El desempleo representa uno de los eventos de la vida más estresantes. A pesar de las diferencias individuales, se pueden identificar distintas fases emocionales por las cuales atraviesa el parado. Se comienza con un choque inicial, seguido de un período de optimismo que puede transformarse rápidamente en un profundo pesimismo, culminando en una rendición de corte fatalista. Estas fases se manifiestan con mayor claridad y se agudizan proporcionalmente a la duración del desempleo, obligando a muchos a enfrentarse a elecciones de vida y cuestionamientos sobre su identidad personal, temas que nunca habían considerado antes. La fuerza de la reacción emotiva se manifiesta en medida proporcional al grado de identificación del individuo con el rol profesional que desempeñaba.
Existen algunas dimensiones de los eventos vitales que incrementan la asociación entre éstos y ciertos desórdenes emocionales. El desempleo, al ser un hecho indeseable, incontrolado e impredecible, a menudo lleva a consecuencias emocionales severas.
El Impacto del Desempleo en Nuestra Psique
La existencia de un desempleo masivo impacta fuertemente en el psiquismo de la población, generando un malestar psicológico que fragiliza la salud mental de las personas. Este malestar incluye sensaciones de inseguridad, tanto económica como vinculada al desarrollo personal y la autoestima. Además, la incertidumbre sobre el futuro crea una sensación de angustia profunda. Este paso de un trabajo a otro, sin certezas para el mañana, obliga a elegir estrategias que se ven limitadas al presente.
El aislamiento y la desestabilización en el desempleo: Las personas desempleadas suelen experimentar un proceso de aislamiento cuando pierden el control sobre su propia vida. La falta de interacción social los excluye del interés común y de la conversación social, agravando su situación emocional.
El análisis del desempleo desde diversas disciplinas —económica, antropológica, sociológica y psicológica— puede proporcionar una visión más completa de esta problemática social.
El Coaching: Una Luz en la Oscuridad del Desempleo
El coaching ofrece herramientas valiosas para enfrentar los efectos del desempleo. Proporciona un espacio seguro donde los clientes pueden reestablecer conexiones consigo mismos y con su entorno, atravesando el proceso de reintegración social y laboral.
Nuestra misión es ayudar a los desempleados a reconfigurar su visión y redescubrir sus herramientas internas para enfrentar estos desafíos. El coach juega un papel crucial al acompañar en el camino hacia el empoderamiento y la recuperación.
Abrazando el Miedo: El Camino hacia el Empoderamiento
Norberto Levy, en su obra “La sabiduría de las emociones”, describe las reacciones en cadena que ocurren al intentar silenciar el miedo. “Los seres humanos, al sentir miedo, a menudo experimentan una ola de emociones secundarias que pueden llevar a la vergüenza e incluso a la negación de su propio miedo”.
El pánico no debe ser visto como un enemigo, sino como una señal que nos invita a buscar la luz en medio de la tempestad, como en la historia del miedo a bailar en público: «Lo intenté y me di cuenta que era capaz». Este reconocimiento personal es clave en el proceso de coaching, que no es terapia, sino un espacio de transformación hacia la confianza y el autodescubrimiento.
El coaching puede ofrecer resultados palpables en poco tiempo, ayudando a los individuos a pasar de la crisis del desempleo a una fase de aprendizaje y desarrollo personal. Muchos de nuestros clientes han transformado el desempleo en oportunidades de crecimiento, habilitando nuevas habilidades y consolidando una confianza renovada.
Verónica Rodríguez Orellana
Coordinadora del Coaching Club Madrid. Coach sistémico
Terapeuta Gestalt. Master – Practitioner en PNL
www.coachingclub.es