Durante mucho tiempo, pensé que si me trabajaba unos años a través de terapia, cursos de crecimiento personal y otras herramientas, habría un punto en que ya no tendría que hacer nada para estar bien. Ahora veo lo ilusa que he sido al pensar esto. La motivación de desear que esto fuera así era porque aspiraba a una vida sin preocupaciones, sin cambios, estable, donde poder manejarme tranquilamente. Buscaba la estabilidad porque huía de la incertidumbre.
Ahora sé que ese pensamiento fue fruto de mi inmadurez, incluso de soberbia, al creer que habría un momento en que podría saber tanto como para no sufrir. He descubierto que la vida se convierte en una aventura cuando podemos fluir con los cambios, estando en el presente, sin aferrarnos a la estabilidad, ya sea financiera, de trabajo, amigos, pareja, familia, etc.
La Importancia del Desapego en Momentos Dulces
Cuando atravesamos períodos dulces, lógicamente queremos disfrutarlos, pero incluso los buenos momentos hay que vivirlos con desapego. Esto no significa que no haya que disfrutarlos, por supuesto que sí, sino que debemos hacerlo desde el presente, prescindiendo del deseo de que nada cambie. porque el cambio es inevitable e incluso necesario. Vivir los momentos dulces con desapego nos permite fluir cuando la situación cambia de nuevo, sufriendo menos ante el cambio al no aferrarnos a él. Este desapego es desde una actitud de confianza y compromiso; si no, no es desapego, es miedo.
Frente a la Dificultad: Oportunidades de Crecimiento
Cada dificultad que se cruza en mi vida es una bendición porque al
