Aliento y alegría

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Permite ser habitado por cada hálito, saboreando cada inhalación y sintiendo la alegría de vivir pues no hay nada en la vida que esté más cerca de ti que tu aliento. El aliento habita en ti, sin aliento no existes. Si no respiras, mueres, ya que el aliento te abandona y tu espíritu vuelve a su origen.


Ser dueño de nuestras respiraciones y saborear la inhalación.


Cuando permitimos que el proceso de respirar esté libre de psicosomatizaciones, entonces somos dueños de nuestras respiraciones. Ser dueño de los alientos es estar en el centro del ser, sentirse habitado en nuestra esencia y en la Fuente o Gran Prana. Es entrar en un estado de gracia y alegría.

La acción de saborear la respiración nos hace testigos de la vivencia del instante, del aquí y ahora desde el ser, percibir, sentir y testificar la presencia de la realidad o verdad. Para conocernos y aumentar la alegría de vivir, hemos de tener suficiente capacidad para saborear la vida. Gracias a que nuestro cuerpo es sensible, podemos sentir muchos sentimientos expansivos cuando respiramos, como alegría, dulzura, plenitud, etc. ¿Cómo saboreo la vida? ¿Cómo respiro la vida? para ello hemos de ser conscientes de las transacciones que acontecen entre nuestro interior y el exterior.

Si tomamos en consideración la expresión “aliento y alegría” podemos decir que uno es consecuencia del otro, es decir, que el aliento nos da alegría. Aunque no siempre es así, sea porque la mecánica respiratoria esté bloqueada por psicosomatizaciones y nos cuesta respirar, o bien porque no somos conscientes de la respiración. Por otro lado, cuando hacemos un trabajo de liberación de la mecánica ventilatoria podemos
tener más capacidad para sentir alegría cuando respiramos. Una respiración natural significa obedecer y seguir al propio diseño de la mecánica respiratoria y reencontrarnos en su movimiento respiratorio libre, tal como se da en el bebé y en los animales.

La consciencia contempla el flujo y reflujo de la marea de la respiración. Cuánto más atención prestemos al acto de saborear el aire que entra por la nariz y sentirlo calentito cuando sale, soltando el cuerpo, avanzaremos más hacia el centro de la conciencia dándose más integración de las estructuras corporales. Cuanta más consciencia le pongamos a la respiración natural y libre, más sintonía se producirá entre nuestro cuerpo físico y nuestro cuerpo energético.

El estado de ánimo y lo afectivo

¿Qué sentimientos son evocados en la marea respiratoria? Un poliedro de sensaciones todas ellas de naturaleza expansiva como la alegría, dulzura, presencia, satisfacción, felicidad, amor, compasión, ecuanimidad,
etc.

El sentimiento de alegría está asociado en la MTC (Medicina Tradicional China) con el órgano corazón. Durante la inspiración el pecho también se expande y durante el saboreo del aire que entra, el corazón
también se expande dándose un grado elevado de henchimiento y estado pletórico.

Activación de dos centros energéticos, el dan dien y el ming men

Otro modo de incrementar el estado de expansión en forma de enraizamiento, poder, vitalidad y plenitud es mediante la activación del centro vital del ser humano, hara o dan dien, y el reservorio de energía, la puerta de la vida o ming men (ambos en el segmento lumboabdominal). Su activación se produce cuando el diafragma desciende en libertad, especialmente por su región posterior.

Los beneficios que nos aporta una mecánica respiratoria libre, natural y profunda saboreando cada respiración, especialmente la inhalación son muchos, entre ellos: un cuerpo armonioso, salud física y psicoemocional, plenitud, seguridad básica, realidad, estado pletórico y alegría de vivir.

 

Carlos Velasco

Psicólogo

psicoterapia-respiratoria.es

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3,3 minutos de lecturaActualizado: 15/05/2018Publicado: 15/05/2018Categorías: Desarrollo PersonalEtiquetas: ,