Un Fin de Semana Transformador en el Convento de las Clarisas: Yoga, Autobiografía y Amor

¿Quieres más?

¿Te gustaría estar siempre al día con las últimas tendencias, consejos y secretos?  Suscríbete a nuestro boletín mensual y sé parte de una comunidad exclusiva.

La Vida como un Viaje de Aprendizaje

La vida es un escenario de luces y sombras, un teatro de experiencias que, a menudo, nos sorprenden y nos inspiran. A lo largo de este viaje, todos enfrentamos retos, momentos de alegría y de tristeza que nos llevan a un aprendizaje continuo. Para dotar a nuestra existencia de un mayor sentido, es vital compartir nuestras vivencias. En este artículo de Espacio Humano, quiero contarles sobre un emotivo e inolvidable fin de semana que experimenté.

Un Viaje a Valladolid: Presentación de mi Autobiografía Espiritual

Mi destino fue Valladolid, donde tenía dos propósitos claros: presentar mi Autobiografía Espiritual el sábado por la tarde y, el domingo, impartir una clase de yoga a las encantadoras hermanas y novicias del convento de las Clarisas. Esta no era nuestra primera reunión; ya había tenido el placer de visitar este precioso convento del siglo XV en compañía de mi querido amigo Jesús Fonseca. Juntos, exploramos antiguas técnicas de bienestar que han perdurado a lo largo del tiempo.

La Autobiografía: Un Viaje Iniciático

La presentación de mi autobiografía se llevó a cabo en la emblemática librería Oletum. Jesús, con su característico carisma, abrió la charla, y yo reviví las memorias de nuestro viaje a la India, donde las enseñanzas del Buda resonaban en nuestro ser. Recuerdo vívidamente cómo Jesús esparció parte de las cenizas de su amada esposa Esther en las aguas sagradas del Ganges. Este acto tan íntimo y significativo fue un recordatorio de que “lo más importante de la vida es el amor; pero la flor del amor florece en muy pocos jardines”, como me dijo Baba Sibananda.

El Encuentro Espiritual en el Convento

El domingo, la jornada comenzó con una misa cantada por mi hermano Miguel Ángel, a quien Jesús solía llamar “príncipe del Renacimiento”. Las voces angelicales de las hermanas llenaron el espacio de una energía cálida y sagrada. Sor Isabel de la Trinidad, la abadesa, es una mujer extraordinaria, a la que ya he oído cantar en ocasiones anteriores. Durante nuestra conversación, la conexión espiritual que compartimos fue palpable.

Clase de Yoga: Bienestar y Comunidad

A pesar del día frío y lluvioso, las hermanas habían preparado su sala cálida para nuestra práctica de yoga. Con novicias de diferentes partes del mundo dispuestas a aprender, conduje a este grupo a través de ejercicios de respiración consciente, donde enfatizamos la importancia de mantener la calma y la presencia. La práctica no solo se centró en el cuerpo, sino también en conectar con el espíritu y la mente. Las alumnas mostraron un interés genuino y seguimos con meditación y relajación, una experiencia enriquecedora que nos unió aún más.

Un Banquete de Sabores y Hospitalidad

Al culminar nuestra práctica, las hermanas nos honraron con una comida casera, nutritiva y llena de amor. Tras la bendición de los alimentos, disfrutamos de platillos que resaltaban lo mejor de la cocina conventual, acompañados de infusiones de hierbas y sus famosos dulces. La conversación fluyó mientras compartíamos notas sobre la vida y nuestra búsqueda de bienestar espiritual. Como solía recordar Jesús: “Un día sin chocolate es un día perdido”.

Despedidas Agridulces

Las despedidas nunca son fáciles, especialmente al alejarse de seres queridos que te han acogido con tanto cariño. Sin embargo, entendemos que cada encuentro es una oportunidad para crecer. Mientras me despedía de Sor Isabel, quien se encontraba inmersa en la escritura de su próximo libro, su sonrisa tranquila quedó grabada en mi mente. Y mientras la lluvia repiqueteaba, resonaban en mi ser las palabras de Teresa de Jesús: “Nada te turbe, nada te espante”.

Este fin de semana en el convento de las Clarisas fue más que un viaje; fue una experiencia de vida, aprendizaje y amor que quedará para siempre en mi memoria.

Autoridad del Yoga y Escritor. Director del Centro Sadhak

Ramiro Calle

Comenta este artículo

Haz tu buena obra del día ¡Compártelo!