Hacía donde mira la enfermedad.

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Estamos en la consulta de un terapeuta, nos acaban de anunciar que sufrimos una enfermedad grave, pasamos miedo a morir, entramos en shock y confiamos en que el tratamiento suministrado funcione y nos libre de la enfermedad. Entonces dirigimos la mirada al síntoma, como si la enfermedad fuera una maldición, fruto del azar o de nuestras costumbres, contra la que debemos luchar y vencer. Esta sería una visión totalmente mecanicista de la enfermedad, nos deja sin poder sin margen para actuar, pero en cambio si la miramos desde el paradigma holístico, esta intenta sanarnos, intenta indicarnos un lugar donde de mirar.

Pero como averiguamos ¿Hacia dónde mira?, ¿Que nos quiere enseñar?: Las personas pueden mentir, pero su cuerpo no, su cuerpo cuenta una historia, en el guardamos todas nuestras memorias, los traumas, los miedos, lo no dicho. Nuestro cuerpo es el medio por el que se expresa nuestro inconsciente, este vive en el eterno presente, no diferencia lo vivido a lo actual, aun así diferiremos entre dos tipos de memoria, una perteneciente a nuestra vida actual a lo que hemos vivido y otra de a nuestro sistema familiar, inconsciente individual e inconsciente familiar.

Como terapeuta me siento un privilegiado, en las últimos años he asistido a una explosión de técnicas para establecer un puente entre la enfermedad y lo que nos quiere decir y lo más importante ayudar a sanar. De entre estas dos ramas han dado un salto cualitativo: la psicosomática y psicogenealogía, en sus diferentes corrientes nos han dotado de un nuevo espacio donde el paciente toma su poder, participa en su curación, donde el subconsciente pasa de ser un enemigo, a un aliado.

Psicosomática: No hace tanto la psicología pertenecía a la facultad de humanidades en las universidades, como si mente y cuerpo estuvieran separados sin ningún tipo de conexión. , De los primeros libros que cayeron en mis manos «La enfermedad como camino» de Rudiger Dahlke, abrió mi mente y la de mucha gente, el ver la enfermedad como un camino, como un maestro que no está para castigar si no para enseñar. Esto no era nada nuevo, la Medicina Tradicional China y el Ayurveda llevan miles de años no diferenciando lo físico, lo mental y lo emocional. En el cuerpo es donde guardamos memoria de todas las emociones no liberadas, atascadas y con un código preciso. El lado derecho guarda lo masculino (Y todo lo analítico), el izquierdo lo femenino (todo lo analógico), los diferentes órganos controlaban ira, dudas, amor apegos…. Con esto vamos viendo que cuando tenemos conflictos psicoemocionales estos afectan a nuestro cuerpo y siempre a una parte determinada dependiendo de la emoción. Delante de la enfermedad nos debemos preguntar ¿Para qué me sirve?, ¿Qué beneficio me trae? ¿Qué me prohíbo? ¿Que me impide?

De las figuras actuales tal vez una de las más controvertidas es el Dr. Hamer y su Nueva Medicina Germánica, personaje amado y odiado. Hamer tras ver los scanners cerebrales de miles de casos de cáncer y comprobar ciertas modificaciones cerebrales en todos los pacientes con un mismo tipo, mas tarde buscando coincidencias, observo los antecedentes traumáticos psicoemocionales de los pacientes y de ahí nació su primera ley «la Ley del Hierro» (llamada así porque entiende que sucede en el 100% de los casos)

Donde establece que tras un trauma vivido en soledad, sin poder ser expresado, este producirá un ruptura en el campo electromagnético del cerebro y a partir de ese momento se lesiona el órgano controlado por esta parte del cerebro.

Psicogenealogía:

A modo de introducción de la psicogenealogía rescatare dos frases que lo resumen de una manera simple: «Lo que calla una primera generación la segunda lo lleva en el cuerpo» (François Dolto,) o como le encanta parafrasear a Enric Corbera «Si los padres comen uvas verdes, los niños rechinan los dientes». Mal que le pese Jodorowsky, no fue el primero de hablar de la influencia de los antepasados en nuestra vida actual; la medicina china mas arcaica achacaba las enfermedades a los antepasados, se realizaban ofrendas para calmar la falta de honra a estos o sus faltas para así arrancar del cuerpo la enfermedad. Pero la que conocemos hoy en día se inicia en los años 70 Nicolás Abraham y María Torok trabajando con psicóticos en París empezaron a anotar los delirios de sus pacientes y luego trasmitir lo escrito a sus padres y empezaran a comprobar que parte del discurso delirante, era real y pertenecía al inconsciente de la familia. Tal vez el loco, no lo estuviera tanto y fuera el único en la familia que viera todo, en el fondo un acto de amor, mal entendido pero amor, recogiendo su trabajo Anne Ancellin Shutzengerger escribió «Ay mis ancestros» y saco a la luz el síndrome de aniversario, por fidelidades invisibles a nuestra familia, averiguo que gente fallecía, nacía o enfermaba en fechas o edades coincidentes con dramas en su sistema familiar. Después vendría Hellinger y sus «Constelaciones familiares» según este:» La enfermedad es un movimiento del espíritu para sanar la consciencia familiar llevando al individuo a la reconciliación con los excluidos de su clan» En todas las familias encontraremos en pocas generaciones: incestos, muertos prematuros, abortos, asesinados, secretos, excluidos. Las familias funcionan como un solo ser, como un cuerpo que necesita que todas sus partes funcionen con cierto orden y donde lo no expresado se convierte en enfermedad, solo que aquí son los descendientes los que somatizan por sus antepasados, sus prohibiciones, sus culpas, su moral

La mezcla de ambas:

Hamer abrió la puerta, nos dotó del origen psicoemocional de las diferentes enfermedades, detecto las partes del cerebro dañadas, las diferentes etapas de la enfermedad, pero no nos facilito una solución, una técnica para sanar el trauma que nos produce la enfermedad. Cogiendo su testigo y apoyados en diferentes técnicas psicológicas y psicogealogicas ( P.N.L, Hipnosis Ericsoniana, Constelaciones..) ; Christian Fleche, A. Jodorowsky, Salomón Sellam, Enric Corbera, Brigitte Champetier y largo etcétera han ido desarrollando técnicas para solucionar los conflictos psíquicos y genealógicos de nuestras patologías, realizando las metáforas de nuestro subconsciente para liberar los traumas y lograr la sanación. Dentro de todos estos cabe citar los dos que tenemos más cercanos y no por ello menos valiosos:

Enric Corbera: Trabaja desde la Biodescodificacion, invitándonos a escuchar el cuerpo desde una escucha biológica no psicológica, deshaciendo conflictos traumáticos tanto de nuestra vida actual como de nuestro sistema familiar.

Brigitte Champetier: Su trabajo me parece apasionante, discípula directa de Hellinger ha publicado sus observaciones de unir las Constelaciones Familiares y el trabajo de Hamer dando luz a las relaciones sistémicas familiares, los traumas y su relación con nuestras enfermedades.

Nadie sana a nadie, los terapeutas debemos crear espacios donde el paciente recupere su poder, donde el mismo active los mecanismos de auto sanación… Como decía en padre de todo esto C.G. Jung «La enfermedad es el esfuerzo que hace la Naturaleza para curar al hombre».

Alejandro Sexto.

Comunicación

Espacio Organico

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6,2 minutos de lecturaActualizado: 20/08/2017Publicado: 05/04/2013Categorías: Estilo de VidaEtiquetas: ,

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