¿Qué me está generando tanta confusión en estos tiempos? ¿Qué es lo que me está pasando? ¿Por qué las cosas no me salen como quiero o como espero? ¿Qué energía se mueve dentro de mí?
En estos tiempos de tanto movimiento de energía, es imprescindible que echemos una mirada honesta y profunda hacia nuestro interior para hacernos conscientes de qué energía es la que está moviendo nuestros pensamientos y nuestros actos.
¿Qué energía mueve nuestros pensamientos y actos?
En los últimos meses, todos nosotros hemos estado siendo apoyados para liberarnos de las cargas y ataduras del pasado, que a menudo sentimos como un peso. Sin embargo, muy pocos estamos aprovechando este potente terremoto energético para liberar lo que nos retiene y así avanzar hacia nuestras verdaderas misiones de vida. A través de estas sacudidas energéticas, hemos experimentado caos e involución, que varían en magnitud según nuestro punto de partida y cómo hemos gestionado nuestra energía durante este proceso.
Ya no es tiempo de seguir ocultando nuestros propios asuntos; “¡ya no se nos permite!” Podemos, desde nuestro libre albedrío, intentar permanecer inmóviles, pero esto nos condena a arrastrar un pesadísimo lastre. El tiempo de transformación personal se acaba y, al mismo tiempo, se nos presentan oportunidades para sanar.
Sentimos en nuestro interior algo diferente a lo que estamos viviendo en nuestra “realidad física”. ¿Por qué no conseguimos materializar en la práctica aquello con lo que conectamos interiormente?
La respuesta a todas estas preguntas radica en que conectamos con la verdad de nuestro ser interior. Esta conexión, aunque valiosa, también puede incomodarnos, ya que revela que no estamos bien. Sin embargo, muchas veces no sabemos cómo lidiar con este malestar, lo que puede llevarnos a una búsqueda insaciable de bienestar sin acciones concretas.
Esto se convierte en una paradoja. Si no hacemos un cambio activo para resolver lo que sentimos, seremos incapaces de experimentar una vida diferente. Aunque podamos tener momentos de felicidad, seguirán siendo intermitentes, lo que resulta en un malestar persistente.
Las cosas no me salen como quiero: ¿Cómo salimos de ello?
La clave está en la OBSERVACIÓN. No podemos avanzar enjuiciando o justificando lo que sentimos. La verdadera liberación comienza cuando observamos con plena consciencia las energías que nos habitan, ya que estas energías determinan nuestras acciones.
Cada uno de nosotros somos seres humanos libres y responsables de nuestra vida, aunque a veces nos sintamos atrapados en patrones de miedo, rabia o culpa. La autoconciencia es el primer paso para cambiar esta dinámica.
Los Asuntos Pendientes del Pasado y Sus Ataduras
Cuando nos dominan energías negativas del pasado, tenemos que preguntarnos: ¿Qué nos está bloqueando ahora? Estos asuntos pendientes son como una correa que nos limita, haciéndonos sentir que no avanzamos. Al igual que un cachorro atado a una correa, podemos sentir que aunque intentamos avanzar, siempre estamos yendo en círculos.
Imaginemos que acabas de adoptar un cachorro. Este pequeño ser desea explorar su mundo, pero necesita el control de su dueño. Si el dueño se niega a moverse, el cachorro siempre estará limitado a la longitud de esa correa. De manera similar, nuestras ataduras emocionales limitan nuestro crecimiento. Es vital identificar qué nos ancla y cómo podemos liberarnos de estas limitaciones.
En el próximo artículo, profundizaremos en cómo estos patrones también afectan a los “trabajadores de la luz”. Sanar a otros sin atender nuestros propios asuntos solo crea más bloqueo. Aprender a sincronizar nuestro crecimiento personal con la ayuda hacia otros es esencial para un progreso significativo.
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“Cómo hacer que te pasen cosas buenas” de Marián Rojas
María José Trillo
Psicóloga Colegiada
Maestra y Lectora de Registros Akáshicos Certificada (ARCI)
Especialista en Regresiones
Mediadora familiar y con menores