Redescubriendo la Navidad: Conectando con lo Esencial en Tiempos de Agobio

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¿Vivir las navidades o que las navidades nos vivan a nosotros?

Cada año, la llegada de la Navidad trae consigo un torbellino de luces, villancicos y expectativas, pero para muchos es un periodo sombrío, cargado de tristeza y nostalgia. La pregunta es: ¿cómo podemos navegar en este ambiente cargado sin perder nuestra esencia?

Cuando regresamos de las vacaciones, la rutina nos envuelve de nuevo y las fiestas parecen llegar de golpe, llenándonos de ansiedad y recuerdos difíciles. Entre la avalancha de adornos en los supermercados y la presión constante de demostrar felicidad, es fácil perdernos. La realidad es que esta época puede evocar reflexiones profundas sobre lo que realmente valoramos en nuestra vida familiar y social.

La dictadura de la felicidad

Los meses de diciembre y enero son un tiempo de balances, a menudo provocando el resurgir de conflictos familiares no resueltos. Es crucial reconocer cómo el estrés del último mes del año se amplifica con la presión de ser “felices”. ¿Qué pasaría si aumentáramos la calidad de nuestros momentos, en lugar de simplemente cumplir con expectativas externas?

La búsqueda de la felicidad se torna en un desafío, ya que queremos ser felices, pero también queremos ser auténticos. La necesidad de tratar de cerrar ciclos y planear el nuevo año puede resultar abrumadora, pero al mismo tiempo puede ser una oportunidad para reconectar profundamente con nosotros mismos y nuestros seres queridos.

La Balanza Personal

En este periodo festivo, nuestras relaciones sociales son puestas a prueba con la avalancha de mensajes e interacciones en los medios, que muchas veces no reflejan la verdadera conexión. El uso del WhatsApp o Facebook puede crear la ilusión de compañía, mientras que en la intimidad sufren de soledad. Reflexionemos sobre nuestras conexiones reales y de quiénes verdaderamente podemos contar.

Las relaciones familiares:

Las festividades nos obligan a interactuar con familiares con quienes podemos tener conflictos sin resolver. La presión de ser feliz a veces contrasta con la herencia de situaciones complejas, llevando a momentos de dolor. Encontrar un equilibrio entre nuestras necesidades y las expectativas de los demás es clave. ¿Cómo podemos navegar este mar de emociones? Las respuestas requieren un enfoque reflexivo.

Entre el deber y el querer

La lucha entre lo que queremos hacer y lo que sentimos que debemos hacer es común en Navidad. Aprovechemos para ser responsables a la hora de tomar decisiones que estén alineadas con nuestros deseos. La auto-compasión es esencial durante estos momentos de reflexión y toma de decisiones.

Claves para afrontar el tiempo navideño con serenidad:

  • Reconocer el estrés: Aceptar que la Navidad puede ser un periodo estresante y decidir abordarlo con calma puede marcar la diferencia.
  • Identificación de factores estresantes: Reflexionemos sobre las situaciones que realmente afectan nuestro bienestar emocional, como las reuniones familiares complejas o la nostalgia por seres queridos.
  • Establecer expectativas realistas: Perdonemos nuestras limitaciones si no logramos los objetivos que nos propusimos al inicio del año.
  • Rescatar conexiones auténticas: Busquemos rescatar lo que realmente vale en nuestras vidas: amigos, familia y momentos de gratitud.
  • Priorizar nuestro bienestar: Cuidar de nosotros mismos es esencial en estas fechas agitadas; seamos respetuosos con nuestras necesidades emocionales.
  • Buscar ayuda si es necesario: A veces, tomar unas sesiones de coaching puede aclarar esos momentos de incertidumbre.

Verónica Rodríguez Orellana
Directora del Coaching Club
Experto en Coaching – Especializada en Coaching Sistémico
Master Practitioner en PNL – Terapeuta Gestalt
www.coachingclub.es

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