la India” afirma. A través de sus libros, enseñanzas y metodologías, ha ayudado a numerosas personas sin esperar ningún tipo de reconocimiento. Ramiro desborda humildad, generosidad, gratitud.

“La gran conquista es ser uno mismo, a pesar de las dificultades, pero ser uno mismo” asegura el escritor. Época de cambios, de contradicciones, de egoísmo y dificultades. Un siglo XXI lleno de avances y al mismo tiempo de complicaciones. Ramiro sigue siendo él mismo. Años atrás ya marcó la diferencia en sus viajes a India, en sus encuentros con lamas, en sus vivencias, en su escritura. Una escritura en la que denota parte de sus sentimientos, de sus afectos, de sus alegrías y tristezas. En donde la depresión y ansiedad también han formado parte de su vida. Pues como bien dice: “si yo precisamente puedo escribir sobre la ansiedad, los miedos o la depresión, es porque todo eso lo he vivido en mi adolescencia”. Y es que en ocasiones, las personas más miedosas pueden llegar a ser las más valientes. Adelantado a su tiempo y valiente donde los haya, Ramiro Calle es genuino, auténtico y verdadero.

Hoy a sus 76 años continúa siendo él. A pesar de tantos años vividos, de tanto recorrido, su mirada es la de un ser humano muy joven. Tiene ganas de saber, de conocer, de dar y recibir. Los ojos le brillan. Cada gesto, cada movimiento, lo observa con atención. Escucha, pregunta y responde con gran elocuencia, serenidad y oratoria. Su mirada se carga de energía y comprensión. A mi lado tengo a una persona de una sensibilidad excepcional. Generoso y afable desprende amor, ternura. Mi reloj se detiene. Ramiro es luz.

Cuando en 1971 fundó Shadak, el primer centro de yoga en España, apenas había llegado el yoga al mundo occidental.¿Qué le impulsó a seguir ese camino y no el de la tradición familiar?

Tanto me ayudó el yoga, hasta tal punto fue definitivo en mi transformación interior, que estimé que debía compartir todas esas enseñanzas y métodos con los demás. Entonces empecé a escribir, a difundir en periódicos, y a través del centro de yoga. Al año siguiente vinieron los viajes a la India, a entrevistar yoguis y maestros en la India.

Actualmente no hay barrio que no tenga un centro de yoga y gimnasios que ofrezcan infinitud de clases. ¿Cree que el yoga se ha puesto de moda porque lo necesitamos más que nunca?

Se ha puesto de moda porque lo necesitamos más que nunca y porque su legado es impagable y puede ser de una enorme utilidad al ser humano. Otra razón es porque lamentablemente se le ha dado una vertiente gimnástica al yoga. Todo este afán por el contorsionismo no es yoga, hacer decenas de posturas sin ninguna motivación espiritual no es yoga. Por eso, yo hago una diferencia muy clara entre lo que llamo yoguis y yoguistas. Los yoguis son los que tienen realmente ideales de autor, de autodesarrollo. Los yoguistas, los que tienen la afirmación del ego y el culto desmesurado al cuerpo.

El escritor en su encuentro con el Dalai Lama.

¿Se trata de un negocio o salida laboral ante la temida crisis económica?

Sí, sin duda. Hoy en día hay más profesores de yoga que alumnos. Esto da lugar a que se les explote a los profesores de yoga y se les pague por clase una suma irrisoria e incluso, vejatoria. Pero el problema es que se han hecho tantas formaciones de yoga, hay tal abundancia, que no hay suficientes alumnos. Por otro lado, muchas personas han tenido esa expectativa falsa de que siendo profesores de yoga ya iban a resolver su vida, y luego se han encontrado con que están siendo más explotados en los gimnasios dando clase o en determinados centros que incluso en sus anteriores trabajos. Luego muchas de estas formaciones de profesores son impúdicas porque cobran una suma desmesurada de dinero y lo único que tienen como motivación es lucrarse, pero no realmente formar bien a profesores de yoga.

Rostros tan conocidos como la Reina Sofía, Fernando Verdasco, Rodrigo Rato o Gabino Diego han tratado con usted. ¿Tienen el ego muy elevado o en el trato cercano son más vulnerables de lo que parecen?

Actores, actrices, futbolistas… Han sido muchos los que han pasado por el centro de yoga. Si uno baja las barreras, si uno se muestra de una forma cercana, ellos también bajan sus barreras. El secreto muchas veces de que las personas se muestren más allá de su imagen, su autoimagen, depende de las personas que se relacionan con ellos. Como a todas las trato de igual a igual, ellas se dan cuenta que conmigo no tienen que representar ningún papel y se abren tal y como son.

De todas estas personas famosas que han pasado por Shadak, ¿cuál es la que más le ha sorprendido? ¿Por qué?

En realidad, no hay ninguna persona en particular porque cada persona en sí misma es un mundo y en todas las personas, si sabemos escarbar, podemos encontrar. Yo te diría que me han sorprendido mucho más personas anónimas, que no destacan más que en su profesión, de una manera totalmente normal. Esas son las personas que más me han sorprendido.

