Creencias y descodificación biologica de la enfermedad
¿Pensar en hacer o hacer es lo mismo? ¿Es Lo REAL igual a lo IMAGINARIO?
La Descodificación Biológica de las Enfermedades, así como investigaciones científicas en neurobiología nos muestran que para nuestro cerebro eso es cierto.
La información que recibimos a través de nuestros sentidos así como la que recibimos a través de nuestros pensamientos (lo imaginario), nuestro cerebro la traduce de un modo biológico y provoca en ambos casos la misma reacción o respuesta.
¿Pensar en hacer o hacer es lo mismo?
¿Por qué si pienso que como un limón empiezo a salivar?
¿Os habéis preguntado alguna vez porque nuestro cerebro no distingue entre hacer «algo», o pensar en hacer ese «algo»?
Curiosamente, algo que en la experiencia resulta completamente cotidiano deriva en una conclusión que a veces puede resultar desconcertante:
¿Lo REAL es igual a lo IMAGINARIO?
Nuestro cerebro No lo distingue. Si nos hacen un escáner pensando en una manzana y otro escáner mirando una foto de una manzana, se activan las mismas áreas cerebrales.
La cosa, y la idea de la cosa son equivalentes.
La información que recibimos a través de nuestros sentidos y la que recibimos a través de nuestros pensamientos, lo imaginario, lo simbólico, nuestro cerebro la traduce de un modo biológico y provoca en ambos casos la misma reacción o respuesta.
¿Por qué reaccionamos con tanta euforia cuando vemos marcar un gol a nuestro equipo o lloramos cuando hay escenas en el cine que evocan interpreta que yo ejecuto esas acciones.
El equipo del neurobiólogo Giacomo Rizzolatti, descubrió las Neuronas ESPEJO que parecen estar relacionadas con los comportamientos sociales, empáticos e imitativos.
Observaron que las neuronas espejo se activan cuando realizamos una conducta, cuando observamos a otros realizar esa conducta, o cuando nos la imaginamos o representamos mentalmente.
En los casos en los que no hemos realizado la conducta, simplemente la hemos observado o la hemos imaginado, se produce la misma reacción neuronal en nuestro cerebro.
En consecuencia SI PIENSO EN HACER ALGO, mi cerebro reacciona cómo SI ya estuviera HACIENDO ESE ALGO.
Estas ideas acerca de que lo Real y lo Imaginario provocan en mi cerebro la misma reacción, están en la base del enfoque que nos aporta la Teoría de la Descodificación
Biológica de las Enfermedades.
Potente enfoque que parte, moderando y modificando, de los descubrimientos pioneros del Dr. Hamer acerca del origen de las enfermedades.
Tal y como nos dice Christian Flèche, su autor:
«Todo lo que llega a través de los sentidos, o del pensamiento, lo imaginario, se traduce de manera biológica y provocará… una reacción biológica, un síntoma. Esto explica que después de escuchar algo realmente desagradable, podamos tener acidez en el estómago, desarrollar un tumor o un melanoma»
Tras un acontecimiento, en función del sentimiento desatado por la interpretación del mismo, manifestaremos un síntoma u otro, una enfermedad u otra.
El mismo acontecimiento, por ejemplo: un despido, puede producir, según los valores que se vean involucrados en la persona, diferentes reacciones biológicas en diferentes personas:
O vivir el despido como una oportunidad para encontrar un lugar más adecuado donde desarrollar mis capacidades y tomar impulso nuevo hacia la vida.
Como vemos, desde la perspectiva de la descodificación biológica de las enfermedades, si tras un despido, pienso que no sirvo para nada, o que voy a morir de hambre, o me siento humillado o con «mancha», mi cerebro lo interpreta como algo «REAL» y genera una respuesta que produce una reacción biológica inmediata en mi organismo para intentar solucionar el estrés que me produce esa situación:
• Mi inconsciente biológico Genera más hueso, para fortalecer mi estructura y sentirme mas válido.
• Genera más hígado para tener más reservas de glucógeno y hacer frente al hambre que voy a sentir.
• Genera un melanoma como respuesta a la deshonra que siento y que me ayuda a sentirme mas protegido de esa humillación.
Mi cerebro pues, no distingue entre lo Real o lo Simbólico, que hay tras la interpretación de la noticia de que me despiden.
«Si pienso que puedo morir de hambre», mi cerebro inmediatamente interpreta que «realmente me estoy muriendo de hambre» e inmediatamente genera un respuesta biológica adaptativa a esa situación y le da igual si es Real o Imaginaria.
Y… ¿cómo podemos controlar la reacción que se produce en mi cerebro y en mi biología ante mis propios pensamientos, sentimientos y emociones?
Lo primero y fundamental es Tomar conciencia de qué estoy pensando a lo largo de todo el día.
Observación del diálogo continuo que tengo conmigo mismo, a ser posible en cada circunstancia y experiencia de mi vida, pero sobre todo y fundamentalmente, hay que prestar una especial atención a qué estoy pensando y qué sentimientos o emociones se están despertando en mí cuando solución adaptativa para liberarme del estrés paralizante, genera un síntoma o una enfermedad que convierte el asunto, de momento y hasta que le doy solución, en un problema local y no general que afectaba al funcionamiento de todo mi organismo.
Tras esa observación, y tirando del Hilo de Ariadna, avanzamos lenta y meticulosamente, buscando significado, hacia el punto en el que nos encontramos con el origen de ese diálogo, de esos pensamientos que derivan en sentimientos que nos condicionan o nos pueden enfermar.
En el origen encontraremos, solos o con ayuda de un terapeuta, nuestras creencias y valores mas ocultos, aquellos que vienen:
• De lo Heredado: a través del propio cuadro genealógico, que nos llegan de la mano de nuestros ancestros y familiares, lo que ha traspasado generaciones. Lo que fue útil, por ejemplo para la propia supervivencia como especie. Ideas acerca del bien y del mal, de lo que es justo o injusto, de dios y el demonio, del dinero, de las rmodos de hacer en nuestra familia, escuela, sociedad. Las ideas acerca de la vida y del mundo que interiorizamos y absorbemos como nuestras desde el nacimiento, provenientes de nuestros padres, hermanos, tíos, abuelos, profesores, cuidadores, escuela, ciudad, país, cultura y sociedad en general. Desde como criar a un hijo hasta como cocinar un huevo.
• De cómo hemos trabajado o no, todos los asuntos anteriores. Es decir si a lo largo de nuestra experiencia de adulto, hemos tomado conciencia de todo lo anterior y modificado, eliminado o añadido nuevos valores y creencias y actuado en consecuencia y congruencia.
A partir del encuentro con esas creencias y valores, en un proceso consciente e integrador, somos capaces de actuar y enfrentarnos a las situaciones que antes resultaban conflictivas y generaban reacciones inconscientes y enfermedad, desde una perspectiva nueva y con mas recursos para afrontar los acontecimientos presentes y futuros.
De ese modo, el que nuestro cerebro interprete lo Imaginario como Real, solo tendrá en nosotros consecuencias positivas.
Pilar Molina Ruiz
Lda. Psicología Clínica – Terapeuta Integradora
Directora del Centro de Terapias «Casi Natural» en Madrid
Cofenat nº 5086