¿Cómo piensa y obra la persona esforzada y eficaz?
“La disciplina es la parte más importante del éxito” – Truman Capote.
Transforma los fracasos en experiencias valiosas. Para las personas que alcanzan el éxito, cada tropiezo es un escalón hacia nuevas oportunidades. Aprenden de todo y de todos y, además, son humildes. Como dice Jean Rimaud, “nadie se hace hombre sin haber triunfado en sus fracasos”.
Siempre dispuesto a dar un paso más; el esfuerzo adicional que requiere alcanzar la cima no es un obstáculo, sino otro peldaño a escalar. No escatiman tiempo ni esfuerzo, ni se permiten desfallecer. Como bien afirmaba F. D. Roosevelt: “La paciencia todo lo alcanza”.
Camina seguro y firme hacia su meta, sin aceptar caminos fáciles. En lugar de dejarse llevar por la comodidad, estas personas mantienen una fuerte voluntad y actitud positiva, pues saben que su determinación es el motor de su éxito. “Para poder, basta querer” – Novalis.
La claridad de propósito es su guía. Tienen bien definido qué quieren y se atreven a entregar su vida a una gran idea que dé sentido a su existencia. El llamado de Víctor Hugo a “atreveros; el progreso solo se logra así” resuena en su día a día.
Templan su ánimo y mantienen la calma, especialmente en momentos de adversidad. Su serenidad es la mayor prueba de sabiduría. Recuerdan que “no hay camino para la paz; la paz es el camino” – Ghandi.
Cada día es una siembra de acción eficaz; están comprometidos con su propio ritmo y entienden que los frutos no siempre son inmediatos. Practican la esperanza dinámica, conscientes de que “el trabajo es el único capital no sujeto a quiebras” – Jean de la Fontaine.
El reto personal es su constante motivación. Saben que el esfuerzo perdurable es posible sólo mientras conserven la alegría y la ilusión por vivir. Como dice Víctor Hugo, “el secreto de los corazones sublimes está en la palabra perseverancia”.
El mayor de todos los triunfos es sobre sí mismo. Aquellos que dominan su vida, también rigen su destino. El legado de Cervantes nos recuerda que “cada cual se fabrica su destino y en ello no tiene parte alguna la fortuna”.
Por último, saben que la fe en sí mismos y sus capacidades es fundamental. La superación constante, incluso en las situaciones más desafiantes, es su objetivo diario. Nietzsche nos dice: “Ten audacia y fe en ti mismo”.
Bernabé Tierno Jiménez
Psicólogo. Comunicador
