España es uno de los países con mayor porcentaje de fracaso escolar. El 18,98% de los jóvenes de entre 18 y 24 años abandonan los estudios después de terminar la ESO. ¿Qué les pasa a nuestros jóvenes?
Vamos a reflexionar sobre algunas causas del fracaso escolar y en el siguiente número expondremos posibles soluciones para ayudar a nuestros hijos a vivir con mayor plenitud su etapa colegial.
Algunos motivos que pueden provocar el abandono de los estudios:
- Dificultades de aprendizaje: hay problemas no diagnosticados que interfieren en la capacidad intelectual y académica. Pueden aparecer en la escritura, la comprensión, la aritmética u otros ámbitos escolares. Un diagnóstico precoz y ayuda psicopedagógica a tiempo, facilitará el proceso formativo.
- Problemas emocionales: ante un bloqueo emocional el rendimiento baja considerablemente. Un cambio de casa, divorcio, o pérdidas afectivas, son factores estresantes que desplazan la atención. La mente ocupada en digerir experiencias dolorosas tiene poca disponibilidad para el aprendizaje. Observar la conducta de los niños y derivarles a especialistas les ayudará a liberar conflictos internos y recuperar su motivación.
- El sistema familiar: la valoración familiar del entorno escolar afecta a cómo los niños se relacionan con él puede ayudar o dificultar la motivación por el estudio. Recuerdo a un adolescente que empezó a suspender para llamar la atención de sus padres. Sentía que la única validación que recibía de ellos era por sus notas. Se rebeló con lo que más les dolía: suspendiendo. Revisar el mensaje que les damos evitará que los estudios se conviertan en un pulso de poder. Fomentar aspectos personales dentro del entorno educativo, como la creatividad, el esfuerzo, la tolerancia a la frustración, el compañerismo o la perseverancia, ayudará a nuestros jóvenes a integrar un valor añadido a los estudios.
- Entorno socioeconómico: hay estudios que revelan la correlación entre el nivel socioeconómico familiar y el rendimiento académico. Padres que no han cursado estudios básicos pueden obstaculizar consciente o inconscientemente el desarrollo curricular de sus hijos con un doble mensaje: “estudia pero necesitamos que traigas dinero a casa” o “tienes que aprobar pero la universidad no sirve para nada…”. En el otro extremo podemos encontrarnos familias con un alto nivel intelectual que ejercen demasiada presión, generando baja autoestima o inseguridad en sus capacidades por “no cumplir las expectativas”. Y como consecuencia se bloquea el rendimiento escolar.
- Falta de motivación: los niños necesitan aprender a aprender y disfrutar del proceso creativo del aprendizaje. Descubrir la faceta positiva de estudiar. Los adultos debemos ayudarlos a integrar un concepto de colegio más abierto. Un lugar donde socializarse y relacionarse con sus iguales. Descubrir historias y conocer en profundidad el mundo.
- El sistema educativo: llevamos años, intentando encontrar un modelo que nos libere del fracaso escolar. Los niños son visuales, rápidos e inquietos. Hay demasiada información disponible y necesitan modelos educativos actualizados. El área emocional promueve el autodescubrimiento y el desarrollo personal y está prácticamente olvidada por el sistema educativo. Un niño que aprende a gestionar sus emociones, manejará más fácilmente su mundo interno y estará más disponible para integrar y comprender intelectualmente los conocimientos académicos y los valores humanos.
Adultos y jóvenes tenemos la responsabilidad de crear, juntos, un mundo mejor y el colegio es uno de los puntos de partida. Aprendamos a gestionarlo.
Directora y supervisora de Adhara Psicología. Psicóloga.