Reconciliación con la Esencia: Redefiniendo Nuestro Lugar en un Mundo Que Nos Consume

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2,2 minutos de lecturaActualizado: 05/11/2024Publicado: 05/11/2024Categorías: Desarrollo PersonalEtiquetas: , , , ,

Vivimos tiempos complejos donde lo humano se vuelve fundamental. En medio de un creciente malestar social, se vuelve urgente el llamado a una transformación basada en valores que resuenen con nuestro corazón.

Cada día es más necesario acercarse a una visión que nos invite a empatizar, a salir de esa burbuja de individualismo feroz en el que hemos sido educados. ¿Cuándo fue la última vez que realmente nos detuvimos a escuchar la realidad que nos rodea, dejando de lado nuestros deseos impuestos?

Nuestra sociedad está diseñada para priorizar el valor económico sobre el humano, lo que crea un desajuste en nuestras vidas. En este contexto, la busqueda constante de tener nos aleja de nuestras necesidades esenciales. ¿Qué es lo que realmente necesitamos más allá de cumplir con las exigencias diarias?

A menudo nos encontramos atrapados en una carrera por adquirir lo que consideramos necesario, olvidando lo que verdaderamente alimenta nuestra alma: el cariño, las relaciones y los placeres sencillos como pasear o jugar.

Aprender a estar en el mundo, no sobre él ni por debajo.

Los valores éticos e ideológicos se han visto reemplazados por los económicos, generando un estado de nihilismo peligroso que afecta nuestra capacidad de generar cambios. Por esto, se hace cada vez más crucial volver a lo básico, a una vida que respete y honre la relación que tenemos con la naturaleza.

Krishnamurti decía que estar adaptado a una sociedad enferma no es un signo de salud. Se nos urge a salir de esta dinámica en la que márgenes económicos y bienestar emocional a menudo entran en conflicto.

La naturaleza, por otro lado, tiene el potencial de guiarnos hacia la sanación. Aprender sobre ella y cooperar con su ciclo de vida, cultivando nuestros propios alimentos, nos ofrece una forma de volver a conectarnos y redescubrir la libertad perdida.

Recuperemos el poder de la colectividad. La historia ha mostrado que las sociedades prósperas construyeron su bienestar en la base de compartir y vivir en armonía.

Es imperativo reestablecer la confianza en nosotros mismos y en la validez de nuestras voces. Solo cuando nos conectemos de manera genuina con nosotros y con los demás, podremos aspirar a un cambio social significativo. Como dice un proverbio japonés, “El hombre que se levanta aún es más grande que el que no ha caído”.

Debemos establecer un diálogo. Tus experiencias y emociones son válidas y necesarias. Comparte tus pensamientos en los comentarios y acompañemos este viaje de transformación mutua.

Pablo Caño

Psicólogo. Psicoterapia Gestalt.

www.psicoterapiagestalt.net

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