Vivimos una situación política, económica y social convulsa. ¿Qué opina de los que nos dirigen? ¿Mira el futuro con optimismo?

Miro el futuro con mucho realismo y, como lo miro con mucho realismo, parece que soy pesimista pero simplemente me tengo por una persona lúcida e hiperrealista. Desde luego se cumple lo que decía Jesús ya hace 2000 años: “ciegos conduciendo a otros ciegos y todos al barranco”. Refiriéndose a así a los que se dicen políticos y solo miran para su propio beneficio y no el de los demás, o para todos estos dirigentes que esos sí que tienen por lo general un ego totalmente desmesurado.

La sociedad actual está saturada de información, contaminada por la tecnología. ¿Esta es la principal enfermedad del siglo XXI?

Es una de las enfermedades del siglo XXI. Yo creo que la peor enfermedad sin duda es la codicia, el apego desmesurado, la avidez. Esa es la verdadera enfermedad de la mente humana pero no solamente de este siglo, sino de todas las épocas. Lo que sucede ahora es que esta tendencia a la codicia está más enraizada que nunca en la mente del ser humano y por consiguiente en la sociedad. Esta es una sociedad discapacitada, muy neurotizada, entonces inevitablemente hace individuos neuróticos y el hecho de que nos quieran adaptar a la sociedad, pues es seguir sumando personas con una gran minoría de edad emocional, mental y espiritual.

Los países con más comodidades tienden a ser más infelices. ¿A qué se debe esto?

No nos damos cuenta de que está muy bien mejorar la calidad de vida externa pero olvidamos que también hay que mejorar la calidad de vida psíquica, la calidad de vida interna. Por ejemplo, infinidad de personas, si les hacen un examen médico, todas sus pruebas, los análisis están perfectos, pero sin embargo esas personas padecen depresión, ansiedad, angustia, vacío existencial… ¿Es eso salud? ¿Podemos decir que una persona está sana porque tenga bien sus análisis? No, esa personal luego tiene el síndrome de la fatiga crónica, insatisfacción insuperable, melancolía incorregible… No están sanas. Hay que cuidar la salud no solo pensando en el cuerpo, también en la mente y en las emociones.

Después de tantos años viajando a India, ¿qué es lo que más admira de su cultura?

Lo que más admiro es sus antiguas psicologías, sus filosofías muy refinadas, búsqueda para el individuo, para el ser humano. Pero hay que decir en honor a la verdad que la India vive de talentos pasados, ha sido la cuna de la mayor cultura, pero hoy en día vive de talentos pasados tanto en lo artístico como en lo cultural y por supuesto, en lo espiritual. Espiritualmente la India está muy desertizada. Luego por otro lado incluso el yoga en la India, en la mayoría de las veces, es un simple negocio. Todo eso un día tiene que depurarse y refinarse porque si no la India es un trasatlántico un poco a la deriva en lo que es el aspecto personal, emocional de la gente.

Hábleme de su experiencia en Himalaya, del faquir de Suresh, de su encuentro con Buda, de maestros que ha tenido. ¿Qué le han aportado cada uno de ellos? ¿Eran como usted esperaba antes de conocerlos?

Uno al principio, en su romanticismo espiritual tiene muchas expectativas falsas y triunfalistas, pero luego uno va teniendo más humildad, va conectando mejor con la realidad, y se da cuenta que el mayor maestro de la India es la India misma. Yo siempre he buscado aquellas personas que me hayan podido procurar claves, enseñanzas, métodos, para hallar lo que yo creo que es más importante para un ser humano que es la paz interior. No olvidemos nunca que al final el maestro está siempre dentro de uno mismo, que los maestros externos lo que tratan un poco, si son auténticos, es de llevarte a tu maestro interior. Mal maestro es aquel que te hace depender de él y no enseña la senda hacia ti mismo.

Ha escrito más de dos cientos libros. Con tantos libros en el mercado, ¿ha recibido el reconocimiento que esperaba? ¿Qué le impulsa a escribir?

Nunca espero el reconocimiento más que de mis lectores. Yo siempre me he negado a todo tipo de homenajes, de premios, de toda esta parafernalia. Yo prefiero una vida sencilla, sin ningún tipo de pavoneos, de todo eso que es falso, los oropeles de la sociedad. Entonces yo estoy muy satisfecho de que tengo todo este gran número de libros, no dejan nunca de reeditarse, y yo lo que busco es el amor de mis alumnos que son mis amigos espirituales y de mis lectores. No necesito nada más, con eso me siento suficientemente pagado.

Cada vez hay más libros de autoayuda ¿En ellos está la clave para encontrar la felicidad? ¿Qué opina de su proliferación en estos tiempos?

Proliferan porque el ser humano está muy vacío, está muy confuso, muy perdido y quiere encontrar asideros. La mayoría de estos libros de autoayuda son casi de auto desayuda salvo notables excepciones de lo que llamaríamos libros de real superación personal que esos sí son muy de valorar incluidos los de los estoicos griegos que son también de autosuperación y de autodesarrollo. Hay que evitar siempre dejarse llevar por “chucherías espirituales” que son placebos que no sirven para nada.

