La Medicina Integrativa es un método de tratamiento y atención de la salud en el que se unen los conocimientos y técnicas de las medicinas convencional y complementarias. Al unir las dos líneas de atención es indispensable que sea practicado por un licenciado o licenciada en medicina.
La medicina integrativa es una tendencia cada vez más extendida en los círculos convencionales, gracias a los excelentes resultados obtenidos cuando se atiende al ser desde la complejidad de su composición física, mental, emocional y espiritual. Me arriesgo a decir también que muchos de nosotros los médicos convencionales sentíamos que los tratamientos que solo atendían el síntoma, sin trabajar su origen eran incompletos y poco efectivos.
Desde estos conocimientos y experiencias adquiridas, El tratamiento integral con Medicina Integrativa es un alto en el camino para recuperar tu salud, atendiendo esa complejidad de la que hemos hablado, comprendiendo cómo funciona nuestro organismo y aprendiendo a cuidarlo.
Es un trabajo intensivo que integra la medicina, la homeopatía, la nutrición, la fisioterapia, El yoga y que se ocupa de limpiar, recuperar y aprender a mantener el buen funcionamiento de tu organismo.
El Tratamiento Integral con Medicina Integrativa es un trabajo individual y personalizado. Yo lo recomiendo a quienes tienen una enfermedad diagnosticada y no están satisfechos con el resultado del tratamiento, quienes tienen su salud resentida pero no han logrado tener un diagnóstico concreto o a quienes quieren prevenir y aprender a mantener su salud de manera natural. Para mi lo más importante es que cada uno y cada una entienda el funcionamiento de su organismo y aprenda a cuidarle.
¿Cuándo hacer un Tratamiento Integral?
1. Tienes un diagnóstico y tratamiento, pero con pocos resultados.
2. Quieres aprender a cuidarte, conociendo cómo funciona tu organismo y lo que puedes hacer para que funcione mejor.
3. Te sientes excesivamente cansado, sin energía, incluso con desanimo. (casos de síndrome de fatiga crónica o fibromialgia)
4. Tienes dolores musculares o articulares constantes que persisten o no mejoran. (artritis y artrosis)
5. Dificultades en la memoria y la concentración. Te cuesta generar ideas o concretarlas. (ansiedad, depresión y enfermedades neurodegenerativas)
6. Trastornos de sueño como insomnio o sueño no reparador.
7. Tu digestión es lenta o pesada. (disbiosis intestinal, intestino irritable, alergias e intolerancias alimentarias)
8. Enfermedades metabólicas: diabetes, hipotiroidismo, colesterol alto o gota y cálculos.
9. Dermatitis y alergias respiratorias.
¿Cómo es el Tratamiento Integral?
Es fundamental trabajar la alcalinización, es decir reducir el estrés oxidativo y la acidificación del organismo con una correcta nutrición, aprendiendo a gestionar las emociones, corrigiendo hábitos y rutinas y en caso de ser necesario y por tiempo limitado, usando algunos complementos nutricionales.
El estrés oxidativo y la acidificación del organismo son causantes de la mayoría de patologías como la artrosis, alzheimer, diabetes, cáncer, entre otras.
Para simplificar, el tratamiento sigue 3 pasos
1. Limpiar los filtros del organismo (hígado, riñón pulmón, intestino y piel) eliminando toxinas para que así todo nuestro sistema se libere de lo que «le ensucia» y no le deja funcionar bien.
Esta limpieza se hace siguiendo una alimentación equilibrada, durmiendo y descansando y aplicando técnicas específicas de depuración y drenaje.
2. Mejorar el funcionamiento de nuestro sistema inmunológico. Recuperando la flora intestinal para que el sistema digestivo funcione correctamente, siguiendo una alimentación personalizada, que abarque tus necesidades nutricionales, aprendiendo técnicas de control de estrés y tomando, por tiempo limitado, complementos que favorecen la recuperación del funcionamiento normal de los sistemas y que permiten que las defensas aumenten y cumplan su función.
3. Aprender a cuidarte. Este proceso de tratamiento integral te ayuda a conocer como funciona tu organismo y la manera como te «habla» a través de la enfermedad. Te permite identificar los hábitos que favorecen el deterioro de tu salud para reorientarlos de manera sencilla y aplicable en la vida diaria.
Poner en Práctica
Llevar a la práctica un tratamiento de este tipo, teniendo en cuenta nuestro ritmo de vida, parece imposible. La experiencia me ha demostrado que es posible si se cumplen estos puntos:
1. Tu Compromiso. La enfermedad o el síntoma de que algo no esta funcionando bien en tu organismo es la señal para tomar la decisión de mejorar tu salud. En ocasiones necesitamos una fuerte llamada de atención (una enfermedad compleja) para ocuparnos de nosotros mismos. Si estas decidido ya tenemos ganado un gran porcentaje del éxito.
2. Buenos Compañeros de Viaje. Un equipo profesional, conocedor y con experiencia que con un buen diagnóstico te de el tratamiento correcto, te ayude a poner en práctica cambios en tus hábitos y rutinas, que te acompañe y te ayude a ajustar ese nuevo estilo de vida en el que comprendes cómo hacerlo bien.
3. El entorno adecuado. Para empezar a recuperar la salud yo recomiendo volver a la Naturaleza. Un entorno natural permite la desaceleración de tu organismo, el descanso y sin duda la recuperación.
4. Volver a la Rutina, no a la Monotonía. Ahora bien, no podemos olvidarnos que tu vida diaria es «otra cosa»; vives en la ciudad, tienes un ritmo de vida agitado, etcétera. Así que un requisito fundamental es que tengas herramientas para poner en práctica en tu rutina, los cambios necesarios y esto debe ser de manera gradual y bien asesorado.
Empieza por tomar la decisión de mejorar tu salud, en la actualidad contamos con mucha información y guías que te pueden confundir. Mi recomendación es tomarlo con calma, buscar una buena asesoría y avanzar lento pero seguro.
Dr. Carlos Morales Martín.
Médico, especialista en Homeopatía y Nutrición Celular.
Director Médico de Ser Integral Salud Integrativa
www.carlosmoralesmartin.com
www.serintegral.org