Todos hemos escuchado decir esta frase tan conocida “La cara es el reflejo del alma”, y ¡qué gran verdad!
Las emociones afectan a nuestro cuerpo físico y químico, reflejándose en nuestra cara. El rictus que se aprecia en los labios, el frunce del entrecejo, la mandíbula apretada, a veces boca seca. Y en muchas ocasiones se acompaña de poses corporales que denotan cierta rigidez o bloqueo. ¿Y qué es lo que se bloquea? Se bloquea la entrada de la felicidad y la conexión fluida con la Vida.
Nadie quiere estar cerca de alguien con una actitud así, y ni siquiera el propio que lo sufre se aguanta a sí mismo, autocastigándose con su malestar físico o con la falta de Alegría.
Sabemos que tras un dolor o molestia de estómago, de intestino, de la zona cordial entre otros malestares, se encuentra en el fondo un resentimiento recalcitrante, sentimientos de culpa, rabia, de negación a asentir al pasado y avanzar hacia la Vida con AMOR. En muchos casos es inconsciente y con un porcentaje muy alto de fidelidades a memorias ancestrales.
La Alegría y la Vida van de la mano
Sólo cuando conseguimos mirar nuestro pasado y el de nuestros ancestros, asentir con Amor y dejar a cada con lo suyo, podemos hacernos cargo de nuestra vida que nos espera con los brazos abiertos abrazada a la alegría. Tanto desde las Constelaciones Familiares, la Programación Neurolingüística, o la Biodescodificación, podemos permitirnos sanar muchas de las culpas y otras emociones que atrapan.
La alegría es el punto donde el Ser reconoce la Vida y la manifiesta, la celebra, vibra con ella. Es el síntoma de querer estar en la vida, y es el antídoto para la culpa. La alegría nos hace brillar los ojos y que miremos todo con colorido, como nuevo a cada instante, aunque el escenario sea antiguo, porque cada instante lo saboreamos. La alegría hace que cada sonido sea una bendición, un canto y si el sonido es desagradable, la alegría lo transforma.
La alegría hace el camino más liviano y a los que nos acompañan también. La alegría nos permite ser más amables, hace que salgamos a la vida, que tengamos fuerza y entusiasmo de descubrir, de vivir, de planificar, de contemplar, de ponernos en acción. Hace que seamos más compasivos incluso con otros seres de otras especies, hace que cuidemos de nosotros y de otros sin cargas.
La alegría, no se muestra con risas o carcajadas continuamente, se promueve de forma interna; es una sonrisa que se lleva en el corazón y que se manifiesta en el brillo de nuestros ojos.
Hay colores como el naranja, que ayuda a movilizar a niveles energéticos, conectando con el plexo solar y el maestro corazón.
¿Cómo generar Alegría?
• Asentir a lo que hubo, ya sea en nuestro pasado o en el pasado de nuestros ancestros (Memorias insconscientes). Dar el lugar a cada uno, el que le corresponde, con Amor.
• Darte cuenta de lo que has recibido, y recibes del entorno y de la vida, poco o mucho, pero lo que recibes aprécialo, sin exigencias; en cuanto exiges, se rompe la armonía, el acceso a la alegría.
• Gratitud; mostrarla hacia todo y todos. Esto es algo interno. No sirve dar sólo las gracias de palabra y por compromiso, hay que sentirlo profundamente, llenarte de gratitud y manifestarlo después verbalmente para que nuestras conexiones neuronales lo graben.
• Escribe la palabra GRACIAS con una gran sonrisa y ponlo en tu escritorio o un lugar visible para ti.
• Recuerda: La Alegría va de la mano con la Vida, y te espera para que les abraces
Virginia Alburquerque
Consteladora Familiar y kinesióloga Holística
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