El maquillaje con conciencia, o maquillaje emocional, potencia tus sentidos y los abre a la vida, para captar lo mejor y lo más positivo para ti. En tu mano está coger la paleta y desplegar las oportunidades que están disponibles para ti, para coger fuerza, abrirte al cambio y ante todo a la ilusión.
El método de Reequilibrio Corporal TRCD lleva años trabajando el maquillaje emocional dentro del estilismo emocional que engloba el vestir, los complementos, la pintura corporal y facial y la peluquería emocional.
El estilismo emocional lleva a la imagen a una profundidad tal que el cuerpo puede estructurarse según cómo lo vistamos, y la mente despejarse y liberarse a través de diferentes cortes y peinados. Ante todo lo que me parece más importante es que las personas que lo realizan se llenan de ilusión y diversión, saca la monotonía, la apatía y la rutina en la que nos sumimos muchas veces sin darnos cuenta.
Así cada día vamos a programar nuestro cuerpo con nuestros logros que queramos conseguir, con lo que nos vestimos y maquillamos, que además de proteger nuestro cuerpo de lo externo, debe agradarnos al tacto y a la vista cuando nos miramos en un espejo.
El cuerpo es nuestro vehículo para la vida, con el que circulamos, nuestra cara es nuestra carta de presentación y la misma, reflejará cómo nos sentimos cada mañana, si estamos contentos, si hemos descansado, si estamos enfadados, estresados… Esas emociones o sentimientos que van cambiando, no las podemos esconder la mayoría de las personas pero si que podemos protegernos un poco para que los días que estemos más bajos lo externo no nos pueda y nos baje más la vibración, y para que nos encontremos cada vez mejor y podamos apreciar que al conseguir nuestros logros nos surgen otros diferentes y eso nos motiva y nos hace seguir hacia delante.
Los sentidos captan información de fuera, al igual que el pelo o las uñas u otras zonas corporales, están constantemente recogiendo información del exterior. Es por ello que cuando llegamos a casa después de una intensa jornada notamos la cara más caída, más ajada. Si vamos acumulando día a día, mes a mes esa información sin limpiarla, sin ordenarla, sin digerir la que nos interesa y desechar la que es inservible, iremos poco a poco envejeciendo, primero los sentidos y luego el cuerpo.
Así pues al maquillarnos, además de embellecernos, lo que nos hace el mismo es una pantalla de protección frente a lo externo y a su vez, si lo hacemos con una conciencia diferente, podemos cada día, pedir objetivos y logros que queramos conseguir. Es decir que hacemos un maquillaje de proceso, no un maquillaje solamente «decorativo».
Tenemos una correspondencia de los sentidos con las zonas corporales. Así pues los ojos van con la barriga, todas las imágenes que vamos recogiendo a lo largo del día quedan en nuestros ojos aunque no las hayamos percibido de manera conciente.
Así al maquillar mis ojos yo los protejo del exceso de información que les llega y de las imágenes que puedan hacerme daño y no son positivas ni constructivas para mí.
Los colores que podemos utilizar para potenciar la zona serán el lila, el marrón y el amarillo que son los colores de la zona de barriga o zona creativa del cuerpo. Podemos combinarlos e ir variándolos cada día en lápiz, rimel y sombra de ojos.
La boca va con la expresión y la zona comunicativa, el cuello, y siempre debemos llevarla protegida porque ella nos sirve para decir, expresar y hablar lo que necesitamos a los demás. Si no la protegemos nos puede pasar que nos debilitemos y que los dientes empiecen a ponerse mal. Pues además de hablar con la boca comemos, y comemos alimentos a la vez que nos comemos a nivel emocional conflictos y densidades de fuera.
Según esta filosofía no es tan importante el producto que utilicemos al maquillarnos si no más bien por su vibración que está determinada por el número o el color. A nivel energético y emocional, cada número y cada color vibran en una frecuencia determinada y llenan el cuerpo de una información diferente, por eso es importante que no pensemos tanto si unas cosas «pegan» con otras, o que si me maquillo voy a ir hecha un cuadro… Realmente debemos escuchar lo que nos pida el cuerpo, lo que le apetezca en el momento, y eso siempre será lo correcto. Todos los colores sirven para todas las personas y no necesariamente debe conjuntar el lápiz de labios con el traje que llevo hoy.
Cada día puedo potenciar uno de mis sentidos y para ello le voy a meter una frase con un sentido, con un pedido, de protección o de logro lo que yo más necesite: Por ejemplo, hoy quiero potenciar mis ojos porque voy a ir a una fiesta y quiero ver lo mejor para mí, así pues rimel negro con volumen que diré: «me protejo de la densidad de lo externo», luego voy a poner línea marrón: «estoy relajada con lo que veo» y pongo sombra lila: «meto la ilusión en mi vida ya!».
Tenemos el maquillaje de cara que lo que hace es protegerme de las dudas de fuera y podemos utilizar cubreojeras que nos protege de nuestras propias dudas. A su vez el colorete nos va a dar fuerza y nos ayudará a no perder nuestra fuerza a lo largo del día. Al ponerlo podemos decir: «fuerza, fuerza, fuerza».
Es importante no repetir dos días seguidos el mismo maquillaje, en realidad nada de lo que llevamos ayer deberíamos utilizarlo hoy, pues cada día es una nueva oportunidad y es un nuevo renacer. Una propuesta para limpiar las pinturas que utilizamos es meterlas en un cuenco negro después de utilizarlas y hasta el día siguiente. Con esto lograremos que estén como nuevas siempre que vayamos a utilizarlas.
Estos son algunos de los colores y su significado emocional para que podáis empezar a trabajar con el maquillaje emocional. Empezar poco a poco y veréis la diferencia.
Blanco – Fuerza
Verde – Movimiento, Trabajo
Rojo – Pareja
Amarillo – Sacar obstáculos
Rosa – Dinero
Lila – Ilusión
Marrón – Relax
Basado en los libros de Maria Gemma Sáenz:
«Y hoy que me pongo». Ed. Mandala
«Una buena imagen abre muchas puertas». Ed. Mandala
«El maquillaje emocional». Ed. Mandala
Belén Aragón Pellicer
Lcda. Ciencias Biológicas
Estilismo y Peluquería Emocional
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