Uno de los aspectos más fundamentales en nuestras vidas, que a menudo pasamos por alto, es la conexión entre lo personal y lo sistémico. En el ámbito del coaching sistémico, se nos ofrece un marco para gestionar nuestras emociones y mejorar nuestras relaciones interpersonales. Este enfoque no solo nos ayuda a entendernos a nosotros mismos, sino también a convivir con la complejidad emocional de nuestro entorno.
A través de la Visión Sistémica HS®, podemos abordar las relaciones con clientes y colegas desde una perspectiva renovada. La experiencia me mostró que, al explorar la trayectoria de los líderes en la organización, pudimos identificar áreas de mejora significativas.
En una intervención reciente, propuse una acción formativa centrada en esta visión, que incluía sesiones de coaching de equipos. Después de un mes, los resultados fueron reveladores: se eliminaron las peticiones confusas que antes causaban tensión, ya que los miembros del equipo encontraron un nuevo orden y respeto por sus funciones.
El cambio fue notorio; los directores se dieron cuenta de la importancia de permitir que los demás asuman autonomías, lo que es fundamental para un ambiente de trabajo saludable.
Para fortalecer y mantener este nuevo enfoque, se propuso otro ciclo de coaching sistémico con cada equipo, seguido por sesiones combinadas. Después de un mes, los subdirectores compartieron su progreso:
A nivel personal, se sintieron más seguros y claros en su posición respecto a la dirección y a los equipos que gestionan, lo que resultó en menor desgaste emocional. Se pudo mejorar la comunicación y la confianza en sí mismos.
A nivel Sistémico HS®, el crecimiento ha sido notable en Europa, donde diversas instituciones están integrando la idea de lo “Sistémico” en sus programas. Sin embargo, es esencial entender que el verdadero cambio proviene de aplicar principios y metodologías derivadas de la Hellinger Sciencia.
En este contexto, los principios que guían esta metodología son claves para comprender el equilibrio (intercambio) entre lo que se da y se recibe. Un intercambio equitativo es crucial para mantener la motivación de los individuos. En cualquier relación, y especialmente en organizaciones, un balance justo facilita el alcance de objetivos comunes, tal como describimos en nuestro artículo sobre cómo lograr tus objetivos.
Esta metodología también se basa en leyes fundamentales como el orden o jerarquía, la pertenencia, el reconocimiento y la aceptación. Aunque parecen conceptos sencillos, a menudo los pasamos por alto en nuestras interacciones, lo que puede llevar a malentendidos y relaciones insatisfactorias.
Ángel de Lope Alemán
Director de “Desarrollo SISTÉMICO Humano”
Didacta y Titular de la AEBH
Autor del libro: “La Visión Sistémica en las Relaciones Humanas”
www.dshumano.com