Estuvo a punto de costarle la vida la listeria que contrajo en Sri Lanka. En el hospital La Paz de Madrid le daban cuatro horas de vida. Cuando se lo dijeron, ¿qué se le pasó por la cabeza al salir del hospital?

El pensamiento más hondo y profundo que tuve fue: los seres humanos cuan frágiles somos y no nos damos cuenta. También se desencadenó en mí un sentimiento profundo de humildad y sobre todo de compasión. Lo que al principio es la idea de la muerte, se hace todavía más real porque yo estuve como el faquir, en la cuerda todo el rato, más allá que acá. Y eso te cambia muchos chips, actitudes de la mente, sobre todo los espejos distorsionantes de la mente uno los pone en su justo lugar y se da cuenta que lo que importa es lo que importa y no lo que nos han engañado con todo tipo de trivialidades, de superficialidades y de banalidades. Esta sociedad nos engaña constantemente, nos embauca, y al final sacrificamos tanto por el ego, que perdemos de vista nuestro propio ser.

Ramiro Calle junto a su querido amigo Babaji.

¿Cree en la reencarnación y en el destino? ¿Somos totalmente libres?

No somos libres en el sentido de que todos estamos condicionados por nuestros propios condicionamientos internos. Los genéticos, hereditarios, nuestra historia psicológica, familiar, los patrones, los adoctrinamientos, las creencias religiosas. De hecho, uno cree ser libre, pero no somos libres. Por eso es muy importante que más que aprender hay que desaprender, más que seguir cogiendo cosas hay que empezar a soltar muchas cosas que obturan la visión de lo que realmente somos.

El tema de la reencarnación no me preocupa en el sentido de que bastante tenemos con comprender cada instante y cada momento, como para estar pensando en si fuimos algo antes de esta vida o seremos después. Pero el destino es un tema muy interesante. Creo que hay destino pero también hay cierta libertad dentro del destino. Como un río en el que estamos inmersos pero dentro de ese río podemos un poco tener cierta libertad de acción o por lo menos, ser conscientes de lo que está sucediendo. Hay una gran diferencia entre que la vida nos viva o vivir la vida con consciencia.

En alguna ocasión ha dicho: ”Si te crees un iluminado ve a visitar a la familia”. ¿La familia está sobre valorada?

Yo considero que si es una buena familia, una familia cooperante, es maravillosa. Nos reporta un refugio, un sentimiento de estar enclavado en personas que en cualquier momento nos pueden ayudar, confortar, animar, alimentar, eso es muy importante. Lo que sí también digo es que hay un adagio que reza: “Dios nos da la familia y gracias a Dios nosotros elegimos nuestros amigos”. Hay que evitar caer en relaciones familiares enrarecidas porque emocionalmente hay muchos focos insanos. En las familias muchas veces uno no dice las cosas tal y como son y las relaciones se van poco a poco enrareciendo y envenenando.

“Para el que sabe ver todo es doloroso”. ¿Hay solución?

Sí hay solución. La ecuanimidad, el equilibrio. De nada sirve no querer ver las cosas como son. Eso no sirve de nada. Hay que verlas tal como son y utilizarlas aún si son dolorosas para transformarlas y, en la medida de lo posible, si podemos, tratar de cambiarlas. De nada sirve ocultarse la realidad. Eso lo único que hace es aumentar nuestro pus interior, nuestros conflictos internos. Yo siempre les pido a mis alumnos que traten de desenmascararse aunque sea doloroso pero es la única manera de crecer, de desarrollarnos. Si uno se atribuye cualidades positivas de las que carece, jamás va a tratar de obtenerlas.

¿A qué ha tenido miedo Ramiro Calle y cuáles de estos miedos ha superado?

He tenido miedo a tantas cosas… He sido un niño extraordinariamente conflictivo, he sido un adolescente con infinidad de contradicciones, muy vulnerable psíquicamente… De alguna manera mi vida ha sido toda una lucha para aprender a relacionarme con los miedos. Porque si no puedes superar y vencer un miedo, aprende por lo menos a utilizarlo como aliado y evita en la medida de lo posible el peor de los miedos que es el miedo al miedo. Pero el miedo también tiene un gran valor si lo utilizamos como un aliado y como un instrumento de autodesarrollo.

A sus 76 años de edad ha recorrido el Himalaya, ha visitado numerosos países, ha mantenido conversaciones con lamas y sabios budistas ¿Qué le queda por hacer?

Lo que más me queda por hacer te lo digo sinceramente es seguir viajando interiormente, tratar de ir poco a poco acrisolando aún más, cimentando aún más, mi paz interior y cumpliendo aquello que decía Buda: “Lo más importante de todo es mente clara corazón contento”. Creo que ese es el logro más precioso.

Yasmina Collado

http://www.yasminacollado.wordpress.com

Autoridad del Yoga y Escritor. Director del Centro Sadhak

Ramiro Calle

Autoridad del Yoga y Escritor. Director del Centro Sadhak

Ramiro Calle

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15,5 minutos de lecturaActualizado: 03/06/2024Publicado: 30/12/2019Categorías: Ramiro CalleEtiquetas: , , , ,