MÁS CONSCIENCIA CORPORAL Y MAYOR CONEXIÓN CON EL ESPÍRITU

La respiración es el inter-espacio entre lo físico y lo psico-emocional-espiritual. Podemos conocernos mejor si nos damos cuenta de cómo se hace nuestra respiración y poner los medios para mejorarla.

Te habrás preguntado muchas veces cómo respiras la vida en lo cotidiano, tanto en el saboreo de la misma, como en el sentir cómo respira tu cuerpo. Podemos ser conscientes de nuestro vivir si prestamos atención a nuestra mecánica respiratoria.

La relación existente entre respiración y espíritu

El ser humano es un “respirador”; sin respirar, morimos.

Por tanto, debemos incrementar nuestro conocimiento de la respiración y ver la relación que existe entre lo físico, lo psicoemocional y lo espiritual.

Tomemos la palabra alma. En muchas culturas alma y aliento están íntimamente emparentados. Alma viene del latín “ánima” comparte la misma raíz con el griego “anemos” (viento), por tanto, el alma es el hálito-viento-soplo divino, aquello que anima un cuerpo.

La palabra aliento procede del latín “hálitus” remite a la respiración, al soplo.

La palabra espíritu viene del verbo latín “respirare”.

La palabra griega “psyche” es un concepto fundamental en la cosmovisión de la antigua Grecia, puede tener una gran gama de significados (como todo lo que es sutil): aliento, respiración, alma, espíritu, psiquis, etc.

Y para acabar, la palabra sánscrita “atman”, remite a la esencia inmortal, y, de algún modo, influyó en el verbo alemán “atmen”, que significa respirar.

La herramienta más poderosa y sencilla que uno tiene para ser consciente en todo instante es la consciencia en la mecánica respiratoria, esto es, sentir la expansión y compresión de nuestro cuerpo (especialmente en el tronco) en cada aliento. De este modo, la respiración nos habita y nos revivifica, curándonos.

¿Quieres saber cómo respiras?

Te voy a hablar de un sistema que permite hacer un psicodiagnóstico, diagnóstico y tratamiento de la mecánica respiratoria. No te preocupes si esos tres términos te suenan demasiado técnicos, pero contienen un significado profundo y necesario para conocer y tratar la mecánica ventilatoria. Este sistema es la Psicoterapia Respiratoria, la cual contempla la historia biográfica, lo psicoemocional, el cuerpo físico y la esencia.

No podemos limitarnos a la sintomatología de la enfermedad, sino que hemos de incorporar un análisis estructural para conocer el grado de incidencia que se da entre lo psicológico-emocional y el cuerpo, afectando al buen funcionamiento del sistema respiratorio.

La Psicoterapia Respiratoria considera siete segmentos corporales en el ser humano (al igual que en Bioenergética y la Terapia Reichiana): diafragmático, torácico, lumbo-abdominal, pélvico, cervical, oral y ocular. Nos permite explorar cada uno de los anillos en relación con la mecánica respiratoria, profundizando en su aspecto anatómico, caracteroanalítico, (psicoemocional) y psicosomático y aplicar el tratamiento adecuado en relación con el fuelle ventilatorio. Profundizar en cada uno de los segmentos corporales nos permite una visión más completa del ser humano.

Los siete segmentos están interrelacionados entre sí; no sucede nada en uno de ellos que no afecte a los demás. Por ejemplo, si la cintura abdominal está contracturada, evidentemente, afectará al resto del cuerpo y a la respiración. Si mantienes contraída el vientre durante unos minutos sentirás que tu respiración se altera, se hace más rápida, superficial e incómoda, te falta aire y el segmento cuello se tensará, como otras regiones del cuerpo.

Lo dicho es parte esencial del ensamblaje de este sistema, pues se articula de un modo integral y completo, siendo muy apropiado este método a la hora de diagnosticar, psicodiagnosticar y tratar la mecánica respiratoria y enfermedades del sistema respiratorio.

Carlos Velasco Montes
Psicólogo.
Autor de “Las Enseñanzas del Caballero de la Armadura Oxidada” 14º ed. Obelisco

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